Heredera Del Infierno #1 [✓]

Capítulo 4

Atalía

Salgo corriendo de mi cuarto con la carta en la mano. Necesito encontrar a Renato. Ya. Corriendo por el pasillo me chocó con alguien y casi me caigo de culo.

Y digo casi porque Amadeo me tomo por los brazos estabilizándome.

— ¿Qué coño te pasa? Siento tu desesperación.

— ¿Dónde está Renato? — pregunto rápidamente.

— La última puerta es su oficina — señala — ¿Qué sucede?

Le estrello la carta en el pecho y corro hacia la oficina de Renato, no me molestó en tocar, abro la puerta y veo a mi padrino sentado en su escritorio y a Raziel sentado enfrente de él, ambos detienen su conversación y dirigen su mirada hacia mí.

— ¿Y es qué no sabes tocar? — cuestiona Raziel.

Lo ignoro —Leí la carta —informo.

Renato asiente y se dirige a su hijo —Terminaremos está conversación después. Vete —ordena.

Raziel se levanta farfullando groserías y choca su hombro con el mío antes de salir y cerrar la puerta. Tomo asiento frente a Renato, el cual tiene las mangas arremangadas y los brazos cruzados sobre su pecho. Me daría miedo si no hubiera estado en el internado.

— ¿Que decía la carta? —pregunta.

—La verdad sobre mis padres.

Él suspira —Préstame mucha atención, Atalía.

Amadeo

Veo el camino por dónde desapareció la Minion, tengo un papel en la mano. Me encierro en mi habitación y leo su contenido.

¿Qué? Amo el chisme, no me escondo

Querida Atalía:

Si estás leyendo esto es porque estoy muerta, y lo más probable es que estés a punto de ir con Renato. El cuál es tu padrino del que te aleje. No lo culpes.

Lo siento, sé que te hice daño con mis acciones, creí que te protegía cuando en realidad solamente te herí. Fui egoísta pero la verdad no estaba preparada para lo que eres.

Te amo, intenté protegerte, pero la verdad es que buscaba protegerme a mí.

Sé que mis palabras no son suficientes, también sé que muy probablemente te quedarán dudas con esta carta, es que hay cosas que ni yo entiendo.

Tus padres no murieron en un accidente de auto como te hice creer. Otra mentira, lo siento.

Tus padres son Ariel y Astaroth. Un demonio y un arcángel. No conocí mucho a tu padre, pero te puedo decir que tu madre te amo cada segundo que te tuvo en sus brazos. Lastimosamente ella está muerta y de tu padre no sé mucho.

Aquel fatídico día del accidente lloraste jurando que no era tu culpa, lamento decirte que si lo fue.

Pregúntale a Renato, él lo sabe todo.

Lo siento.

Sinceramente.
Dalilah.

Suspiro, puedo sentir la desesperación de Atalía, todos en esta ya sabíamos que es ella.

Y sobre todo de quien es hija.

Atalía

Eres fruto de un amor prohibido —explica —. Entre una arcángel y un demonio. Astaroth y Ariel —su tono suena algo melancólico — Ellos se conocían desde hace eones. Se vieron por primera vez en la batalla que llevo a qué Atlantis se hundiera —frunzo el ceño ¿Atlantis existe? ¿Se hundió por una batalla entre ángeles y demonios?