Al siguiente día el reino de fuego y hielo amaneció con un cielo nublado, el príncipe de cabellos bicolores bajaba por las escaleras hasta llegar a la sala de música, se acercó al piano que se encontraba en el centro de la sala, recorrió su mano por la cubierta mientras recordaba aquellos días que podía estar cerca de su dulce Izuku...
Cansado se sentó en la banca del piano para empezar a tocar, levantando la cubierta suavemente, quizá la música lo despejaría de aquellos pensamientos que lo estaban mortificando.
Posó un dedo en la tecla esperando una respuesta, el sonido grave retumbo en la sala haciendo eco profundo, quizá aquello lo esperaba, colocó su otra mano sobre las teclas comenzando a tocar.
El simple hecho de ocultar lo que sentía y sabía lo mataba lentamente.
El castillo se inundó de nostalgia y tristeza; estaban condenados, al principio de los tiempos... a la desgracia de su reino.
El violín de Izuku aún seguía en aquel estante de la sala y ya nada podría cambiar, probablemente no volvería más; se echaría a la perdición con aquel secreto de su padre, los errores de su hermano lo alejaba de quien más había amado.
Si bien callaría lo que sabe... la música delataba su cruel pesar, poco a poco fue culminando aquella pieza que hablaba cuando él no podía hacerlo, el último acorde hizo estremecer el espacio, hasta que la puerta es tocada.
Adelante - responde el príncipe bicolor pasando sus manos por su cabello demostrando cansancio mental por todo lo que pensaba en esos momentos; entró Tokoyami lentamente hasta acercarse al príncipe.
Príncipe... - lo llama el hombre de plumas al verlo ido en pensamientos - Los dos quieren hablar contigo... - dejando pasar a ambos, la hechicera se acercó al príncipe dejando atrás al caballero de cabello azul.
Su alteza necesitamos saber... ¿Dónde está Izuku? - dice la castaña con precaución esperando una respuesta.
¿Su alteza? - Cuestiona el caballero de gafas al verlo con la mirada perdida, completamente sumergido en sus pensamientos.
Izuku... - murmura el príncipe, con un volumen casi imperceptible; aquello hizo despertarlo de su trace - Izuku - menciona el príncipe poniéndose de pie; sorprendiendo a los que estaban en aquella sala.
Mientras trataba de situar sus pensamientos - Están en el reino de dragones... debemos irnos ahora mismo! - responde el príncipe con inquietud. Necesitaba verlo; aunque no se sintiera digno ni siquiera de verlo, necesitaba saber que estaba bien para estar tranquilo, quizá lo único que debía pensar era protegerlo para siempre aún en la distancia.
Los rayos de sol atravesaron la ventana de la habitación en donde se encontraba el peliverde; en un mueble cerca a la cama en donde descansaba estaba el príncipe de dragones cuidando el sueño de su omega, que aún no recobraba la conciencia.
La luz hizo despertar al pelicenizo, al alzar la mirada vio a su hermoso pecoso aún dormido, tomó la mano del pequeño esperando su despertar, no se había separado de él ni por un instante, él quería ser el primero que vea cuando despierte.
El pelicenizo tomó la delicada mano de su omega durmiente, una mirada de nostalgia en cuanto pudo percibir un leve movimiento de aquella mano, poco a poco el peliverde empezó a abrir sus ojos, sus pestañas largas poco a poco se separaron.
¿Kacchan? - susurra el pequeño omega que acababa de despertar, al poder divisar que a su lado se encontraba el príncipe de dragones. - ¿Dónde estamos? - pregunta el peliverde desconcertado con la voz algo ronca pero tierna, tratando de reincorporarse.
El ojirubí al verlo se abalanzó al ver al pequeño despertar dándole un abrazó - ¿Kac... chan? - pregunta el indefenso omega con preocupación, mientras que el pelicenizo se aferra más a él - ¿Estás bien? - pregunta el pequeño confundido. - ¿Pasó algo? - aún más confundido.
Cállate maldito Deku - contesta el pelicenizo - en serio... no sabes cuánto me preocupe por ti idiota. - susurra bajito casi imperceptible apoyando la cabeza en el hombro de su omega.
El menor aún no entendía nada estaba muy desconcertado hasta que se percató que su alfa desprendía feromonas de protección inconscientemente - Estoy bien... - susurra dulcemente finalizando con una sonrisa disfrutando del abrigo.
Las puertas de la habitación se abrieron estrepitosamente; la reina entró corriendo a ver a su sobrino que acababa de despertar, el rey se quedó en la puerta observando la escena.
¿Tí...a? - dice algo confundido el peliverde al verla, con una expresión graciosa
Oh... querido Izuku!!! - exclama la peliceniza mientras abría sus brazos para abrazar a Izuku con todas sus fuerzas, el pelicenizo al ver eso se rehusó a soltar a Izuku, ambos comenzaron a pelearse por tener a Izuku, el rey de dragones reía al verlos tan animados discutiendo por quién podría abrazar al pequeño.
MOCOSO YA SUÉLTALO! - gritaba la reina mientras golpeaba la cabeza de su hijo - NI LOCO VIEJA BRUJA! - contesta el ojirubí que cubría a Izuku que se encontraba abochornado, en eso la madre hace una explosión con sus manos haciendo que Bakugo soltara a Deku; inmediatamente la peliceniza atrajo a su sobrino hacia ella por fin logrando abrazarlo - mi dulce Izuku - llama al peliverde dándole mimos y besos; Katsuki finalmente se resignó a dejar que su mamá abrace a su Deku.
YA ES SUFICIENTE! DEVUÉLVEMELO! - clamó el príncipe al cabo de unos segundos
NO. - Contesta tajantemente la reina peliceniza.
AHHHHHHHHHHHHHH!
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Te Encontré [Katsudeku] [Omegaverse]
FanficA las afueras del reino vive Izuku, herborista del reino; su vida es pacífica hasta que en una noche de luna llena encuentra al príncipe de dragones; su cumpleaños se acerca... y el sello se desvanece. ✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨ No se olviden de votar 💖 Sus come...