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Otra navidad.

A eso de la medianoche Juuri llamó a Hana para desearle feliz navidad, el joven le respondió entre lágrimas, por lo que media hora después Yuuki y su esposo fueron por él.

- No debería decir esto, pero mi hermano es un amargado, no dejes que te arrastre a ti también - dice Yuuki

- Quizás le ocurrió algo -

- No, Kaname debe estar bien, es solo que no le gusta la navidad, pero por lo que veo a ti sí - dice luego de ver la linda decoración que el rubio tenía en su departamento - No te quedes solo aquí. Mamá está esperándote -

- Pero... -

- Es navidad no es justo que lo pases solo, además Yuuki tiene razón, mi suegra te espera - dice Senri

Hana tenía puesta la mesa para una linda celebración, miraba con pesar como todos sus esfuerzos habían sido en vano, Kaname simplemente no había llegado, solo le había enviadoun escueto mensaje diciendo, tengo asuntos más importantes que atender, pero el joven sentía vergüenza de contar que su esposo pensaba que pasar la Navidad con él era poco importante, por lo que no dijo nada.

- Le dejaré una nota a Kaname - dice Hana ya decidido a ir con ellos.

Hana recogió los regalos que había comprado para la familia de su esposo y guardo la torta de navidad en una caja y se la paso a Yuuki, no iba a perder todo lo que había preparado.
Así que mientras Kaname pasaba su primera noche de Navidad con sus hijos, su esposo la pasaba con la familia de este.

La noche había sido muy divertida, los padres de Kaname habían hecho sentir a Hana como uno más de la familia, la única persona que fue distante con él fue Takuma, por más que el joven intentará acercarse a él, el hombre de ojos verdes le rehuía.

Pasadas las tres de la madrugada tanto Rima como Haru estaban muy cansados como para seguir jugando, los pequeños lo habían pasado fenomenal y más aún cuando Hanabusa les llevó sus regalos, esos que Santa había dejado en su casa por error.

- Creo que ya es hora que yo vuelva a casa, probablemente Kaname ya esté allí - dice Hana a sus suegros.

- Es una lástima que te tengas que ir - dice Juuri que le había cogido mucho cariño al joven

- Vendremos pronto a visitarlos. Ahora llamaré un taxi -

Hana llamó pero al parecer taxi ya no quedaban disponibles en ninguna parte. Fue entonces que Senri se ofreció a ir a dejarlo, pero el invitado rechazo la oferta, el hombre había bebido demasiada cola de mono (ponche hecho con aguardiente, leche y café) al igual que su suegro.

- Yo también me voy a casa - Dice Takuma con Haru en sus brazos

- ¿Vendrán mañana? - pregunta el jefe de familia

- Sí, Haruka y Rima quedaron de jugar mañana juntos - responde el rubio

En ese momento fue cuando Takuma sintió lástima por ese chico, él conocía a Kaname a la perfección, se habían criado juntos y había tenido la mala idea de enamorarse del mismo hombre que ahora era el esposo de ese pobre chico.

- En casa tengo una habitación desocupada, puedes pasar la noche allí - dice Takuma casi sin mirar a Hana

- No me gustaría incomodarte -

- Si me incomodará no te lo estaría ofreciendo. Es sólo una noche, no te vas a ir a vivir a mi casa -

Hana sonrió y se despidió de los presentes ayudó a Takuma a cargar algunas cosas y se fue con él.

La casa de Takuma era muy linda y acogedora aunque pequeñita, pero según entendía eran solo él y su hijo. Tenía curiosidad de saber sobre el padre del niño, pero no quería preguntar, suponía que era padre soltero, por algo Kaname se refería al niño como bastardo, palabra que para Hana era muy fea, que importaba si un niño tenía o no padre, los niños eran la cosa más linda y pura del mundo, lástima que su esposo no pensara así.

Una vez que Takuma cambio de ropa a su hijo y que lo dejo acostado en su cama volvió a la sala, donde había dejado a Hana. Le llamó la atención de verlo de pie en medio de la sala.

- Mis sillones son humildes, pero no tienen pulgas - dice el rubio de ojos verdes

Hana se sintió intimidado, era evidente que el lugar estaba limpio, pero si no se había sentado era porque el hombre no lo había invitado a tomar asiento.

- Ven te mostraré la habitación, espero que sea digna de su majestad -

Hana bajo la cabeza, por que ese hombre lo trataba tan mal, él no era para nada exigente ni fijado.

- La cama está limpia, igual que el baño. Aunque mi abuelo murió hace cuatro años, siempre limpio su habitación y lavó el baño -

- Yo no he dicho nada malo de tu casa, creo que tiene una idea herrada de mí -

- Eres un niño rico, no tengo una idea herrada de ti -

- No es mi culpa ser un niño rico, como tú dices -

Takuma sabía que lo que el otro le decía era verdad, Hana no tenía la culpa de ser hijo de un hombre multimillonario, ni haber crecido lleno de lujos. Lo que enfurecía a Takuma era que Hana era el esposo del hombre que amó toda su vida, el mismo que solo jugó con él y que lo abandonó con un hijo en el vientre.

- Kaname es quisquilloso, pensé que al ser su esposo eras igual -

- Pues te equivocas, si te dieras la oportunidad de conocerme sabrías que yo apesar de ser un niño rico, también soy una persona -

Takuma se avergonzó de su comportamiento, quizás ese chico era un chico bueno.

- Lo lamento. Que descanses -

Takuma salió de la habitación dejando a Hana a solas. Qué le pasaba ¿Por qué era tan desagradable con el chico ese? Era porque él tenía lo que él nunca tuvo o era porque no quería aceptar que desde que lo vio la primera vez algo de ese chico le atrajo en el primer momento.

Lo mejor de mi vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora