𝗖𝗥𝗘𝗔𝗖𝗜𝗢𝗡𝗘𝗦|| ᴊ.ᴊᴋ EDITANDO

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Lee Soo Rim

-A-A que te r-refieres...-Dije asustada cuando de la nada la muñeca comenzó a caminar despacio en mi dirección, mientras ese hombre solo reía burlón al miedo que sentía.

-Yo no estoy haciendo nada, bebé...-La muñeca seguía caminando y cuando estuvo solo a un metro aproximadamente de mi, sacó un cuchillo de la manga derecha de su vestido, sonrío de una forma tan macabra que podía jurar que aquí acabaría todo, este era mi fin. Morir a manos de una muñeca viviente, solo por creer en las estúpidas palabra de este imbécil.

La muñeca se acercó aún más y con el objeto filoso, hizo una cortada en mi brazo izquierdo, no pude evitar derramar una lágrima por el dolor me provocó aquella acción, y fue cuestión de segundos para que la sangre comenzara a correr. Tenía miedo, estaba aterrada, y lo peor es que sabía que nadie estaría aquí para ayudarme, solo yo podía salir de aquí, yo sería la única capaz de salvarme.

-Haré lo que tú quieras!-Grité, Jungkook dejó de reír y la muñeca de alejó, volviendo a su posición inicial, en una esquina, guardando el cuchillo y cerrando los ojos.

-Como?-Preguntó cínico, acercándose a mi rostro.

-Haré lo que tú quieras...-Comencé a llorar desenfrenadamente, sin consuelo, la herida recién hecha dolía demasiado-Haré lo que tú me pidas pero por favor no me hagas esto... Por favor...-Su mano acarició mi mejilla y secó mis lágrimas. A simple vista parecía una escena muy romántica, pero lo único que sentía por este sujeto era odio, repulsión-P-Por favor...-Asintió y me besó cortamente en los labios para luego alejarse y retirar las cadenas de cuello, manos y pies. Por fin me sentía libre. Ahora de lo único que tenía ganas era de golpearlo, de hacerle lo mismo que me hizo, pero no, porque yo no soy como él.

Mi único objetivo ahora, es salir de este lugar, se que confiará que en haré lo que él quiera como antes dije, pero no... No volveré a caer... Si no viene un príncipe a por mí, yo seré quién me rescate.

...

-Asi está bien-Dijo el castaño tras terminar de vendar mi herida. Asentí a pesar de no ser una pregunta-Quieres cenar en tu habitación hoy?-Preguntó en un tono calmado y relajado, a lo que yo asentí-Quiero escuchar tu voz-Llevó su mano a mí cabello y lo acarició suavemente.

-No creo que quiera cenar...-Hablé por fin.

-Por qué? No te sientes muy bien?-Dejó mi cabello y tomó mis manos entre las suyas.

-Tengo sueño, quiero dormir-Asintió y acercó su rostro para que lo besara, por lo que no tuve otra opción más que corresponder. Se levantó de la cama donde nos encontrábamos; en mi habitación y fue hasta la puerta.

-Descansa, Soo-Sonrió tierno y salió del lugar.

-Hijo de...-Por segunda vez diría una grosería, pero me limité, debía mantenerme tranquila el tiempo que estaría aquí, el cual espero no sea mucho...