VANITAS [2/2]

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—¡Está despertando!

—Qué ruidoso...—sujeté mi cabeza con fuerza con la voz del sirviente rebotando en mis oídos.

—Mi bella dama.

Ahora era el humano miserable. Realmente desearía no haber despertado para ver su estúpida sonrisa.

—¿Qué ha ocurrido?—me incorporé inmediatamente en la cama, poniendo mis sentidos alerta.

—Te desmayaste tras resistir la tentación de mi deliciosa sangre—acercó su dedo curado a mí.

—No te me acerques—aparté su mano de una bofetada—. Yo me-

Un movimiento en falso hizo que, al intentar levantarme de la cama, un fuerte y agudo dolor golpeara mi costado con violencia.

—No te aconsejo que-

—No necesito ni quiero tus consejos, sirviente.

—¿Sigues con eso?

—¡Vamos, vamos!

El humano volvió a ponerme las manos encima, empujándome para recostarme sobre el colchón y tomar las sábanas para cubrir todo mi cuerpo hasta la altura de mis hombros.

—Debes descansar, querida—guiñó un ojo—. Si deseas puedo quedarme a hacerte compañía.

Chasqueé la lengua con fastidio antes de girar mi cuerpo, dándoles la espalda y cubrir mi cuerpo por completo para ocultar mi rostro.

—Como no me dejéis descansar os arrancaré los ojos—me referí al humano—y los comillos.

—¡A sus órdenes, mi bella dama!






















Me dirigí al comedor, al percer esos dos se habían molestado en dejarme preparado algo de comida.

—Qué molestos...—tomé la cuchara para remover la sopa—. Relamente molestos—metí la cuchara con el contenido del palto en mi boca.

—¡Buenas noches!~

Salté de inmediato para apartarme del peligro y conseguir tomar una posición de guardia.

—¡Eres tú, imbécil!

—Qué hostil—tomó asiento al lado del mío—. Tienes un carácter fuerte—su mirada era diferente—. Me gusta.

Resoplé exasperada al ver que no pretendía moverse de su lugar. Me acerqué poco a poco hasta tomar asiento de nuevo y comenzar a tomar mi sopa.

—Te ves tan linda tranquila...

Fruncí el ceño. Prefería seguir con esta tranquilidad, con él con la boca cerrada y dejándome tomar la deliciosa sopa en paz.

—Márchate y déjame comer.

—Oh—se inclinó todavía más a mí—. Incluso molesta luces hermosa.

Estaba comenzando a agotar toda la poca paciencia que me quedaba.

—Vuelvo a la cama—me levanté de mi asiento para marcharme.

—¡O--Oye, espera!

Abrí la puerta de la habitación en la que me había estado ospedando estos días.

—Oye.

Agarró mi muñeca, estaba a punto de mandarle volar cuando me hizo girar y quedar a pocos centímetros de él.

—¿Te he dicho alguna vez lo hermosa que-

Aparté su rostro del mío, me dirigí a la cama y envolví mi cuerpo entre las sábanas.

ANIME X TÚ [] ONE-SHOT [] LEMONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora