Empecemos con 32 razones.

2.

Esta parte es mas desarrollo que dialogo, pero será importante para entender un poco la historia. Disfruta :)

La razón de mi, según yo, filofobia, empezó cuando tenía 15 años.

Empezaba el segundo semestre de ese año y habían estudiantes de pedagogía en su último año haciendo practica, bueno, creo que es obvio lo que pasó.
Me enamoré condenadamente de uno de ellos.

Cuando lo conocí, inmediatamente sentí algo extraño en mi interior, una sensación de paz, como si el me hiciera feliz. Con mis amigas jugábamos a perseguirlo, lo mirábamos a través de las ventanas o encontrábamos excusas para hablar con el.
Yo era la que tenía mejor relación con el, hablábamos y notaba cada día que el era un hombre perfecto, bueno, eso creía en ese entonces.

Mis amigas me comentaban que lo pillaban mirándome o que tenía actitudes extrañas conmigo, y con el tiempo me empezaron a decir que tal vez yo le gustaba al joven futuro profesor.
La verdad es que no quería ilusionarme, pero yo también notaba actitudes extrañas en él, y así fue como luego me empecé a ilusionar e imaginarme que algún día podía estar con él, en una relación imposible y secreta.

El se fue a término de año, formamos una buena relación alumna/profesor, pero a medida que avanzaba el tiempo, no me lo podía sacar de la cabeza, estaba tan metida en la ilusión de mi cabeza, que no soportaba la idea de no verlo más.
Así fue como le envié un mensaje a través de Facebook y por primera vez en mi vida, me declare ante alguien.
Le dije que me gustaba, el me respondió de una forma muy educada y amable, dejando leer entre líneas la diferencia de edad.

Desde pequeña me dije que jamás me iba a declarar a alguien, pero fue inevitable con el, sentía algo tan intenso, era toda una novedad en mi.

Con el conocí las mariposas en el estomago, como era sentir tus piernas de gelatina, suspirar por alguien, tener un dolor y que solo con verlo desaparecía. Siempre me pregunte que es lo que tenía el, para que me hiciera sentir estas cosas y jamás me pude responder a esa pregunta.

Lo que debía saber, es que la vida da demasiadas vueltas, y que siempre la realidad supera la ficción.

Al siguiente año y cuando creía que ya había superado el tema, noto que el llega al colegio a ser profesor fijo. Definitivamente no podía creer lo que estaba pasando, él seguía apareciendo en mi mundo y yo quería hacerlo desaparecer, no sabia la actitud que iba a tomar él, después de haberle enviado ese mensaje.
Pero las cosas no cambiaron mucho, volvimos hablar como si nada hubiera pasado y sentía que teníamos una química inevitable, ahora eran mas obvias sus actitudes, y yo, aunque tuviera una autoestima baja, estaba casi 100% segura que también le gustaba.

Pero las ilusiones de mi cabeza tienen un gran enemigo, la realidad.

La realidad me golpeó cuando supe que el estaba saliendo con alguien. Mi mundo cayó a pedazos, fue la primera vez que llore tanto, sentía literalmente mi corazón roto. Esa pena que es la peor de todas porque la única persona que puede solucionarlo, es la misma persona que causó tus lagrimas.

Obviamente me alejé de él, ese instinto de alejarte de lo que te hace daño, pero al mismo tiempo, te vuelves masoquista.

Seguía notando sus actitudes conmigo que me seguían ilusionando, aunque él tuviese novia, y peor aún, yo seguía queriéndolo y tenía la esperanza de ser su amante o su amor secreto e imposible.
Pensaba siempre que, si quererlo era intenso, tratar de olvidarlo sería una tortura.

Nada avanzo mucho, llego el último año y yo quería pasarlo bien, lo ignore totalmente porque su presencia me hacia mal, quería estar bien y la única opción era pensar que el ya no estaba en mi vida. Aunque si lo estaba y sobre todo en mis pensamientos.