22.

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Después de mi cumpleaños y el aniversario de la universidad, al cual no pudimos asistir debido a toda la presión que teníamos, el fin de año se nos acercaba rápidamente.
Cada vez teníamos menos tiempo libre. Así que entre estudio, practicas y exámenes, las vacaciones aparecieron rápidamente.
Gustavo me había convencido de acompañarlo a su casa durante las vacaciones. Mi madre me dio permiso, pero primero tenía que disfrutar unos días en casa. Mi familia adoraba a Gustavo, así que cada día teníamos algo que hacer. 

Unas noches antes de irme, Cabezón llega a mi casa para contarme que había terminado con su novia, Sab y Gustavo estaban ahí. Sab no pudo disimular su felicidad.

- Primito, lo siento mucho.
- Quiero ahogarme en la piscina.

Sab estaba dentro de la piscina, en mi patio, y Gustavo, Cabezon y yo teníamos solo los pies dentro del agua.

- Si quieres mi opinión, esa chica no era para ti.

Mi primo mira a Sab, seguramente para reclamarle, pero luego de ver a Sab en bikini, se calló.

- Mi mamá casi hizo fiesta cuando supo, eso me hizo sentir peor. Sé que no le caía bien, pero no pensó en mi.
- Te entiendo, pero aunque no lo quieras admitir, tu novia terminó contigo por una estupidez.
- Florencia tiene razón. -Aporta Gustavo.- Mas bien te trataba como un exclavo, típico de niñita mimada. Ya encontrarás a alguien mejor.
- Es verdad primito, eres guapo y muy simpático, aparte, hay hartas chicas que morirían por estar contigo. -Miro de reojo a mi amiga.- Solo tienes que pasar tu pena y luego ves que haces.
- Supongo...
- ¡Vamos! Arriba ese animo. -Le sonrío.- Porque no te metes un rato a la piscina, mientras le digo a mi madre que haga tu plato favorito, ¿vale?
- Bueno. -Sonríe un poco.- Gracias Flo. -Mi primo me abraza y yo luego me dirijo a la cocina.-

Mi madre estaba empezando a cocinar, cuando entro le empiezo ayudar.

- Le dije a Cabezón que haríamos su plato preferido, ya sabes, por la pena de amor.
- No te preocupes hija, ya lo tenía pensado.
- Tía Rose debe estar saltando en una pata. -Le digo mientras tomo una papa y la empiezo a pelar.-
- Cierto, me llamó hace algunos minutos y se oía bastante contenta. En todo caso, esa niñita era insoportable.
- Es cierto, pero ya sabes como es el amor.

Tratamos de subir el ánimo de mi primo lo máximo que pudimos, pero al día siguiente, él dijo que ya no podía evitar a su madre y se fue a casa.
Sabrina me contó que esperaría un poco antes de entrar en plan de conquista, para que cabezón olvidara a esa zorra mandona.

La noche antes a viajar, estaba muerta de nervios. Sabrina me dijo que era algo normal, pero yo no podía dejar de sentir un presentimiento, algo extraño, como si algo no fuera a salir bien.

A la mañana siguiente, me despido de mi familia y nos vamos con Gustavo en su auto. Durante el camino cantábamos o le conversaba de cualquier cosa para que no se durmiera al volante.

Cuando llegamos, me quedé maravillada con el paisaje, era un lugar hermoso. Con ansias y nervios, empezamos a bajar las cosas, mientras, lo que creo que eran los padres de Gustavo, salían de casa.
El primer hombre en abrazar a Gustavo, indudablemente era su padre, ya que era una copia exacta de él.

- Supongo que la señorita de aquí, es Florencia. -El me sonríe y me recibe con un abrazo.-
- Lo soy. -Le sonrío y él me observa.-
- ¡Que linda sonrisa tienes! -El mira a Gustavo y le guiña un ojo.- Es una chica bonita, eh.
- Lo es. -Responde Gustavo.- Él es mi padre, Florencia.
- Mucho gusto. -Le digo, a lo que él me sonríe.-
- Y aquí está mi madre. -Una señora, con aspecto severo, abraza a Gustavo.-
- Que bueno que ya estas aquí, hijo.
- Madre. -Gustavo sonríe.- Ella es Florencia.
- Un gusto. -Nos saludamos con la madre de Gustavo, y siento miedo.-
- Mamá, papá. -Gustavo toma mi mano y mira a sus padres.- Ella es mi novia.

Empecemos con 32 razones.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora