𝗖𝗥𝗘𝗔𝗖𝗜𝗢𝗡𝗘𝗦|| ᴊ.ᴊᴋ EDITANDO

02

Año 2014

-SooRim ya es tarde, ve a dormir si?-Dijo la madre de la pequeña con una cálida sonrisa en el rostro.

-Está bien, buenas noches-Dicha la última frase, fue a su habitación y trató de dormir.

A las 2:30 am, la castaña no podía conciliar el sueño, por lo que se despojó de las sábanas que la cubrían en su cama y fue hasta la ventana de su habitación con intenciones de observar la noche. Pero algo llamó su atención... A penas se asomó, un conejo rojo apareció de la nada en el patio trasero de su casa.

SooRim salió rápidamente de la casa, camino al lugar donde había visto tal animal, pero ya no estaba.

Estaba soñando despierta?
O...
Solo fue su imaginación?

Aún con curiosidad por lo que había visto, la adolescente caminó un poco más dentro del patio, y a pesar de que estaba algo oscuro... El miedo no era una de sus virtudes.

-Por que estás despierta a esta hora?-Una voz masculina se hizo presente en el lugar. La castaña buscaba con su vista al dueño de la ronca pero amable voz-Aqui arriba...-La persona que había hablado, estaba justo en el árbol de cerezos que se encontraba en el patio trasero de su casa. Esta lo vio con curiosidad y sonrió al recordar lo que siete años atrás esta persona había hecho por ella. Porque si, era el mismo hombre que la había ayudado con su rodilla cuando era más pequeña.

Ella nunca lo olvidó...

-Siempre supe que eras mi ángel guardián-Sonrió.

-A veces no funciona a la primera, por eso debes seguir intentando...-Bajó del árbol de un salto y se posicionó justo en frente de la castaña.

-No entiendo-Dijo SooRim con notoria confusión.

-Cuando estés más grande... Lo entenderás-Se acercó al cálido rostro de la adolescente y dejó un beso en una de las mejillas de esta, para después acercarse a su oído, haciendo que los nervios de la castaña salieran a la luz por su acercamiento-Se sintió bien... Saber que, haz crecido como esperaba...

¿A qué se refería?

Se alejó de SooRim y sonrió.

La castaña creía que estaba soñando, así que estrujó sus ojos un poco y cuando su visión estuvo despejada. No había nadie... Esa persona había desaparecido. Otra vez