Empecemos con 32 razones.

7.

Cuando despierto a la mañana siguiente, siento un horrible dolor de cabeza. Me levanto como puedo, pero mi pie choca con algo.

- ¡Auch! 

Miro hacia el suelo y noto que Gustavo estaba ahí, sobándose la mano.

- Lo siento, Gustavo, olvide que dormirías acá. -Me siento a su lado y el besa mi frente con cariño.-
- No importa, ¿como amaneciste?
- Con dolor de cabeza, pero ya pasará.
- ¿Te acuerdas de algo?
- Para ser sincera, solo recuerdo mis primeros dos shots de tequila, lo demás es un misterio.
- Ufff, que alivio.
- ¿Por qué? No me digas que...
- Está bien Florencia, no hicieron nada grave, vayamos a despertar a las chicas.

Al salir de la habitación, las chicas ya estaban despiertas.

- Pensé que aun dormían. -Me siento en medio de ellas.-
- Con este dolor de cabeza, ¿quien puede dormir?

Emily se ofrece a comprar unos pasteles en la tienda de la esquina y tomamos desayuno. Cuando estábamos terminando, suena el timbre y Gustavo abre la puerta con una cara de culpa.

- ¿Que mierda hace él aquí?

Emily se levanta enojada y con Lily miramos hacia la entrada, era Fernando.

- Me pidió como favor que lo dejara entrar para disculparse. - Gustavo cierra la puerta y se sienta a mi lado esperando lo que sea que tenga que decir Feño.
- Chicas, enserio lo siento mucho. No pensé que lo de ayer formara tanto revuelo, ustedes saben que son las mejores y que no las cambio por nada.
- Eres un idiota Feño, pero creo que a la que debes pedirle mas disculpas es a Emily. -Luego de que Lily dice eso, yo asiento y el mira a Em.-
- Es cierto, esa tal Nicol la trato pésimo, Fernando, y tu hiciste nada para impedirlo.
- Creo, que mejor los dejamos solos para que hablen.

Lily, Gustavo y yo nos encerramos en la habitación y escuchamos a través de la puerta.

- Lo siento Em...
- Eres un idiota, un verdadero imbecil...

Los insultos iban y venían por parte de Emily, mientras que Fernando trataba de arreglarlo.
Nosotros nos sentamos en la cama esperando que pasara un milagro y se reconciliaran, pero algo llama nuestra atención.

- Vengan, vengan, esto se está poniendo interesante. -Lily que tenía pegada su oreja a la puerta, nos indica que la sigamos.-

- Mas encima esa zorra me dice que no me das ni bola, ¿que se cree?, y tú no le decías nada obviamente, ¡porque babeas por ella!
- Eso no es cierto, yo no babeo por ella, aparte, ¿que te tiene que importar ese tipo de comentarios, Em?
- Bueno me importan bastante, fíjate, ya que tú eres tan idiota que no has notado que estoy tontamente enamorada de ti, ¡imbecil!

Los tres instantáneamente nos tapamos la boca con sorpresa. Esto realmente se estaba poniendo bueno.

- Pero... Pero...
- Pero nada idiota, ¡me tienes cansada!

Lo único que escuchamos después, es silencio. Nos extrañamos y apretamos mas nuestros oídos contra la puerta, pero nada.
Lily abre lentamente la puerta y nos acercamos como fugitivos.

Nuestra sorpresa es máxima al ver que Fernando y Emily se besaban apasionadamente. Rápidamente aplaudimos la escena y ellos se separan riendo.

- Bueno, creo que esto salió mejor de lo que pensaba. -Fernando sonríe y Emily le pega en el hombro emocionada.

El lunes siguiente, las cosas volvieron a la normalidad.

Resulto ser, que ese mismo día de la pelea, Fernando le pidió a Emily que fuera su novia. Era de saber que ambos estaban locos por el otro secretamente.