ANIME X TÚ [] ONE-SHOT [] LEMON

INOSUKE HASHIBIRA [1/3]

— Vamos allá—estiré mis brazos y piernas—. ¿Estamos en la zona correcta?—pregunté a mi cuervo Kasugai.

— Sigue caminando. Los demonios se avistaron cerca de este río—graznó.

— Bien—asentí.

Deslicé mis pies por la pequeña colina, manteniendo el equilibrio hasta llegar a la orilla del río.

— Hm...—me incliné hacia el agua hasta ver mi reflejo en ella—. Pueden estar escondiéndose en el agua. Así tendrían una pequeña ventaja en cuanto al olor.

Tomé una piedra de mediano tamaño para arojarla al agua, esperando a que algo sucediera.

— Nada...—murmuré.

Eché un último vistazo a mi al rededor asegurando la zona. Remangué mi uniforme en la parte de mis piernas y mis brazos para comenzar a sumergirme en el agua.

— ¡Ha sido por aquí, lo prometo!—se ecuchó una voz a lo lejos—. ¡Venía del río!

— Pero, ¿qué?—giré mi cabeza hacia atrás.

— ¡Ten cuidado, Tanjiro!

— ¡Dejádmelo a mí!—se unió una segunda voz grave—. ¡Yo mataré a ese demonio!

— Chicos, tranquilos, debemos-

— ...

— ¡AHÍ ESTÁ!

Abrí mis ojos de par en par antes de reaccionar y esquivar la espada Nichirin del chico con cabeza de cerdo.

— ¿¡QUÉ TE CREES QUE HACES IMBÉCIL!?

— ¿¡HAH!? ¿¡CÓMO ME HAS LLAMADO SUCIO DEMONIO!?

— ¡NO SOY NINGÚN DEMONIO!

— ¡ES IMPOSIBLE QUE HAYAS PODIDO ESQUIVAR ESE ATAQUE  SIENDO HUMANA, ASÍ QUE CÁLLATE Y ENFRÉNTATE A MÍ!

— Tch—chasqueé la lengua—. Como quieras—enfundé mi espada.

— ¿Qué demonios...?

— ¡Sí! Tengo el mismo uniforme de caza demonios que vosotros—dije con cara de poker.

— Eres fuerte...—me apuntó con una de sus Nichirin—. ¡ENFRÉNTATE A MÍ!

— ¿¡PERO A CASO ME HAS ESCUCHADO!?

=NARRADOR OMNISCIENTE=

Y mientras tanto, en medio de esa pelea entre dos bestias asalvajadas, se encontraban otros dos espectadores que preferían no intervenir.

— Zenitsu, ¿no créees que deberíamos...?

— N-ni lo pienses. Ni muerto me meto entre esos dos. Aun que...—observó a la chica—. Hemos encontrado una belleza con una alma feroz.

— Vamos. Si eres tan valiente de enfrentarme ataca—dijo con superiorirdad.

Sin nada más que decir, el imponente chico se abalanzó sobre la femenina junto a sus espadas.