Te Encontré [Katsudeku] [Omegaverse]

Capítulo 8

Al sentir los rayos de sol caer en su rostro, fue despertando y poco a poco su vista fue aclarando mientras comenzaba a estirarse -Ahh~ - bostezo el pecoso con pequeñas lágrimas en los ojos, de pronto escucho caer la manta que tenía en sus hombros, inmediatamente vió el piso y allí estaba.

Pero... ¿qué? - se sorprendió ya que alguien lo abría arropado anoche. Se percató que ya era tarde y debia ir al palacio, pero debía darse un baño antes de ir al palacio, salió de casa con ropa para cambiarse y jabones mientras se dirigía al río que estaba en el bosque al tiempo que pensaba en quién pudo entrar a su casa de noche.

Al encontrar el río empezó a desvestirse y a sumergir su pie y soltó un jadeo mientras tiritaba de frío.

Es... ta fría~~ - dice con una voz tembloroza cubriéndose el abdomen con sus brazos temblanso mientras se sumergía lentamente empezó a murmurar un encantamiento para calentar un poco el agua, tal y como lo hacía su madre. El agua ahora estaba a temperatura media y pudo sumergirse completamente.

Frotaba el jabón de hierbas sobre sus brazos con satisfacción por la calidez del agua mansa de aquel río.

A unos metros se encontraba Draco observando al pequeño con cabellera verde, y a su costado se encontraba Katsuki tapandose los ojos y volteado de espaldas para no ver a aquel omega que se hallaba desnudo en aquel río.

Lo que pudo alcanzar a ver fue la espalda del pecoso sumergido en el agua, el lobo del príncipe dragón no paraba de pensar en aquella espalda pálida y frágil, aquellos hombros cubiertos por pequeñas y delicadas pecas, suspiro mientras pensaba en aquella cintura del peliverde.

El pelicenizo había regresado esa noche al palacio pero no pudo dormir al pensar en el pequeño omega; así que en la madrugada se había levantado temprano para ir al bosque a ver a su dragón y tratar de desahogarse con él.

Pero ahora estaba a unos metros del pecoso que se encontraba bañandose en las aguas del temple río del bosque, el dragón cuidaba a Izuku sin que él se diera cuenta, el pelicenizo decidió irse con su estabilidad hecha pedazos, aunque su lobo le pidiera quedarse.

El omega había terminado de bañarse y se envolvió en su toalla, comenzó a cambiarse y a secarse el cabello hasta que escuchó el sonido de una rama romperse, Izuku se quedó helado y preguntó - ¿Al... guien está... ahí? - dijo con una voz temerosa, al no encontrar respuesta se puso sus botas rojas con rapidez, tomó sus cosas y se fue con precaución mirando a todos los costados.

El dragón se oculto detras de árboles para no ser visto por el ojiesmeralda, hasta que sintió algo toparse con él.

Izuku se había tropezado con el temido dragón del príncipe sin darse cuenta por mirar a los costados, primero se asustó quedándose inmóvil y soltó un pequeño grito que intentaba ocultarlo con sus manos pero luego vió que el dragón no tenía malas intenciones, se calmó dando un profundo suspiro.

El dragón observó al pequeño omega y se acercó cautelosamente.

Dis... cúlpa... me... me asus...tas...te... - dijo el pecoso tratando de recuperar el aire mientras posaba su mano en su pecho con alivio, luego observó detenidamente al dragón y sus ojos empezaron a brillar de emoción, de dragones sólo lo había leído en libros y aquel dragón era el primero que veía en su vida, el peliverde extendió su mano a la cabeza del dragón al momento en que él se acercaba y lo acarició, a Draco le gustó mucho aquel jovencito y se dejó acariciar felizmente mientras agitaba suavemente su cola, el pecoso con una sonrisa cariñosa y dulce; mientras lo acariciaba se percató que en el cuello del dragon tenía una insignia del reino de dragones y debajo de esta decía "Draco". El pequeño omega al leer aquello dijo -
Con que... te llamas Draaa~co - dijo dulcemente mientras dividía su nombre en sílabas; el dragón se estremeció de felicidad al oír al pequeño jovencito llamarlo por su nombre.

El príncipe albino pasaba por la biblioteca del palacio y vió a su hermano bicolor durmiendo en el escritorio con muchos libros alrededor.

¡¿Qué haces aquí Shoto?! - dice el albino mientras se acercaba al bicolor que poco a poco se reincorporaba - Por lo menos ¿fuiste a dormir a tu recámara anoche? - dice con un tono preocupado, el príncipe menor se sobaba sus ojos mientras cerraba los libros para acomodarlos.

Natsuo se dió cuenta que los libros eran herbarios y no pudo evitar cuestionar - ¿Qué estás tramando hermanito? - Shoto solo lo miro y con una sonrisa cansada contesto - Construir un invernadero de cristal - mientras se levantaba y guardaba los libros.

Netsuo se rió por lo bajo - ¿Acaso es para Izuku? - dijo con tono de intriga.
El bicolor al escuchar eso se sonrojo un poco pues se escuchaba una risita de su hermano al confirmar aquella pregunta al ver la reacción de su hermano menor.

En el comedor principal del palacio se encontraban desayunando la familia real, en la mesa se veían manjares de todo tipo desde panes a ensaladas y frutas de temporada del reino.

La reunión con los ministros y el consejo real será en 2 días - menciona el rey Enji mientras suspira y entrelaza las manos, mientras todos dejan de comer para escucharlo.

Y... presentaremos a Izuku como el príncipe de Natura, como lo hubiera querido la reina Inko - termina de decir, en cuanto Shoto se levanta de la mesa con brusquedad tirando su brazo en forma de negación completa.

¡¡¡NO PODEMOS PRESENTAR A IZUKU COMO PRÍNCIPE DE NATURA PADRE!!! - grita el príncipe bicolor con desesperación.

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