28.

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Ya había pasado una semana desde que Gustavo me mostró su tatuaje.
Aún no lo puedo creer.

Nuestra relación no está del todo mal, al menos ahora nos dirigimos la palabra.

Hoy el comedor estaba imposible, así que decidimos ir a comprar un sándwich por ahí cerca. Max nos acompañaba, ya que tenía un horario parecido al nuestro aunque no estudiara nuestra misma carrera, que casualidad...

- Flo, te traje un sándwich.
- No era necesario, Max, yo iba pedir uno ahora. ¿Qué tiene? -Digo mirando el sándwich.-
- Tiene tomate, pollo, pepinillos y mayonesa, ¡ah!, y te traje un jugo de naranja.
- Ah, gracias.
- A Florencia no le gustan los pepinillos. -Gustavo habla mientras toma su jugo, y todos lo miran.- Tampoco le gusta la mayonesa, y prefiere el jugo de piña.

Emily y Lily se ríen tratando de disimular, Fernando me mira alzando una ceja y yo no sé que hacer. Es un gesto muy amable por parte de Max, y tenía mucha hambre, pero por otra parte, Gustavo tenía razón en todo lo que dijo.

- Ten el mío, aún no lo he comido. -Gustavo me entrega su sándwich.- Yo me comeré el tuyo.
- No es necesario.
- Detestas los pepinillos, Florencia.

Él me mira alzando una ceja y yo acepto. Veo una pequeña sonrisa en su rostro y mi corazón parece salir de su tranquilidad. Lo odio.

Cuando terminamos de comer, Lily y Emily no paran de comentar lo romántico que es Gustavo.

- Si no fuera porque tiene una hija, mataría a esa Makarena. -Dice Emily enojada.-
- También yo, fue muy dulce lo que hizo.

Lily me molesta y yo trato de quitarle importancia.

En clases nos dan las primeras fechas de las prácticas del semestre. Sab tenía que hacer su primer proyecto, así que tendría el departamento para mi sola.

- ¡Florencia estará sola! ¡Propongo que vayamos y hagamos sushi!

Como siempre Fernando ofrece mi departamento. No tengo inconveniente, así que después de clases compramos todo lo necesario.
Vamos todos, menos Max. Según Fernando él tenía clases, aunque sabía que no era así, en fin, no me molestaba su ausencia.

Gustavo y Alex estaban jugando Xbox, mientras que Fernando quería aprender a hacer sushi. La verdad es que era un chiste ya que no ayudaba mucho.

- ¿Quien te dijo que era así? -Le dice Em a su novio como quinta vez.- ¡Lo estas desarmando por completo!

Con Lily no podíamos parar de reír, luego paramos y decidimos ponernos a trabajar en serio, así como íbamos, jamás comeríamos.

- Gustavo te mira como un idiota cuando te ríes, ¿por qué no se dan una oportunidad? -Pregunta Lily en mi oído.-
- Ya sabes porqué Lily...
- Pero esa estupida no tiene ni idea de lo que pueden hacer dentro de la universidad, ¿y cómo hoy salió y no se fue directo a su departamento?
- Escuche que le decía a Fernando que la perra esa, tenía cosas que hacer. -Se une Emily en susurros.-
- Da igual, conozco a Gustavo y él cumple su palabra.

Finalmente, logramos hacer sushi. Fernando se pelea continuamente con Lily para ver quién come más rápido.
Después de comer, me despido de todos ellos mientras hablaba por teléfono con Sab.

- ¿Llegarás tarde? -Le pregunto.-
- Me quedaré donde una amiga, necesito que me traigas ropa, por favor, ¿puedes?
- Si claro, pago un taxi y voy.
- Eres la mejor, este proyecto me tiene estresada.
- No te preocupes, llegare ahí en unos minutos.

Anoto la dirección y voy a tomar las llaves, casi me mato del susto cuando veo que Gustavo aún está aquí.

- Que Mier...
- Lo siento, alcance a escuchar algo, ¿necesites que te lleve a alguna parte?
- Ah, no te preocupes, tomaré un taxi. -Tomo mis llaves y me dirijo a la puerta.-
- ¿Por qué gastar dinero, si ando en auto? -Tapa la puerta con su cuerpo.-
- Porque no es de tu incumbencia. -Trato de salir, pero él me lo impide.-
- Testaruda, te dije que te llevo.
- Tu enferma te puede pillar.
- No me interesa.
- A mi si. -Me muevo rápido, pero Gustavo lo evita tomando mis caderas.-
- Le digo que tenía trabajo que hacer.
- No es necesario.

Trato de salir por la puerta, pero él me corta el paso nuevamente. Su mano acaricia mi cintura y ambos nos miramos. Sé que debo escaparme de esto antes que se salga de control.

- ¡Déjame salir Gustavo!
- Solo si yo te llevo.
- Testarudo.
- Lo soy.
- Está bien, ¡pero rápido!

El sonríe satisfecho y bajamos donde está su auto. Le doy las indicaciones y luego de entregarle las cosas a Sabrina, le agradezco a Gustavo a través de la ventana del auto.

- Gracias.
- ¿De qué hablas? -Me mira extrañado.- ¡Súbete!
- El trato era por venir a dejarme, ahora me voy sola.
- ¡Florencia no seas idiota! Está oscuro y te puede pasar algo.
- Tomare un taxi, adiooooos.

Empiezo a caminar con mi sonrisa de satisfacción, hasta que siento que Gustavo cierra con fuerza la puerta de su auto. Miro hacia atrás y el me viene persiguiendo.

Empiezo a correr rápidamente y escucho que él hace lo mismo. Mientras corro, de la nada empiezo a reir, siento que él hace lo mismo, aunque después de tres calles corriendo, él logra alcanzarme y me carga como un saco de papas.

- ¡Bajameeeee!
- ¡Ni lo sueñes!
- ¡Gustavo Cooper voy a gritar tus secretos más escondidos a todo el mundo!
- ¡Te vendrás conmigo igual!
- Bien, tu lo decidiste. ¡EL CHICO QUE VA CONMIGO LLORÓ CON BUSCANDO A NEMO!
- Florencia, no puedes hacer eso...
- ¡CUANDO CHICO SE CREÍA SPIDERMAN Y COMÍA ARAÑAS A ESCONDIDAS!
- Florencia te lo advierto...
- ¡SE VISTIÓ DE TODAS LAS PRINCESAS DISNEY PARA VER SI LLEGABA SU HADA MADRINA!
- ¡Oye, eso era secreto!
- ¡AÚN VE LOS TELETUBIES A ESCONDIDAS!
- ¡Eso no es cierto!
- ¡SU PRIMER BESO FUE CON UN PÓSTER DE PEPPA PIG!
- Ok, tu te lo buscaste.

No había notado que ya habíamos llegado donde su auto. Él me acorrala con fuerza contra la puerta y me toma las caderas con posesión.

- ¿Te irás conmigo?

Su rostro está muy cerca del mío, yo trato de alejarlo pero él se acerca más a mi.

- No te acerques.
- ¿O sino que?

Su nariz roza con la mía, sus ojos se oscurecen y yo trato de sacar todo mi autocontrol.

- Me iré contigo, ahora suéltame.
- Tienes miedo...
- ¿De qué hablas?
- De hacerle caso a lo que deseas.
- ¿Y qué deseo?
- Besarme, tocarme, que te haga el amor como me lo estoy imaginado ahora.
- Por supuesto que no. -Digo con dificultad.-

Le doy mi mirada más fría que tengo y al fin me puedo soltar de el. Gustavo pone en marcha su auto y me deja fuera del edificio.

- Nos vemos mañana.

Me saco el cinturón de seguridad y abro la puerta, me levanto, pero su mano en mi muñeca me detiene.

- ¿Qué pasa? -Pregunto.-
אני אוהב אותך -
- ¿Qué significa eso?
- Qué deberías aprender más sobre el idioma de tu tatuaje. Nos vemos.

Gustavo se aleja, dejándome con la duda.
Idiota.

Empecemos con 32 razones.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora