20.

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Gustavo me había dicho que quería que yo conociera a sus padres. Quise
morir. Nunca he vivido la experiencia de conocer a tu suegra. Hasta decirlo, suena aterrador.
Me invitó a su casa durante las vacaciones de verano. Aún tenía tiempo, pero últimamente los días pasan muy rápido, no quiero que llegue ese día.

Lo que era realmente divertido, era salir en parejas. Fernando con Emily, Alex y Lily, Gustavo y yo. Hoy fuimos al cine, según Fernando era una película de terror que realmente daba miedo. La verdad es que aguante mi risa durante la hora y media de película.

- La próxima vez, que Fernando no elija la película, por favor.
- ¡Oye! Era buena, ¿acaso no te dio miedo cuando el papá persigue a la hija?
- Es lo mismo cuando Emily te persigue a ti, después que hayas mirado a alguna chica.

Todos reímos y nos separamos para irnos a nuestras casas. Gustavo me acompaña como siempre y tengo que enojarme para que se separe de mi.

- Duerme conmigo. -Me pone cara de gatito con botas.-
- Me he quedado contigo dos días seguidos. Quiero mi cama.
- Te voy a extrañar.
- Y yo, pero también necesitamos nuestro espacio.
- Tu eres mi espacio, mi galaxia, mi universo.

Sonrío y lo abrazo. Es difícil separarme de él, pero no quiero ser como esas parejas que no se separan ni para ir al baño. Me despido de él después de unos cuantos besos, ahora más confianzudos después de aquel día.
Cuando entro al departamento, Sab me mira con sorpresa.

- ¡Oh! Tengo una invitada.
- Sé que he sido una ingrata, pero ya estoy aquí. -La abrazo.-
- Hueles a palomitas.
- Fuimos al cine con los chicos.
- ¿Por qué todo el mundo tiene pareja, excepto yo?
- Es primera vez que te pasa, Sab. Siempre era yo la que andaba sola y tú tenias novio.
- Es cierto... Llevo tiempo sin novio. -Sab se pone a pensar y yo la miro cruzando mis brazos.-
- Ni lo sueñes Sab.
- ¿Como puedes leer mi mente?
- Tu cara claramente dice: "Buscaré a algún ex".
- Bueno, bueno. Son bromitas.

Conversamos un poco y luego nos vamos a la cama.
Sab me pregunta mil veces si me estaba cuidando, y yo le recuerdo que fuimos juntas a comprar las pastillas anticonceptivas.

Desde que empezó el año, sabría que tendría días agotadores. Con las practicas, teníamos el tiempo justo para volver a las clases, comer y estudiar. A veces me pregunto "¿quién me manda a estudiar esto?" Pero luego veo la sonrisa de alguien al agradecerme por cualquier cuidado, y se me olvidan todos mis cuestionamientos.

El tiempo que puedo tener libre, lo disfruto con Gustavo, Sabrina o mis amigas/os. Mi madre me llama habitualmente y no para de reprocharme que ya no voy a casa. La verdad es que muero por ir a mi casa, pero el problema es que no me dan ganas de volver después que estoy allá, y ni siquiera estudio cuando estoy en casa.Ya habrá tiempo.

Octubre llegaba con rapidez, y con eso llegaba mi cumpleaños y el aniversario de la universidad. Los chicos me preguntaban continuamente que quería de regalo o alguna celebración, y yo solo les decía que quedaba a sus manos.

- Alex me contó que la próxima semana cumples 20.

Levanto mi cabeza y me encuentro con Max. Ese día había ido a un lugar apartado en la biblioteca para terminar un trabajo.

- No me lo recuerdes. -Levanto mi mano.- No quiero pensar en el número 2 como dígito.
- No es para tanto. ¡Oye! Alex me mando averiguar qué cosas le gustan a Lily.
- ¿A Lily? Pero si su cumpleaños ya pasó.
- Lo sé, pero Alex es de los tipos que les gusta celebrar cada mes de noviazgo.
- ¿Y por qué los otros meses no me preguntó?
- Porque se le acabaron las ideas, no pensó que duraría más de dos meses en una relación.
- Lily ama la comida. Que la lleve a un tenedor libre y la tendrá a sus pies.
- ¿Como no se nos había ocurrido? -Dijo Max golpeándose la cabeza.-
- Mmmm digamos que los hombres a veces no son muy ocurrentes. -Ambos reímos en silencio y Max se pone pálido.-

Empecemos con 32 razones.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora