Catorce Días (Larry Stylinson)

Capítulo Veintisiete

Salió del baño, apurado. Sus rizos mojados caían desordenados por sobre sus hombros.

-¿Qué te parece este?- le preguntó.

-Harry, es un saco negro. Como los veintinueve anteriores que me mostraste- contestó Niall desde la cama.

El rizado estaba muy ansioso, quería verse bien en verdad. Ya se había bañado alrededor de tres veces, pues la transpiración brotaba sin piedad de él. Había llamado a Niall para que lo ayude a alistarse, para que le dé sus consejos, sin embargo eso no estaba saliendo muy bien. El chico comía papas fritas por encima de su colcha y Harry entraba y salía del baño como flash, poniéndose distinto tipo de ropa sin hacer caso a sus consejos.

-No, Niall. ¡Presta atención por favor! Este tiene los botones rojos, ¿al menos me estás mirando?- saltó molesto.

-¡Lo hago! ¡Pero en verdad que no noto la diferencia!- se defendió el rubio, con las manos levantadas a la altura de sus hombros en señal de inocencia-. Ya me haces acordar a mi ex, con todos sus vestidos y esas cosas, te voy a tener que terminar dejando como ella- rió de su propio chiste, mientras que Harry lo miró con el ceño fruncido y expresión para nada divertida-. ¡Oh, vamos! Era solo una broma, Styles. Vaya que estás sensible, nunca te había visto así de preocupado por salir con alguien.

Él revoleó los ojos.

-Es que esta no es cualquier salida y el... ella- se apresuró a corregir-, no es cualquier "alguien"- respondió con descaro, mientras se miraba en el espejo y probaba una chalina.

-Esa me gusta- dijo Niall, el ojiverde asintió, también le gustaba-. Pero igual, no entiendo porque nunca me dijiste nada. Esto parece ir demasiado en serio.

-Es solo una, ¿cita? No sé, una salida nomás- explicó el otro, ahora colocándose las botas color beige en sus pies.

-No- dijo acomodándose un poco en la cama y con la boca llena-. Mira, creo estar en lo correcto al decir que en todos estos años de amistad nunca te había visto tan enamorado.

El estómago de Harry se achicó, ¿enamorado?

Tragó saliva.

-Estas exagerando.

No estaba seguro si siquiera él se creía lo que acababa de decir.

-Como digas, pero desde afuera si que parece- rió-. Se ve que Camille te tiene muy eclipsado.

El simple hecho de oír su nombre le dio ganas de vomitar. Le recordó a su trato, a su nuevo papel. Al menos ese día lo tenía libre, ya luego se preocuparía por cumplir con su parte. Esperaba que la chica no le recuerde en lo que habían quedado por lo menos un día.

-Harry tenemos que hablar, es importante y creo que es hora.

¿Camille? No, ella justamente no era en la que pensaba todas la noches.

-

Había gritos por todo el departamento. Gritos de emoción y felicidad. Liam y Zayn corrían de aquí para allá con los zapatos, pantalones y remeras de Louis, él los perseguía entre risas y exclamaciones. 

Ellos de verdad eran sus amigos, sabían que estaba por explotar de los nervios y lo quería distraer.

-¡Chicos vuelvan acá!

Los otros dos hacían caso omiso a las palabras del muchacho, seguían a paso veloz dando vueltas por el pequeño piso del ojiazul.

-¡Tomlinson tiene que entrenar así le gusta más al ángel de rizos!- gritó Zayn.

-¿Que pasó, Lou?- dijo Liam-, ¿no eras tú el que me acusaba de lento en tercer grado? ¿Ya te pegó la vejez, hermano?

No fue hasta que los tres se quedaron sin aliento que por fin se dignaron a parar. Para muchos sus actitudes podrían resultar infantiles y molestas, pero justamente eso era lo que los convertía en mejores amigos. Ellos sabían que al estar juntos no había temor a ser juzgado.