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-Por qué siempre me estás espiando?-Preguntó la castaña chica que ahora leía uno de sus libros favoritos, con vista a un mediano ventanal que le aportaba la luz necesaria para realizar su acción, volteó a uno de los espejos que adornaban el lugar, viendo al hombre que esperaban como reflejo del mismo, su rostro siendo cubierto por una máscara como de costumbre y su ropa del único color que resaltaba; rojo.

-Me gusta verte-Dijo sin más.

-No será que te gusto yo?-La chica sonrió apartó su mirada del libro.

-No tienes nada que llame mi atención-Mintió, aquel hombre estaba completamente enamorado de la castaña, todo lo que esta hacía lo volvía loco, y es que. ¿Cómo no estarlo? Aquella chica era perfecta! Su piel pálida hacia resaltar las ondas de su cabello, ojos tan azules que a simple vista podías sentir la pureza de la misma, labios carnosos, estatura perfecta, su forma de vestir, personalidad... Todo. Desde que aquel sujeto la vió por vez primera, supo lo mucho que le gustaba, lo mucho que la quería, porque ella fue la única que supo tocar su corazón, todo esto, sin darse cuenta de lo que hacía.

-Oye! Que fea forma de decirme lo fea que soy!-Soltó una carcajada y levantó su vista emocionada cuando el timbre de la casa sonó, avisando que su chico estaba allí-Llegó Jungkook, escóndete-Le susurró al hombre en el espejo y este desapareció, pero lo que la chica no pudo notar, fue la expresión de enfado y odio que aquel había mostrado tras la máscara.

-Cómo está la novia más hermosa del planeta?-Preguntó Jungkook cuando la puerta se abrió por completo, dejando de ver a la chica, que no estaba muy arreglada y aún así se veía hermosa. Porque eso era lo que a él le gustaba, su sencillez.

-Oh, Jungkookie no digas eso, me avergüenzas-Un sonrojo de hizo presente y el nombrado sonrió-Ven, pasa-Ambos entraron a la casa y tomaron asiento en el cómodo sofá donde antes estaba sentada sola la castaña.

-Estás sola?-Preguntó Kook al darse cuenta que en la casa había mucho silencio, sabiendo que esta no vivía sola.

-Si, Cass me dijo que tenía algunas cosas que hacer en su antigua casa y pasaría el resto del día fuera-Respondió inocente, con una sonrisa tímida. Jungkook tomó una de sus manos y la entrelazó con la suya.

-Hacemos algo?-Preguntó coqueto.

-A-A q-qué te refieres?-Se había puesto nerviosa y eso era obvio. Jungkook aprovechó esto y la besó, notando que la castaña cerraba sus ojos disfrutándolo. Pero a pesar de que el también lo deseaba, no cerró sus ojos, sabía que él los estaba observando desde el espejo, pero sin mostrar su presencia y eso era lo que Jungkook quería. Quería echarle en cara todo lo que el podía hacer con ella sin que el se entrometiera. Porque después de todo lo que le hizo hacer a Kook cuando este solo era un niño indefenso, el castaño le guardó todo el rencor que podía acumular un ser humano, y ahora era el momento.

Sus manos fueron hasta la cintura de la chica para lograr cargarla y sentarla en su regazo, sin romper el beso las manos de la misma fueron hasta su cabello, acariciándolo y tirando de este de vez en cuando. Jungkook seguía con sus ojos entreabiertos, esperando a que él apareciera... Y así fue, cuando la castaña sintió que el agarre en su cintura se hizo más fuerte, jadeó, y tras ese sonido su presencia fue distinguida por los ojos de Jungkook, quién sabiendo lo enojado que estaba, alejó una de sus manos de la cintura de la chica y le enseñó el dedo del medio con descaro, cerrando luego sus ojos para seguir con el apasionado beso que la castaña le estaba ofreciendo.

𝗖𝗥𝗘𝗔𝗖𝗜𝗢𝗡𝗘𝗦|| ᴊ.ᴊᴋ EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora