Subí unos escalones y entré al edificio. Era realmente hermoso, en el vestíbulo había una gran alfombra roja que descendía desde las escaleras del segundo piso, había grandes lámparas de lagrimales sobre mi cabeza. Todo estaba decorado de un negro y dorado despampanante y con algunos toques vivos que daban algunas flores por los alrededores.
- ¿Tiene reserva?- Había un hombre en un taburete con una lista.
- No, pero.- No me dejó terminar la frase.
- Entonces no puede entrar a este restaurante, necesita una reserva, si quiere puede dejar una.- Miró una agenda muy sofisticada.- Hay un cupo para un mes más.
- No, yo he venido por las fresas.
- ¿Por las fresas?- Me miró de arriba abajo, e ese momento ya me estaba poniendo aun más nerviosa y mi cara se puso caliente.- ¡Ah, sí! Acompáñeme por favor, mis disculpas.
- No hay problema.- Le sonreí, no podía hacer nada mas que sonreír.
Me guió por la escalera, ascendimos. Estaba repleto de gente, era impresionante. Mientras pasábamos por el lado de las mesas, me di cuenta que ahí estaba Alex con Nick. Para que no me vieran me escabullí al lado del hombre que me acompañaba y bajé un poco la cabeza.
Llegamos hasta el final del pasillo, había una puerta ancha, el hombre amablemente me abrió la puerta, me estaban tratando como si fuera una mujer importante, eso era espectacular.
Entre despacio. Adentro había una mesa con unas velas, al lado unas copas y champagne y hacia al frente, un balcón. Ahí estaba él. Avancé hasta el balcón, la vista era magnifica, daba a la calle, repleta de vida y luces.
Sintió mi presencia y giró hacia mi.- Buenas noches.- Me besó la mano, ya estaba muriendo.-nos volvemos a encontrar.
- Sí, es todo un gusto verte nuevamente.- Me sentía en las nubes, sus ojos eran extremadamente intensos y si los miraba por más tiempo, quedaría hipnotizada. Así fue.
- ¿Laura?- Volví de mi trance y el ya estaba con mi silla.- Te invito a sentarte.
-Muchas gracias.- le sonreí.
- Laura, primero mis felicitaciones por ganarte esta cita, quiero que sea de mucho agrado para ti.- Tomó una de las copas ya con Champagne y me la dio, nos miramos y brindamos.
- Muchas gracias.-¿Qué mas podía limitarme a decir?- Que también sea de mucho agrado para ti.
- Por supuesto, teniendo tan bella compañía.- Puso sus ojos cautivadores sobre mí, debo decir que me sentía muy intimidada, como si tan solo con su mirada me escaneara por dentro.
- Cuéntame un poco sobre ti, y yo te contare de mí, aunque tengo la sensación de que sabes mucho.- Mis mejillas se sentían muy calientes. Comencé por lo básico: nombre, edad, residencia, etc.
-¿Tienes familia?- Bebí un sorbo de Champagne. Miré sus manos, una estaba sosteniendo la copa y la otra el utensilio que ocupaba para comer.- Creo que te incomodó mi pregunta.
- No, está bien.- Suspiré- Tengo una mamá muy comprensiva, y tengo mucha confianza con ella, físicamente es un poco más baja que yo y tiene mis mismos ojos. Tengo un hermano pequeño, tiene ocho años, él es todo para mi.-Bill hizo un gesto de ternura- Por último, mi padre. Era un gran hombre, inteligente y sabio. Falleció hace unos meses de cáncer.- Al decir esto último, su gesto de ternura cambio drásticamente.
- Lo siento tanto.- Su mano que antes sostenía la copa, se posó sobre la mía. El contacto era exquisito. Mil mariposas se revolvían en mi estomago, por un minuto pensé que vomitaría por el revoloteo de sus alas.
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Invaded By You
RandomLaura Wess tiene 22 años, una vida casi completa, está a punto de casarse, pero no por eso es más feliz, lo único que ella quiere es cambiar su vida. Bill Kaulitz, vocalista de Tokio Hotel, sueña con encontrar a su amor verdadero, y lo encuentra e...