Capítulo Quince: Aoba Johsai - Parte Uno.

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Akaashi al enterarse que debían ir de guardias por el bosque hasta Aoba Johsai no estaba muy contento, no le traía buenos recuerdos, pero si era ese lugar quién les daría comida a todos estaba bien, debía poder lograrlo.

Kageyama corría por delante de ellos, habían salido treinta minutos antes ya que Takeda iría en auto con dos guardias y podrían llegar primero si no se adelantaban.

Kageyama saltó con agilidad una roca grande, Akaashi siendo el segundo en saltarla y seguir el paso del otro, escuchó pisadas detrás de el lo que significaba que Terushima, Nishinoya, Yamaguchi y Futakuchi lo habían logrado también.

Eran los más rápidos y ágiles; aunque Hinata también lo era pero Kageyama no lo había recibido en el grupo de rescate por lo que tuvo que ingresar al de Aone.

Yamaguchi de pronto se adelantó a Kageyama por un lado, hizo señas, zombis cerca. Se detuvieron y analizaron el lugar, Futakuchi fue quién ésta vez los iba a guiar. Dió un gran salto y se subió a un árbol, los demás imitaron la acción del otro.

— Akaashi, recarga. —Este de atrás de su espalda sacó su rifle y siguió instrucciones, se puso en posición desde la rama en la que estaba. Vió la mano de Nishinoya, esperando su permiso a abrir fuego, en cuanto la mano de éste se cerró Akaashi disparó a los primeros tres zombis que se movían como desesperados, no eran los lentos de siempre. En cuanto murieron bajaron de los árboles.

— Tiempo. —Pidió Kageyama.

— Quince minutos y contando. —Respondió Terushima mirando el reloj de bolsillo.

— Debemos seguir, ya vamos a llegar. Yamaguchi, Terushima y Akaashi irán por el lado izquierdo hasta llegar a una casa cercana a la puerta de Aoba Johsai, procuren no ser vistos. Nishinoya y Futakuchi vendrán conmigo al otro extremo, vigilaremos de ambos lados cuando llegue Takeda. —Todos asintieron ante el mandato de Kageyama.

Akaashi se fue con su grupo entrando a la ciudad, corrieron por lugares donde no destacaran, al ver el lugar más cercano entraron y sacaron sus cuchillas de las botas, hicieron un poco de ruido, dos zombis corriendo a ellos, Terushima mató a ambos con rapidez.

— Iré arriba, Yamaguchi vigila la ventana del primer piso, Terushima la puerta.

— Entendido. —Respondieron ambos, Akaashi subió al segundo piso de la casa con cuidado, abrió todas las puertas revisando el lugar, en cuanto vió que una habitación era de bebé hizo una leve mueca, rogaba para no ver un bebé zombi o se daría un tiro ahí mismo.

Dejó el cuchillo en su bota, no había nada ni nadie en el segundo piso, o eso pensó al ver como algo se movía en la cuna.

— Por favor que no sea un bebé contagiado. —Rogó sacando una vez más su bota, quitó la manta de golpe y abrió la boca, era un puto zombi de una niña de unos tres años, toda doblada y delgada en ese lugar. Sintió las arcadas llegar, sacó la mascarilla negra que traía y se la puso. Supuso que los otros dos zombis eran los padres, apuñaló su cabeza y juntó sus manos pidiéndole a los dioses que cuidaran a esa criatura. Se dejó la mascarilla puesta para evitar cualquier contagio de algo.

Luego se puso a pensar. ¿Dónde estaba el bebé?

Una habitación era de la niña, la había visto, otra era de los padres y en la que estaba era la de la bebé.  ¿Dónde estaba el bebé? ¿Lo habrían escondido antes de que se transformaran o alguien más se lo llevó?

Miró por la ventana de esa habitación, aún no llegaba Takeda, vió en la casa de enfrente a Kageyama, éste le hizo unas señas, todo iba bien.

Cuando se acomodó con el rifle escuchó un leve ruido, se volteó con rapidez empuñando el cuchillo, el ruido venía de una puerta que no había visto en la misma habitación, abrió la puerta y abrió su boca sorprendido.

As the world caves in. |Bokuaka|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora