Narra Alex Bennett:
Estaba preocupada, más que preocupada, enojada, ¿Por qué habían llevado a Laura? Ya habían pasado más de media hora y aun seguíamos esperando. El ambiente estaba vacío, ya se había ido la mayoría de la gente que estuvo en el espectáculo. Corría un viento tibio de verano.
Lola tomó su celular, y marcó a Laura. No contestaba.
- ¡Rayos! No contesta, me estoy empezando a preocupar.
- ¡Chicas! Quizás nos necesita, tal vez la están torturando, o no sé.
- Cath, no seas exagerada- Aunque en mis adentros también pasaban un millón de teorías por mi mente- No creo que sea nada tan malo, además nos hubieran llamado a todas.
Narra Laura Wess:
Abrí la boca de una manera extravagante, al igual que mis ojos.
Esto no puede estar sucediendo. No a mí.
- ¿Qué?- Alcance a balbucear antes de que mis piernas comenzaran a temblar de nuevo,
Hizo una pequeña risa, me encantaba esa sonrisa tan tierna que tenía, y sus ojos, sus ojos estaban brillando, se veía emocionado también.
- ¿Donde están las cámaras?
- ¿Qué cámaras?
- Entonces… ¿no es una broma?
- No.- sonrió nuevamente.- Eso sí, es un concurso secreto, porque… Em… porque sí, así que no debes decirle a nadie.
Me abalance sobre él, hubiera querido que ese abrazo fuera eterno. Me abrazó también, pero con menos fuerza que yo. Mi cabeza quedo cómodamente en su pecho. Abrí los ojos, y rápidamente lo solté.
- Lo siento.- sentía mi cara ardiendo.
- Dame tus datos.- El también se sentía incomodo, en realidad era bastante incómoda la situación.
Le di mi número de celular, mi dirección y mi nombre completo. Tomo nota en un papel que encontró por ahí, botado en el cuarto.
- Muchas gracias, te llamare cualquier imprevisto. – Tomó mi mano para despedirse, y con ella entre sus palmas, me sonrío, en ese momento ya me tenía a sus pies.- ¡Nos vemos pronto!
Y se fue.
Narra Lola Zimmerman:
Ya tenía acalambrado toda mi parte inferior al estar sentada en el suelo tanto tiempo, ya iban a ser la una de la madrugada y Laura no aparecía. Insistí a sus celular, por lo menos unas cuarenta veces.
Alex se comía las uñas, Catherine se movía de un lado para el otro, y yo seguí insistiendo al celular. La escena me hizo recordar a una sala de partos.
Y apareció Laura entre las sombras. Me paré rápidamente y la abracé, tenía una cara horrible, como de asustada.
- ¿Que mierda te han hecho allí adentro?- Le pregunté, sus manos temblaban.
- Pe-pensaron que yo….- Nos quedó mirando a las tres.- que yo me había robado un celular.
- Me van a escuchar estos… - Alex dijo enojada.
- Tranquila mujer, que ya se ha aclarado el asunto.
- No tienen evidencia de culparte de algo.- Catherine le tomó la mano a Laura.- ¡Estas helada!
- Chicas de verdad, no se preocupen, ha sido un ml entendido y estoy así por el susto.
Nos abrazamos las cuatro, nos miramos entre todas y sonreímos.
- Bueno es una buena experiencia que contar a nuestros hijos. Dije esto, reímos y nos pusimos en marcha al auto y luego cada una a su casa.
Narra Bill Kaulitz:
- tenemos un solo problema.
Se me había olvidado por completo. Nos iríamos mañana mismo a Los Ángeles.
- Pero eso se puede solucionar, Bill.- Me dijo Georg dándome una palmada.- Esto no es algo que pase todos los días.
- Bill, tranquilo, esto lo solucionaremos.¡ No dejaré que mi hermano no valla a su cita!- Dijo Tom levantando una mano.
- Wow Tom, te has ganado un Óscar.- Georg empezó a imitar a Tom.
Nos pusimos a reír a carcajadas, Tom empezó a burlarse de Georg, y Georg de Tom, como siempre.
Gustav tomo un agua de la nevera. – Estos nunca van a terminar.
En el camino al hotel, con los chicos en el auto, no podía dejar de pensar en Laura, ahora la chica de los ojos pardo tenía nombre, había sentido su olor a cereza con bergamota, y el contacto al abrazarme había sido único, estaba anonadado con ella.
Narra Laura Wess:
AL otro día aún no podía creerlo, el concierto ya había pasado.
Luego recordé más a fondo. Había conocido a Bill Kaulitz, y tenía una cita con el. Una cita con Bill Kaulitz, no podía dejar de decirlo en mi cabeza.
Tomamos desayuno con Alex en la cama, no teníamos ganas de levantarnos y ella, además, entraba al restaurant en la tarde.
Mientras comía, ella me iba contando cosas que le estaban pasando, pero realmente no pude ponerle atención, estaba en las nubes.
- … ¿Me estas escuchando?- Me dijo mientras comía su tostada.
- si, pero me perdí, ¿en que estábamos?
- Que he conocido a un chico, se llama Nicholas, es mesero también. He quedado con él, para unos días más, eso si, te quería pedir un favor.
- ¿Cuál?
Me quedó mirando, miró el desayuno y nuevamente puso la vista en mí - ¿Me puedes dejar el departamento solo esa noche?
- ¿Qué?- Estaba impresionada, acaba de conocerlo y tendría una noche de pasión con él.
- Si, he bueno, la verdad, nos conocíamos de la universidad, pero nunca tuvimos algo y ahora al reencontrarnos, creo que... El me ha dicho que quiere diversión y yo estoy dispuesta a dársela. No quiero nada serio y lo sabes.
- Dios, ustedes cada día me sorprenden mas. No hay problema, pero dejen todo limpio, es mi única condición.
Me abrazó y añadió – Eres la mejor de todo el mundo.
Seguimos comiendo nuestras tostadas. Alex revisaba el celular, se puso a gritar y me dijo.
- ¡Tokio Hotel se queda una semana más aquí!
Ahora sí que estaba sorprendida, y me vino un flashback.
Regina, yo y una bruja. Ahora todo concordaba.
Mierda.
ESTÁS LEYENDO
Invaded By You
De TodoLaura Wess tiene 22 años, una vida casi completa, está a punto de casarse, pero no por eso es más feliz, lo único que ella quiere es cambiar su vida. Bill Kaulitz, vocalista de Tokio Hotel, sueña con encontrar a su amor verdadero, y lo encuentra e...