Capítulo Dos: Elección.

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Habían pasado tres semanas y la comida era poca, cada uno gastando poco a poco lo de su almuerzo. Sentían hambre, frío y mucha sed. Komi se quejaba constantemente por querer tomar una ducha o ir a un baño normal, en cambio Akaashi comenzaba a dudar que Kuroo vendría.

Las señales telefónicas habían caído en la segunda semana de encierro, no había más llamabas para ninguno, al menos Akaashi había comprobado que sus padres vivían, pero ellos estaban fuera de la ciudad. Akaashi les prometió encontrarlos pero no podía hacer nada si Kuroo no venía por ellos.

Miró por una de las ventanas, habían algunos zombies merodeando afuera, parecían mover sus cabezas al mínimo ruido y había notado que a la luz eran demasiado activos.

Bokuto San cada noche lo abrazaba y lo hacía dormir entre sus brazos, prometiendole que Kuroo llegaría, pero para Akaashi eso ya tenía una probabilidad de cero por ciento. Konoha y Komi planeaban como irse, él quería unirse a ese plan... pero Bokuto no se iría si no era Kuroo quien lo sacaba de ahí.

— Salgamos por la noche, no es que los zombis duerman, pero no ven, el máximo problema sería hacer ruido, Konoha. —Susurró Komi mirando al nombrado, Akaashi prestaba atención al plan. — Solo tendríamos que correr a la casa más cercana de nosotros.

— Mi casa. —Murmuró Akaashi, quitando el cabello de su rostro. — Mis padres no están en casa, así que sería imposible que alguien durante éste tiempo haya entrado.

— Hecho, hoy por la noche nos vamos a la casa de Akaashi. —Murmuró Konoha con una sonrisa, al fin saldrían de ese lugar.

— Me voy a quedar. —Los tres giraron su rostro al búho quién tenía el cabello hacia abajo, no como cuando era emo, solo... estaba abajo por la falta de gel.

— Bokuto San, no es hora de un berrinche. —Habló con voz dura Akaashi, él también había querido esperar a Kuroo, pero el hambre, la sed, las ganas de un baño eran mayores y preocupantes.

— Akaashi, ¿tengo cara de que estoy haciendo un maldito berrinche? —Habló aún sentado en su lugar, su mirada fija en el menor, éste habría temblado ante el tono de voz, pero estaba cansado de ver a Bokuto así, tan rendido a la vida y solo para esperar a alguien que no llegaría.

— Reacciona, Bokuto San. O vienes con nosotros... O lo nuestro se termina y te quedas a morir aquí solo. —Esas fueron las palabras que rompieron el estado de Bokuto pues sus ojos no tardaron en llenarse de lágrimas, abrazando sus piernas para luego esconder su rostro en medio.

— Oi, Akaashi, creo que te pasaste un poco. —Susurró Komi viendo al de cabello gris. Akaashi solo pasó saliva y se sentó dándole la espalda a Bokuto. Su pecho apretandose con fuerza al escuchar los sollozos del mayor.

— Jamás te pedí elegir entre Kuroo San y yo. Pero ahora lo hago, Koutaro. —Se levantó, sacudiendo sus pantalones. Se paró frente al mayor, tomó aire deseando que su voz no temblara ante lo que le pediría al mayor. — Es Kuroo San o yo.

La noche cayó, todo estaba en silencio, deseaban poder salir de ahí y no encontrarse más zombis en la entrada de la academia

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La noche cayó, todo estaba en silencio, deseaban poder salir de ahí y no encontrarse más zombis en la entrada de la academia. Abrieron poco a poco la puerta y pasó saliva, giró su cabeza y su corazón se rompió una vez más ese día.

"— Elijo a Kuroo, Akaashi."

Komi y Konoha corrieron lejos de la puerta, Bokuto miraba fijamente sus ojos, Akaashi dejó salir algunas lágrimas antes de acariciar la mejilla del mayor.

— No lo siento, Bokuto... Te amo, pero quiero vivir y me habría gustado vivir contigo... —No dejó que Bokuto respondiera y cerró la puerta con fuerza, provocando ruido, escuchó el click del otro lado y corrió hacia los demás, los zombis no tardando en arremeter contra la puerta. Al ver como todos se acumulaban avanzaron hacia la salida.
Antes de llegar a la salida Akaashi pateó con fuerza un basurero, todos los zombis de la puerta corriendo a el ruido, así desocuparon una vez más la puerta.

Corría tan rápido como podía, su respiración tan agitada y sus ojos nublandose ante las lágrimas, Bokuto no lo había elegido en esos momentos.

En esos momentos que el mundo se derrumbaba.

Llegaron sanos a la casa, Akaashi cerró la puerta y se dejó caer en el sillón, todo estaba en silencio.
Konoha y Komi no tardaron en ir a la cocina, riendo suavemente al darse cuenta de que el agua seguía saliendo. Llenaron tantas botellas como encontraron.

En cambio Akaashi permaneció en el suelo, apretando su camisa sobre su pecho, dolía. Dolía tanto.

 Dolía tanto

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— Akaashi... Vuelve, por favor. —Sollozó el mayor aferrándose a la chaqueta del menor, sus lágrimas no dejaban de salir. Se prometió esperar tanto como pudiese y junto a Kuroo buscaría a su Akaashi en su casa, solo esperaba verlo ahí una vez más.

Pero... que equivocado podía estar Bokuto.

As the world caves in. |Bokuaka|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora