Capítulo 19

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Atalía

— Me siento como la mierda — Digo jadeando.

— Vamos, Atalía — Me alienta Galileo.

Galileo vuelve a golpearme y rápidamente le lanzo una bola de fuego que el logra esquivar. Utiliza su habilidad para pegar sus brazos a mi cuerpo y hasta ahí llega mi fuerza.

— Mierda ¡No puedo respirar!

— ¡Vamos, Atalía! Yo sé que puedes

Enfoco todo lo que puedo de mi poder. Mi cabeza duele.

Siento como el agarre mis brazos se afloja y Galileo jadea en busca de aire.

— Fueron cinco minutos — Me felicita —. Hace dos semanas lograste hacerlo en ocho, vamos mejorando.

— Yayy — Digo sin ánimos.

Llevo tres semanas entrenando como un perro. He mejorado bastante, pero no sé cómo reaccione en una situación de riesgo.

— ¿Terminamos?

— Terminamos

No me pregunten cómo pero logramos convencer a Renato de dejarnos salir al bosque.

Cuando llegamos a la casa entro rápidamente a la habitación que comparto con Amadeo y el se encuentra en la cama leyendo un libro.

— ¿Qué tal? — Murmura dejando de ver el libro.

— Cinco minutos — Digo sonriente.

— Eso se merece un premio — Esboza una sonrisa ladeada.

— Concuerdo, pero primero iré a ducharme. Parezco un cerdito.

— ¿No quieres compañía? Ya sabes por si no llegas al champú y necesitas que alguien te lo pase — Se encoje de hombros —. O te lo aplique.

Le guiñó un ojo — Paso. Tal vez para la próxima

Me devuelve el gesto — Siempre estoy disponible, preciosa.

Entro a la ducha y me encargo de limpiar todo mi cuerpo, enrollo la toalla por sobre mi busto y salgo del baño para encontrarme a Amadeo recargado en la puerta.

— Te tardabas mucho pensé que te ahogaste — Dice y su mirada me hace saber que esa no era la razón.

Atrapado.

Idiota.

— Tu pelo está creciendo, ya cae completamente en tus hombros.

Echo un pequeño vistazo a mis hombros y efectivamente mi cabello ha estado creciendo, cuando llegue aquí estaba un poco más arriba de mis hombros y ahora ya llega hasta ellos.

— Algún día lo vuelvo a cortar — Me encojo de hombros.

Mi novio asiente y su mano se desliza por mi mejilla y me atrae hacia él para besarme con pasión. Rápidamente le correspondo, no me doy cuenta de que estamos retrocediendo hasta que mi espalda da contra la puerta del baño y Amadeo pega su cuerpo a mí, sus manos van a mi cintura por sobre la toalla y dan un pequeño apretón que sin dudas acentúa la llama.

El nudo que hay en la toalla se deshace y está empieza a deslizarse por mi cuerpo. Antes de que yo la sostenga contra mí Amadeo me toma por sorpresa haciéndolo él. Mantiene su vista en mi cuello mientras hace un amarre para la toalla.

— Vístete, quiero mostrarte algo — Murmura una vez que termina.

Lo hago a un lado y entro al clóset. Me coloco un pantalón de pijama gris y me debato en la parte de arriba. Al final me decido por tomar prestada una camisa de mi novio, es totalmente negra.

Heredera Del Infierno #1 [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora