13

171 27 28
                                    

Lee Soo Rim

La puerta, daba a una habitación secreta, todo estaba oscuro, pero la luz de la luna se reflejaba en un gigantesco ventanal de vidrio, dejándome helada con todo lo que en esta se encontraba.

Una silla de madera situada en una esquina, era adornada con cables eléctricos, cadenas, diamantes y otros minerales que no logré distinguir. Justo al lado un espejo dorado reflejaba mi presencia, pero mayor fue mi sorpresa cuando me acerqué un poco más y mi vista captó algo mucho más extraño; muñecas. Eran más de 30 muñecas, todas de tamaño real, vestidas como princesas, con hermosos peinados a juego con el personaje antes dicho. Algunas eran rubias, otras tenían el cabello rizado, algunas hasta las mejillas demasiado rojas. Pero todas tenían sus ojos cerrados, y estaban en la misma posición; con sus manos a la cintura como si estuvieran posando. Una de ellas estaba un poco más cerca de mi, eran realmente hermosas, pero una marca resalto en su cuello, era básicamente como si este hubiera sido sujetado con tanta fuerza, al punto de parecer que había sido estrangulada. Pero eso no era posible, eran muñecas. Pero... ¿Qué hace esta extraña habitación aquí? Y que significa esa silla? El espejo?

Di unos pasos hasta la silla y junto a esta se encontraba un mueble, el cual tenía cuatro cajones. Volteé para asegurarme de que nadie me estuviera viendo; Jungkook, y abrí el primero, este estaba lleno de cepillos para el cabello, cada uno igual al que se encontraba en mi habitación, pero con restos de cabello de distintos colores, desde negro hasta blanco.
No le di mucha importancia y abrí el siguiente, encontrando un pequeño retrato de un niño junto a sus padres, la sonrisa en sus rostro me dió a entender que eran una hermosa familia, pero la sonrisa del chico se me hizo familiar. ¿Dónde había visto esa sonrisa? Volví a dejar el objeto en su lugar y continué con el próximo cajón.

Y más fotos aparecieron, podía jurar que eran más de mil fotos, llegué a dudar de cómo es que todas cabían en aquel pequeño estante del mueble. Tomé una de estas y mis ojos se abrieron como platos al ver el rostro de una de las muñecas en la foto, era una chica sonriente, con unos hermosos ojos azules. ¿Pero cómo era posible?

Volteé a ver a las muñecas nuevamente y caí al frío y sucio suelo cuando noté que Jungkook me estaba viendo desde la puerta, recargando su cuerpo en el marco de la misma, vestido de negro, tal y como lo había visto esta mañana. Su mirada era distinta; más fría, más poderosa, y eso me asustó, solo había visto esa mirada una vez, y volverla a ver fue horrible.

-Creo que viste demasiado-Su voz se escuchaba ronca pero muy dominante. Dejé rápidamente la foto en el cajón y lo cerré, pero justo cuando estaba a punto de voltearme, lo vi, vi su regreso en el espejo, pero no era él... O si? Su ropa era completamente roja, el cabello era mucho más oscuro, podía jurar que era negro, pero su rostro fue lo más sorprendente; en este resaltaban unas formas del mismo color que su ropa, no podía ver mucho gracias a la escasez de luz, pero podía jurar que era como las típicas decoraciones que los payasos suelen dibujar en su rostro para entretener a los niños.

Y recordé lo que anciana dijo.

-Conejo Rojo...-Fue lo único que salió de mi boca, helada por la imagen antes vista y todo lo encontrado en la habitación.

Sonrió mostrando sus dientes, era como si se estuviera burlando de mi- Veo que ya sabes quién soy...

𝗖𝗥𝗘𝗔𝗖𝗜𝗢𝗡𝗘𝗦|| ᴊ.ᴊᴋ EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora