Capítulo 23

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Narra Lola Zimmerman:

Roger había estado muy insistente conmigo esta semana. Ya no nos veíamos tanto como antes del viaje a Alemania y sabía que esto le causaba preocupación, y yo por otra parte no tenía ganas de verlo, Georg estaba en mi mente en cada hora del día, era increíble , nunca un hombre me había hecho sentir de esta manera.

Trataba de abrir la puerta de la casa mientras que hablaba con Roger por el celular, pero Catherine llegó antes. Abrió la puerta y sonrió.

- Estaba esperando que llegaras.

Me pareció extraña la actitud de Catherine, me tomó del brazo y me arrastro hasta la entrada del jardín.

- Dios, Lola, debería grabar tu expresión- y abrió la puerta.

Narra Alex Bennett:

Estaba cansadísima, este día había sido uno de los más largos si de trabajo habláramos, aunque Nick estaba siempre alegrándome con sus bromas y sonrisas.

- ha llegado gente a la mesa dieciséis

- No estoy a cargo de ella

Del otro lado de la puerta salió Messie, quien si estaba a cargo de la mesa dieciséis.

- Alex, me tengo que ir, mi hijo está enfermo, tiene fiebre.

Messie siempre había sido una buena compañera de trabajo conmigo y a veces conversábamos de su hijo Duncan. Busqué algo en el bolsillo de mi delantal- un dulce para que se recupere pronto.

Me abrazó y se fue dejando su delantal en su lugar. Más trabajo para mí. A mala gana fui a buscar unos platos ya listos a la cocina y topé con Nick.

- Sonríe preciosa, nos vemos a la salida.

Me hizo una mueca graciosa y no pude evitar enviarle un beso. Fui a dejar los platos a la mesa treinta y siete, y me dirigí a tomar la orden de la dieciséis.

Me encontré con dos chicas y un hombre sentados sosteniendo las cartas con seguridad.

- ¿Ya sabe lo que va a ordenar?

- Si – respondió la voz masculina.

- A ti, para llevar- Le siguió una de las chicas

- ¡¿Qué?!

Bajaron las cartas de sus manos, pudiendo así ver sus caras. Eran Catherine, Lola y Gustav. Las chicas me daban igual, siempre iban de vez en cuando al restorán a pedir algo y hacerme compañía, pero ¿Gustav?

- ¡Gustav! ¿Qué haces aquí?

- Con los chicos estuvimos de acuerdo que nuestras vacaciones no eran lo mismo sin ustedes.

- ¿Con los chicos? ¿Están aquí? - ¿Tom estaba aquí?

- Si, en esa camioneta negra de allá – Al divisar la camioneta, también vi que alguien me saludaba de adentro, pero tengo mala vista así que no sabía quién era.

- Tengo el problema que no acabaré mi turno hasta en una media hora más.

- Esperaremos y pediremos algo para comer.

Gustav fotografió la carta del restaurante y luego me dijo- quiero dos pizzas grandes vegetariana y tres bebestibles para llevar.

Las chicas y Gustav querían unas hamburguesas y tenían hambre, sobre todo Gustav que había tenido un viaje largo. Por lo tanto lo primer que lleve para que cocinaran fue su orden.

Estaba confundida, Tom estaba a menos de 25 metros de donde yo me encontraba y eso me daba nervios.

Nunca en todo el tiempo que había estado trabajando lo hice tan rápido, quería irme a estar con ellos, los extrañaba mucho, sobre todo a Tom, aunque también lo odiaba.

Invaded By YouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora