Heredera Del Infierno #1 [✓]

Capítulo 7

Atalía

Me remuevo en una superficie suave, mi cabeza descansa contra la suave almohada, no hay locos, no hay demonios, no hay arcángeles y mucho menos las cosas se sacuden como si de un terremoto se tratara.

Si sabes que lo causaste tú ¿Cierto?

Shuuuu. No estoy.

Te estoy viendo y si estás.

Doy un respingo y me siento. Amadeo está sentado en una silla enfrente de mi cama.

— ¿Qué coño haces aquí?

— Vigilaba que no explotaras después de lo de esta mañana. Al parecer si no estoy, explotas.

—Lo dices como si no pudiera vivir sin ti.

— Se muy bien que puedes vivir sin mí, Atalía.

— Tú eres el que está detrás de mí, no yo.

— ¿Y como no lo voy a estar si siento tu angustia? Pero mira, no es de mi agrado ser tu niñero, Atalía. Tienes que aprender a controlarte y dominar tus habilidades

— ¿Y es que te crees que es fácil? Hace una semana no era una puta rareza buscada por una secta de locos, mucho menos vivía con vampiros — Sacudo mi mano —. Y tampoco era alma gemela de un vampiro amargado que está todo el día en mi cabeza.

— Bueno, en eso estamos igual. Hace una semana mi única preocupación era que los mocosos no se metieran en mi espacio, ahora tengo una niña pequeña que cuidar.

— No soy una niña — Reprocho.

— Cariño, tienes diecisiete años y yo cien. Eres básicamente un feto.

Rió secamente — Algo entre nosotros ni siquiera sería legal.

Él esboza un arrebato de sonrisa, sus ojos brillan en diversión — ¿Y quién dijo que pasaría algo entre nosotros, cariño?

Enarco una ceja — ¿No se supone que con la mierda del hilo debemos estar juntos? — Bato mis pestañas — Y vivir una historia épica de amor cursi y romántico.

Él ríe abiertamente — Somos almas gemelas, no el amor de nuestras vidas.

— Ok, ahora sí me perdí ¿Me explicas?

Niega con la cabeza divertido — Nos pertenecemos en alma, más no en corazón.

— Renato dijo algo sobre qué las Personas de los vampiros de sangre azul, son aquellos que amarán y esa mierda.

— Eso suele pasar en la mayoría de los casos, más no siempre. Cada pareja decide si amarse o no hacerlo, no puedes forzar el amor, no todas las almas gemelas terminan juntas. Pacíficamente puedes hacer tu vida con alguien más, al igual que yo.

Asiento procesando la información. Podemos estar separados perfectamente. Y la verdad creo que sería la mejor opción.

— ¿Algo más que agregar sobre los vampiros de sangre azul?

— Por lo momentos creo que nada, arréglate y baja a cenar. Tienes que comer algo.

— No eres mi papá.

— Cierto, él está en el infierno. Literalmente.

Amadeo

Salgo de la habitación de la ojo rosado con rumbo a la mía, en el camino me encuentro a Raziel.

— ¿Despertó?