Empecemos con 32 razones.

34. Para siempre.

Después de dos horas, convencimos a Fernando de que Emily y Lily ya tenían planes conmigo e irían a mi departamento.

- ¿Y tú Gus? -Pregunta Feño.-
- Iré con Florencia.
- Bien, me iré solo y triste a mi casa. Adiós.

Vamos rápidamente a mi departamento y elegimos el test más costoso. Seguimos las instrucciones y estábamos esperando el resultado.

- ¿Cuánto falta? -Pregunta Em.-
- Em, solo lleva dos minutos. -Dice Lily.-
- ¿Y cuántos minutos son? -Pregunta Emily nuevamente.-
- Diez. -Responde Lily cansada.- Creo que te lo he dicho como 5 veces.

Emily caminaba de un lado a otro y Lily se exasperaba al verla. Yo estaba haciendo jugo, porque tenía que hacer algo.

- ¿Qué crees que salga? -Me pregunta Gustavo, abrazándome por detrás y posando su mentón en mi hombro.-
- No lo sé, cualquier cosa tendrá mi apoyo. Aunque espero que salga negativo, tener un bebe a esta edad y estudiando, no es mucha gracia. Pero, un bebe es lindo. Estoy dividida.
- Así lo veo. ¿Te gustan los bebes?
- ¡Claro que si!
- ¿Quieres tener hijitos e hijitas?
- Sip.
- Mmmm. -Gustavo me voltea y quedo frente a frente.- ¿cuántos?
- Mínimo dos, máximo cuatro o cinco, ¡que sé yo! Me gustan las familias grandes.
- ¡Vaya! -Se hace el sorprendido.- ¡A mi también! Creo que deberías ser el amor de mi vida y tener muchos bebes.

Solo me río y él me mira fijo. Amaba y odiaba cuando me miraba tan intensamente, es sexy e intimidante.
Doy un respingo cuando siento su mano tocando mi pierna hasta llegar a mi muslo.

- No seas desubicado. Ahora no.
- Lo sé, pero si quieres una familia grande, debemos empezar a practicar ya.
- Tú ya empezaste hace un buen tiempo.

Gustavo me suelta y se da vuelta. Yo pongo mis ojos en blanco. A veces es tan enojon.

- Oye, no te habrás molestado por eso, ¿cierto?
- Me da igual.
- Claro que no. -Busco su rostro y él me mira.- Solo era una broma.
- Lo sé, pero enserio quiero tener hijos contigo y no sé como tomarás el hecho de que yo ya tenga una.
- Será decisión de tu hija. Estará mayor y si ella me acepta, la querré. Si no, respetaré su decisión. No seas tonto.
- No quiero arruinar esto.
- Lo harás si piensas tonteras.

El me sonríe y yo le doy un corto beso en los labios.

- ¡Pasaron los diez minutos! -Grita Emily.- ¿Quién lo ve? Yo no.
- Yo lo haré.

Lily toma el test y luego alza una ceja.

- ¿Qué es? - Pregunta Emily ansiosa.-
- Bueno. -Lily mira el test de forma extraña.- No tengo idea, no sé que significa.
- Dame eso.

Gustavo le quita el test y luego mira la caja.

- ¡SOLO DIGANME! -Grita Em.-
- Negativo.

Gustavo muestra el test y Emily lo mira, luego da un gran suspiro y cae en el sofá.

- ¡Gracias Buda, Dios, Jesus, Noé, y a todos a los que me encomendé!

Todos sonreímos y abrazamos a Em.

- ¡Te salvaste ah! -Dice Lily.- Y todos pensaron que yo seria la primera.
- Serás la primera. -Decimos todos.-
- Los odio.

•

Desde ese día, creo que el profesor Miller tiene un capricho conmigo. En cada oportunidad que tiene, siempre me llama a mi. Collins acá, Collins allá.
Yo estaba dispuesta a realizar mi horario con él y listo. Mis amigas me molestaban de que yo era la "elegida" de ese semestre, pero pararon sus insinuaciones cuando Gustavo las miraba con un aspecto asesino.

- ¡Collins! venga un momento.

Nuevamente el profesor, voy con todo mi animo posible y al llegar, logro sonreír un poco forzado.

- ¿Sí?
- ¿Tienes algo que hacer después del turno? -Me pregunta coqueto.-
- Ehhh ¿dormir?
- ¿Nada más?
- He dormido poco esta semana, solo quiero dormir.
- Hay un pub...
- ¿Disculpe? -Lo miro y él para de hablar.- ¿Me está invitando a salir?
- Sí.
- ¿A su alumna?
- Sí.
- Tengo novio.
- Lo sé.
- No.

Él se ríe y luego se acerca a mi. Es demasiado guapo y tiene un perfume costoso que llega fácilmente a mis fosas nasales.

- ¿Tienes miedo? -Me pregunta acercándose a mi.-
- No tengo miedo, tengo novio.
- ¿Y eso qué? Saldremos como amigos.
- ¡Oh si claro! -Me río.- Hombres como usted no conocen la amistad hombre-mujer. Dígame la verdad, esto lo hace por la llamada de atención de la otra vez, ¿cierto?
- Collins. Solo llamaste mas mi atención con eso.
- Como sea, no estoy interesada en usted. Hay muchas compañeras que darían todo por tener una cita con usted, pero yo no. Cedo mi cupo.

Él me mira, como si estuviera evaluándome. Sabía que los hombres como él no se darían por vencidos hasta conseguir lo que quieren. Pero me sorprende mucho cuando me hace una pregunta.

- Dime, tengo curiosidad. ¿Qué es lo que tiene ese chico que te tiene tan fiel a el?
- Me enamoró.

Él se ríe y luego se apoya en el mesón para hablarme más cerca.

- Eso lo he escuchado mucho de las chicas de tu edad.
- Puede ser, pero yo no creía en el amor, tampoco en que alguien podría fijarse en mi. No creía en la posibilidad de ser feliz con alguien, no creía que el amor de los libros y novelas podía existir en la realidad. Jamás pensé en que alguien podía creer que yo era única, hermosa e irremplazable. El borró mis inseguridades y muchos miedos.
Él me hizo creer que merezco ser feliz y amada, tener un amor como todos los demás. Me hace creer que el amor puede ser para siempre.
Yo, estaba hecha un desastre, y él lo arregló. El se atrevió a amarme. A amar a este huracán.
Si no puedo amarlo a él, ¿a quien si?

Mi profesor me miraba sorprendido y yo también lo estaba. Creo que nunca supe hasta ese momento lo mucho que significaba Gustavo para mi. Luego de decirlo en voz alta, se me hace mas fuerte el pensar en todo lo que lo amo.

El profesor me sonríe y acaricia mi hombro.

- ¿Estoy perdiendo el tiempo contigo, ah? -Me pregunta algo divertido.-
- Sí profesor.
- Puede retirarse Collins.
- Gracias.

Me suelto el pelo y me dirijo al camerino, antes de abrir la puerta, el profesor me habla.

- Ojalá algún día, una mujer me pueda amar de la forma en que tú lo haces.

Cuando salgo de la clínica, mi novio me espera. Su sonrisa al verme combina a la perfección con la mía.
Corro a sus brazos como si no lo hubiera visto en mucho tiempo.

- Hola mi vida. -Me saluda y me besa.-
- Hola.

Le sonrió y beso sus labios por mucho tiempo.

- Sales mucho mas regalona después de los turnos, ah.
- Antes de irnos a casa, quiero que pasemos al parque, el de los cerezos.
- ¿Donde me declaré?
- Ahora es mi turno.
- ¿Ah?
- ¡Vamos!

Llegamos rápidamente. El parque está vacío ya que es de madrugada. A través de los árboles se puede ver como está amaneciendo.
Caminaba de su mano y luego me sitúo frente a él.

- ¿Qué pasa? -Pregunta asustado.-
- ¿Sabes que tú me haces creer en el amor para siempre y todas esas cosas?
- Espero que lo creas. -Me sonríe.- ¿Por qué?
- Y que quiero terminar mi carrera antes que cualquier cosa.
- Eeeh, si. -Se me acerca preocupado y toca mi mejilla.- ¿Pasa algo?
- Gustavo. -Le sonrío nerviosa, él me mira asustado y con una sonrisa.-
- Me estoy poniendo nervioso.
- Gustavo. -Trago todos mis nervios y miro sus ojos.- Cásate conmigo.

*Por ahora es el fin, según éxito pondré algunos extras o segunda temporada, gracias por leer y ojalá votar :) *