Catorce Días (Larry Stylinson)

Capítulo Veintinueve

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Louis Tomlinson.

"No"

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Lou.

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Las vacaciones ya habían finalizado al igual que el período de tranquilidad del ojiazul. Iba y venía de acá para allá sin parar: del departamento a la panadería, de allí a lo de Zayn, de la casa de su amigo a la de la abuela de Harry. Había pasado un domingo desde su beso, y a él no se le había pasado inadvertido la cortante manera en el que el rizado lo había tratado durante todo el siguiente encuentro. Pero a pesar de que le haya dolido, cuestión que obviamente no iba a negar, sabía perfectamente lo que le pasaba. No iba a culparlo, no cuando a él le había ocurrido exactamente lo mismo.

Recordaba como había sido todo la primera vez. Cuan duro había sido. Lo que le había costado comprenderlo, identificarlo y aún más difícil: aceptarlo. El miedo que había sentido al darse cuenta de que no le atraían las mujeres de la misma forma que lo hacían los hombres. Que no le gustaban como se suponía que deberían. Hacía hace mas o menos cinco años, estaba de novio con Eleanor, una compañera de la secundaria, cuando pasó. Llevaban casi tres años y no fue hasta que Louis conoció a su primer compañero de trabajo que se dio cuenta de que lo que sentía por ella no era amor. Fue entonces que se enamoró de Dylan, quién luego de usarlo, robarle su primera vez con un hombre y consumirlo hasta el cansancio, lo abandonó como a una bolsa de basura. Vieja y inutilizable. 

Louis de verdad que había sentido cosas por él y luego de su separación quedó deshecho. Zayn y Liam lo acompañaron todo el tiempo, lo que había logrado que el sufrimiento sea un poco más soportable. Dylan había sido todo para el ojiazul, pero solo un juego para el otro. Era una persona mucho mayor, con una vida y forma de esta muy estructurada, que no tenía las agallas suficientes para aceptar que un simple adolescente le había robado el corazón, por lo que prefirió salir corriendo, aunque eso Louis no lo sabía.

Tras meses y luego de meditarlo con mucho cuidado, el ojiazul por fin consiguió el valor suficiente para hacerse ante su familia y confensarles su homosexualidad. Luego de aquello la historia ya es conocida. Su madre se preocupó y a Louis le hirieron sus palabras, por lo que tomó sus cosas y principalmente su orgullo, decidido a seguir su vida por su parte, sin saber lo que se arrepentiría en el futuro.

Era por eso y mucho más que Louis entendía a Harry, por eso y más que no lo culpaba en absoluto. Justamente por todo aquello, que a pesar de que le dolía la actitud del rizado, no lo ofendía. Él estaba convencido a no ser como Dylan, él estaba listo para, cuando llegue el momento, acogerlo en sus brazos y acompañarlo hasta el final. Él lo apoyaría y se haría a un lado si eso era lo que el otro quería.

Porque Louis, a diferencia de Dylan, sentía amor real.

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Había estado observando el chat del ojiazul durante por lo menos diez minutos, vacío, sin atreverse a apretar las letras y enviar el mensaje. Había probado al menos veinte formas de redacción distinta, todas llevando a lo mismo, y al final siendo borradas. Camille ya le había llamado la atención varias veces, estaban en frente a sus padres y no quería generarles una mala impresión. Al final, Harry no tuvo más remedio que guardar el celular en su bolsillo.

Tras simplemente una hora, que para el muchacho parecieron miles, ambos abandonaron la casa. Eran alrededor de las cuatro de la tarde.

Salieron a la intemperie, siendo apruptamente golpeados por el frío. Hasta a Harry le comenzaba a molestar, no quería imaginarse como lo estaba sufriendo Louis. Deseó entonces que estuviera a su lado, así al menos podría darle su abrigo y aliviarlo un poco.