Capítulo Once: Los Tres Grandes.

615 114 55
                                    

— Me alegra muchísimo que ustedes dos estén bien, ya han pasado unas semanas desde que llegaron pero debemos ponernos en marcha a Karasuno. —Habló Daichi, una vez más todos reunidos en la sala de la pequeña casa. Kenma entre los brazos de Kuroo y Bokuto abrazando a Akaashi.

— ¿A karasuno? —Murmuró Yaku comiendo un dulce  que le había dado Natsu por ser bonito.

— Sí, no tuvimos tiempo de hablarlo, pero en éstos meses se crearon los tres grandes, lugares libres de zombis y en construcción de algo grande para sobrevivientes. —Respondió Sugawara, éste lamía una paleta, la cual Natsu le había dado por ser el más tierno.

— ¿Y qué son los tres grandes? —Murmuró Kuroo, dando suaves mimos a la cabeza de Kenma quién se dormía en su pecho, pero aún así se mantenía atento a las palabras del líder de Karasuno.

Si se preguntan como están esparcidos todos, la verdad es que todos estaban sentados en muebles, sillones y el suelo, todos mirando hacia la pared, donde yacía parado Sawamura Daichi imponiendo su liderazgo, comiendo dulces regalados por la menor de todos.

— Los tres grandes de Miyagi, número uno. Shiratorizawa, liderada por Ushijima Wakatoshi, es el establecimiento más grande de todos, cuenta con más de doscientos sobrevivientes que se niegan a salir fuera de los muros y quieren a toda costa vivir como civiles normales, las puertas se mantienen cerradas y solo permiten ingreso a sobrevivientes desarmados. No han sufrido bajas, pero tampoco son fuertes peleadores, no saben defensa y no les interesa saberla. Viven como si fuera de las rejas no existieran los monstruos come humanos. —Explicó Daichi junto con un suspiro, Bokuto alzó una ceja confundido, gente que vivía sin ser consciente del peligro que los rodeaba.

¿Era siquiera posible eso? Y si... ¿Y si se llevaba a Akaashi a Shiratorizawa?
El menor no tendría rupturas mentales, no tendría problemas, podría vivir tranquilo sin miedo de nada, miró a Akaashi para hablarle de ello y se sorprendió ante la mirada fría que éste le estaba dando.

— Ni siquiera lo pienses, Bokuto San. Yo no iré a Shiratorizawa. —Le regañó, dando un leve golpe en su hombro, volviendo a acomodarse entre sus brazos. El búho de ojos miel sonriendo, claro... Akaashi jamás lo dejaría, ya había tomado su decisión.

— Entonces.. Shiratorizawa es como el paraíso para los débiles. —Se escuchó de parte de Yamamoto, éste mordía la paleta que estaba en sus manos.

— Se podría decir que sí, pero si nadie sale no habría comida ni protección. —Comentó Nishinoya, mirando a Daichi, el mayor asintió.

— ¿Entonces cómo es que hay gente viva aún? —Un confundido Konoha se entrometió, el tenía la paleta con el título de "Ser el más guapo."

Aún que nadie le ganaba a la paleta de Akaashi, la pequeña Natsu se la dió con el título de ser un príncipe azul; excepto Kageyama quién era un Rey para la pequeña, pero el no entraba en el juego que habían hecho ya que la menor estaba enamorada de éste.

— Aquí es cuando entra el número dos. Aoba Johsai, liderada por Oikawa Tooru, es el segundo establecimiento más grande, cuenta con unos noventa sobrevivientes, son capaces de protegerse y hacer tratos, tienen una alianza con Shiratorizawa pero a no ser que seas puesto a prueba no puedes permanecer en ese lugar. Proveen frutas y verduras a Shiratorizawa, son tierra fértil. Tienen huertos y en el poco tiempo que ha pasado fueron capaces de crear pozos de agua potable. —Explicó Sugawara, abrazaba sus piernas mientras veía a todos.

Todos estaban pendientes de toda información para adaptarse.

— ¿A que se refiere con una prueba, Senpai? —Preguntó Shinayama, interesado en los segundos más grandes.

— Para ingresar a Aoba Johsai te ponen a prueba un mes, debes lograr hacer brotar una puta semilla en su máximo potencial y que pueda reproducirse con los demás plantas para que seas útil. —Respondió Tanaka, daba cariños en los cabellos de su novia, Shimizu sólo mantenía sus ojos cerrados y comía galletas, las había ganado por ser la más hermosa mujer.

— ¿Y el tercero más grande es Karasuno? —Kuroo preguntó, dándole una mirada de envidia al líder de los cuervos, todos se quedaron en silencio, Daichi sonriendo con la palabra "victoria" escrita en todo su rostro.

Número tres. Karasuno, liderado por Takeda Itettsu, somos pequeños en establecimiento, contamos con alrededor de cincuenta sobrevivientes, somos la fuerza, contamos con más de cien armas y entrenamientos desafiantes, la única pregunta es "¿Estás listo para dar tu vida por los demás?" —Explicó Daichi, sacando un arma de su cinturón. La mostró a todos, tenía una K marcada en la parte de abajo. — Tenemos una alianza con Shiratorizawa, llevamos sobrevivientes y cada semana cambiamos los guardias para no agotarlos, nos aseguramos de cuidar la próxima civilización.

— ¿Entrenan para dar su vida por desconocidos?

— Se podría decir que sí, somos de la poca gente de confianza que queda, somos los que salen más allá de Miyagi buscando nuestra propia comida y más armas así como municiones. No dependemos de los otros y somos lo suficientemente fuertes y ágiles para crear planes de emergencia. —Asahi respondió.

— ¡Tatakae! —Gritó Nishinoya, Tanaka siguiéndole el juego.

— ¿No tienen una alianza con Aoba Johsai? —Kenma fué quién habló, todos quedando en silencio ante lo baja que era su voz. — Sería mucho más sencillo que nos unieramos, darles armas a cambio de comida cada mes. Ellos pueden proveer cuanto quieran porque tienen un límite de personas, pero si Karasuno es más fuerte y en un mes reunimos casi cien municiones y armas somos peligrosos, les convendría mucho tenernos de aliados y no como enemigos.

— ¡Kenma eres tan inteligente! —Gritó Bokuto sacudiendo su cabello, el rubio haciendo una cara de desagrado.

— Bokuto San, no moleste a Kenma, debe tener pequeños dolores de cabeza aún. —Habló Akaashi, el otro abriendo sus ojos en shock, asintió mientras se disculpaba con el rubio.

— No nos hemos podido comunicar aún, el paso a Aoba Johsai es peligroso, cuenta con almenos unos cien zombis rodeando el área, es fácil para ellos salir porque usan autos para transportar los alimentos a Shiratoriza...

— Espera, espera, Aoba Johsai provee comida a Shiratorizawa y ustedes proveen guardias y seguridad... ¿Pero qué mierda les da Shiratorizawa a los otros dos grandes? —Interrogó Kuroo, algo no cuadraba ahí y era sospechosa esa pequeña parte.

Se hizo el silencio, todo Karasuno se miraba entre sí, como si buscaran evadir la pregunta, Ennoshita se levantó.

— Shiratorizawa nos dió un trato justo. —Respondió rodando sus ojos. — Pero no es tan justo, nuestro líder, Takeda Sensei es quién hizo el trato con Ushijima. El trato consiste en que si Karasuno es atacado por cualquier integrante de Shiratorizawa tenemos derecho a abrir fuego y asesinar sin discriminación.

— ¡Espera! —Gritó una vez más Yamamoto, alterado. — Ósea que si un pequeño grupo de Shiratorizawa decide atacar Karasuno para robar armas o lo que sea, ¿tienen el derecho de matarlos?

— Exacto, matamos a quienes no respetan la protección que les otorgamos, Ushijima no puede defenderlos porque es el trato. —Susurró Daichi. — Pero no sabemos que le dan a Aoba Johsai.

— Esto es... mucho... —Murmuró Lev, se hizo un grande silencio que duró al menos cinco minutos, todos pensando y comiendo las paletas.

La pequeña Natsu dormida en los brazos de Kageyama el cual analizaba lo más rápido que podía la situación.

— Tienen la elección. Cuando lleguemos a Karasuno pueden tomar la decisión que llevarán el resto de sus vidas. Ir a Shiratorizawa y depender de otros, ir a Aoba Johsai y ser puestos a prueba o quedarse en Karasuno y servir a otros sobrevivientes. —Dijo por último Daichi y movió su mano, dando a entender que la reunión había terminado.

Todos se dispersaron menos las dos parejas que seguían juntos. Kuroo y Kenma junto a Bokuto y Akaashi.

Bastó con unas miradas, no tuvieron que hablar para darse cuenta que los cuatro habían tomado la misma elección.

As the world caves in. |Bokuaka|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora