23.

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Al llegar a la casa, no se escuchaban gritos, así que por un pequeño momento me tranquilizo. Pero al entrar, si antes estaba preparada para soportar un terremoto, creo que dos, lo veo difícil. Ahí estaba Gustavo jugando con una pequeña, la cual reconocí como su hija, gracias a las fotos, y la derecha, estaba... Makarena.

- ¡Llegaste!

Gustavo viene con Amanda en sus brazos y me besa los labios, veo de reojo que la madre y Makarena no me quitan la mirada.

- Mira Amanda, ella es una nueva amiga, Florencia.

La pequeña me mira y luego sonríe un poco. Makarena se levanta rápidamente y toma a Amanda en sus brazos.

- Hola. -Me saluda a secas.-
- Hola. -Le respondo igual.-
- Supongo que tu eres Florencia, la...-Hace sonar su garganta.- la novia de Gustavo.
- Si.
- Llamé inmediatamente a Makarena, ella tenía que saber que el padre de su hija estaba acá. -Anuncia la madre de Gustavo.-
- Ella ya lo sabia mamá, no era necesario.
- Bueno, de todas maneras tiene que estar aquí.
- Mamá... Por favor no empieces de nuevo. -Gustavo pone sus ojos en blanco y rodea mi cintura con su brazo.-

El resto de la tarde es algo incomodo, Gustavo jugaba junto a Amanda y Makarena lo seguía de cerca, yo prefiero no interferir en esos momentos, así que hablaba con Alberto, el padre de Gustavo. Su madre no paraba de murmurar cosas para si misma, lo cual ya me estaba colmando la paciencia. Nunca fui una chica que se guardaba las cosas, si sentía o me molestaba algo lo decía rápidamente. Quería mantener la paz y una buena educación, pero creo que ella no pensaba lo mismo, así que cuando Gustavo se acerca a mi y ella le dice algo en el oído a Makarena, rompo mi paciencia.

- Sabe, con todo el respeto del mundo, prefiero que si me van a decir algo, me lo digan en la cara.

Todos se quedan en silencio, la madre me mira ofendida y Makarena niega con su cabeza. A esa otra también me estaban dando ganas de matarla.

- No sé porque dices eso. -Responde sinicamente, la madre.-
- Yo creo que si lo sabe. Durante el día, he tratado de ser lo mas respetuosa y tolerable posible. Pero si usted esta con sus cuchicheos, me va a perdonar, pero me importa una misma mierda lo que piense de mi, no me quedaré callada, así que si tiene algo que decirme, dígamelo ahora.
- ¿Como te atreves a hablarme así en mi propia casa? -Dice molesta.- ¡Alberto, dile algo!
- Creo que ella tiene razón, Ariana, te estas comportando como una pendeja.

La madre lo mira ofendida y luego respira varias veces como si quisiera contenerse. Luego me mira y me habla.

- Bien, quieres que te diga las cosas, lo haré. No estoy nada de acuerdo en que Gustavo tenga otra relación, él debe permanecer donde le pertenece y eso es al lado de la madre de su hija. Ya soporto que Gustavo esté estudiando lejos, pero estoy segura que con esta relación el dejará sus responsabilidades de lado, y todo será por culpa tuya, que lo tienes encaprichado. Aparte, jamás serás bienvenida en esta casa, porque yo solo tengo una nuera y esa es Makarena, nadie mas, así que no pierdas mas tu tiempo y ríndete, tu no tienes nada que hacer con Gustavo, él ya tiene su vida hecha.

Sus palabras me llegan como espinas, quería salir corriendo y sé que lo haré, pero no podía quedarme callada, no después de todo lo que hablé con Alberto.

- Entiendo todas sus razones baratas. -Digo con tranquilidad.- Me imaginaba que esto podía pasar, la típica madre egoísta que no deja seguir adelante a su hijo, si yo estoy perdiendo el tiempo, el único indicado que puede decirme eso, es él. Yo jamás me entrometería en una familia y he mostrado respeto, pero acá la relación es de a dos, y me va a perdonar si su opinión me vale ¡una verdadera mierda! -Tomo mi bolso y Gustavo se levanta rápidamente.- Y no se preocupe por si soy bienvenida en su casa o no, ¡porque me da igual! ¡Yo ya tengo casa y no pensaba pasar ni un minuto mas en esta casa si hay alguien como usted aquí! Me voy de acá. -Me dirijo a la puerta a punto de estallar en llanto y me dirijo a Alberto.- Fue un verdadero gusto conocerlo.

Empecemos con 32 razones.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora