Te Encontré [Katsudeku] [Omegaverse]

Capítulo 41

El príncipe de cabellos grises azulados observaba desde lo alto de la ventana de su alcoba, notaba cómo el cielo manifestaba una inusual tormenta eléctrica en su reino, la lluvia mojaba su ventana.

— Es extraño... — Murmuró mientras llevaba unos pinceles teñidos en acuarela tratando de retratar la increíble tormenta que había fuera.

La puerta sonó dando aviso que debía bajar a cenar, aquello era extraño pues su padre quería cenar con él, de alguna forma inesperado.

Bajo las inmensas escaleras, los nobles caminaban por todo el castillo, de forma rápida y algo apresurada, se distraía observando a todos pasar.

— ¡¡Shinso!! — exclamó la joven condesa que fue apresurada a lanzarse encima del príncipe que la esquivó. — Qué malvado eres — se enoja con una mueca graciosa.

— ¿Dónde está Tamaki? — pregunta aunque sabía que la respuesta sería obvia.

— En el comedor real... — respondió la joven de cabellos celestes sorprendiendo al príncipe pues normalmente estaría resguardado en su habitación por la tormenta.

— Es... — trataba de articular cuando la condesa respondió.

— Todos vamos a la gran reunión, debe ser algo muy, pero muy importante — dijo dubitativa.

Continuaron su camino hacia el comedor, la joven presumía del vestido que llevaba esa noche con sutileza, al llegar a la puerta se dejó ver cómo las más altas autoridades del reino, miembros del consejo, ministros y nobleza esperaba el gran banquete, aún no llegaba su padre pero todos murmuraban sobre las posibilidades de la causa de la reunión.

Se ubicaron en su lugar establecido por rango, allí Tamaki se hallaba con total seriedad, lucía cansado; detrás de él se encontraba su guardián que los saludó con una sonrisa, uno de los caballeros dio aviso que el gran Rey de Lluvias ingresaría.

Todos se pusieron de pie, el silencio inundó la sala en muestra de respeto al rey; las inmensas puertas se abrieron dejándolo pasar, los presentes hicieron una reverencia al rey que sólo prosiguió a dar la orden que todos tomaran asiento.

Se sentó en el extremo de la gran mesa, todos esperaban con silencio lo que diría, sabían que aquella reunión era absolutamente relevante.

Seré breve — Dirigió su mirada a todos para cruzarse con la de su hijo.

Debemos prepararnos para un ataque inminente — dijo el rey tajantemente para luego tomar asiento completamente agobiado y fatigado por todo.

Los presentes comenzaron a descontrolarse; las preguntas desesperadas y atropelladas se daban con rapidez, el miedo invadió el comedor que tenía el mejor banquete del reino.

— ¡¡Danos respuestas!! — Pidió el gran concejal dejando a todos en silencio con la mirada dirigida al rey.

" El reino oscuro... ya está aquí"