Capítulo 7

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Aunque estaba un poco lejos, pude divisar su sonrisa, su templanza. Era ella, la chica que hace días atrás aparecía en mis sueños y tanto me causo curiosidad.

Regresé a lo que estaba pasando en el concierto, no podía dejar de concentrarme en lo que realmente tenía que hacer ahora, sería muy injusto para el público que vino a presenciar este gran concierto que yo , Bill Kaulitz, estuviera pensando en miles de cosas que no fueran concordantes con el show. Me había propuesto que dejaría el alma en el concierto y así fue.

El concierto duró hasta la media noche, fue un concierto muy energético. Debo confesar que no dejé de divisar a la chica. Cada vez que la veía, afirmaba en mi mente que era ella  a quien yo había visto en mi subconsciente.

Luego de despedirnos y quedar felices con lo que habíamos realizado, bajamos del escenario a los camarines correspondientes.

No podía dejar que esa chica se fuera así, no verla más, no saber por qué estaba en mi mente. Llame a seguridad, le di las descripciones de la chica y les di la clara orden de que la trajeran hasta aquí. Estaba Ansioso.

- Tom, me ha pasado algo increíble. La he visto.

- ¿A quién?- Dijo este último tomando de una botella de agua.

- Vi a la chica que te dije, estaba en el público.

- ¿De verdad? ¿Es en serio?

- Era ella Tom, estoy seguro, la vi y quedé completamente helado.

- ¿Y qué haces aquí que no la vas a buscar?

- La fue a buscar seguridad, la van a traer hasta aquí, la verdad no sé qué decirle, Tom, No puedo  decirle:” Hey, sabes, hace poco tiempo estas apareciendo en mis sueños, y no sé por qué, ¿podrías explicármelo?”.

- No, ella quedaría espantada.

En esto entraron Gustav y Georg, ellos no tenían ni la menor idea de lo que estaba pasando, a si que les explique todo, al principio me miraron con extrañeza, luego con asombro por haberla encontrado justo aquí.

- … entonces, por esto no puedo decirle  que he estado soñando con ella.

- No le digas, inventemos una excusa. – Dijo Georg.

- ¡Tengo la excusa perfecta!- Alzó la voz Gustav.

Realmente era una idea sensacional.

Narra Laura Wess:

¡Fue el mejor concierto de la historia!, ¡No podría haber sido más perfecto! Todo había salido tal cual me lo imaginaba, estar con las chicas desde temprano, conocer gente nueva, poder hacer nuestro plan del letrero, ¡ Que Bill Kaulitz nos mirara! , Con eso ya me daba por pagada por toda mi vida.

Al terminar el concierto, vi a Alex que estaba llorando, totalmente emocionada, Catherine aun no salía de su estado de Shock y, Lola tenía una sonrisa en el rostro que demostraba una felicidad  infinita.

- Esto fue lo mejor del mundo.- Dijo Catherine saliendo de su trance.

- ¡Estoy muy feliz! , ¡Tan feliz que podría besar al primero que pase por en frente mío! - Comento Alex entre su llanto.

Tomamos nuestras cosas, nos dimos un abrazo entre todas y nos pusimos a gritar nuevamente. Moríamos de Euforia y felicidad. Fuimos a una de las salidas y de pronto una mano me toma del brazo.

- Señorita debe acompañarme.- Era un guardia de seguridad del recinto, tenía una gran espalda, se veía imponente.

- ¿yo?, ¡si no he hecho nada!

- Tenga la amabilidad de acompañarme – Repitió el con una voz muy grave, como esas voces de los locutores de radio.

- ¡No ella no puede ir!- Dijo Lola

- ¿Pero porque ella, ha hecho algo? – Siguió Catherine.

- ¡Dígale a su jefe o a quien sea, que ella no ha hecho nada! - Dijo Alex furiosa.

Fue inútil. Me tomó más fuerte del bazo, mientras mis amigas trataban de que me soltara. Llegaron más de Seguridad a contener a mis amigas.

Me guió por un pasillo por al lado del escenario, no me dirigía la palabra, siempre con la vista al frente.

- Se lo juro que no he hecho nada, estuve todo el concierto en donde me correspondía, no me salté la fila, tampoco los asientos, grite mucho… Pero todas gritaron, por favor, es la verdad.

No me dijo nada, era como estar hablándole a una pared.

- ¿Por qué me traen?

- Son órdenes.- Me contestó. Fue la primera vez que me respondió después de hablarle.

- ¿y quién dio esa orden?

- No puedo decirle señorita.

- ¿Por qué?

- Son órdenes.

Cada vez que le pregunté algo me respondió de la misma manera, con un monosílabo o con un “son órdenes”.

Por cada paso que daba, recapitulaba que había hecho mal , pasaba el concierto una y otra vez por mi cabeza, tratando de encontrar una respuesta a mis dudas.

- Por aquí señorita. – Dijo abriéndome una puerta.

Estaba lleno de bolsos, fundas de instrumentos, botellas vacías y cables con diferentes usos. Pasaron mil y una historia en mi cabeza de porque estaba en ese lugar.

Hasta que por la puerta entra un hombre alto, con cabello rubio. Bill Kaulitz. Al verlo mis piernas empezaron a tiritar.

- Hola.- me dijo con su hermosa sonrisa.

Me miraba hacia abajo, era muy alto. No sabía si llorar, reír, abalanzarme arriba de él .

- Hola.- le dije tímidamente. Opté por mi faceta más normal, o si no hubiera salido corriendo.

- ¡Felicitaciones, has sido la ganadora del concurso! - me dijo sin sacar la sonrisa de su rostro y aplaudiendo enérgicamente.- ¿Cuál es tu nombre?

- ¿ah?- Lo miré extrañado, yo no había concursado en nada.

- Que me digas tu nombre.

- Laura… Laura Wess. Yo no he concursado en nada.

- No había que concursar.- miro hacia abajo y agregó.- ha sido al azar, por tu numero de entrada.

- Y…  ¿Qué he ganado?

Me imaginaba un poster autografiado, el nuevo disco, también autografiado, cualquier cosa menos lo que dijo.

- Querida Laura Wess, has ganado una cita conmigo.

Invaded By YouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora