ANIME X TÚ [] ONE-SHOT [] LEMON

TENYA IIDA [2/2]

—¡E--Espera!—movía sus manos como robot.

—¡Quiero un helado!—tiraba a Iida para arrastrarlo hacia la tienda.

—¡_____-san!

—Vamos, Iida~

Me miró por unos momentos, como si quisiera descifrar lo que se pasaba por mi cabeza en estos momentos. Finalmente suspiró rendido para seguir mi paso y acompañarme a la heladería.

Parece ser que ya me conoce lo suficientemente como para saber que cuando quiero algo, hago lo posible por conseguirlo. Y seguramente haya cedido después de averiguarlo tras tantas citas.

—Ne, Iida-kun—di una lamida a mi helado—. ¿Cuándo me pedirás ser tu novia?

La pregunta pareció tomarle por sorpresa. Acomodó sus gafas, nervioso, y apartó la mirada con un fuerte sonrojo en sus mejillas.

—Ya...¿Te sientes preparada?

—¿Tú no?—volví a darle otra lamida a mi helado.

—No pretendía incomodarte con la pregunta—él también lamió su helado—. Pensé que después de haberme conocido mejor podrías cambiar de opinión.

—¡Por supuesto que no!—fruncí el ceño con desaprobación—. A veces eres un poco exigente con organizarte para una cita, los horarios, las formalidades... Pero, estos meses en los que hemos estado saliendo, me han hecho darme cuenta de que esas mismas cualidades son las que me hacen verte de esta manera—sentía demasiada vergüenza, así que miré al suelo—. Me gustas mucho, Tenya.

—_______...

—Vamos—tiré de él—. Has venido para ayudarme a estudiar y yo estoy haciendo que perdamos el tiempo.

Iida revisaba mis ejercicios con bastante seriedad. Ciertamente me sentía inquieta por su rostro y sus ojos analizando cada página de mi cuaderno, con el cual golpeó la mesa una vez haber terminado de corregir.

—¡¿Y--Y bien?!

—Esto...—podía nota un fuerte reflejo blanco y siniestro en sus gafas—¡Está correctamente resuelto!

—¿Correctamente resuelto?

—¡Correctamente resuelto!

—¡¡Correctamente resuelto!!

Me tiré a sus brazos y él, gracias a sus reflejos, me atrapó en el aire, pero ambos caímos al suelo.

Nuestras risas fueron desvaneciéndose poco a poco hasta que quedamos en un profundo pero cómodo silencio. Estaba abrazada a Iida con mi cabeza sobre su pecho.

Su corazón latía demasiado rápido.

Levanté mi cabeza para mirale directamente a los ojos, sus mejillas estaban ligeramente rojas y sus ojos me miraban con un hermoso brillo en ellos.
Incliné mi cuerpo un poco más hasta juntar nuestros labios.

Nos incorporamos, quedando Iida sobre el suelo y yo sobre él, con mis piernas a sus costados, tirando de su corbata para evitar que le viniera repentinamente la vergüenza y se arrepintiera del momento.

Todavía no relajaba su cuerpo, tenía esa característica posición robótica suya en sus brazos. Y lo empeoré al iniciar un juego de lenguas.
Jadeó sorprendido cuando introducí mi lengua en su boca, y, a pesar de no responder, podía notar su cuerpo estimularse por mis movimientos.

Me apartó sobresaltado. Había llegado a sentir su erección.

—¡E--E--Esto no está bien!—respiraba agitado.