- Si quieres, no me digas y ya.
Movió el piercing de su labio y me miró.
- Debo decirte.- Suspiro y siguió- Ese día luego de lo que pasamos me sentí enojado, nunca le había mentido de esa forma a Ria, sé que tengo fama de mujeriego, que no creo en el amor.
- …pero si lo crees con ella- Sentía como mi corazón volvía a palpitar lento, muy lento, casi imperceptible.
- Puede ser. – Se giró hacia mi- Lo siento.
Sus disculpas eran sinceras, lo veía en sus ojos, en sus ojos achinados que siempre me habían encantado. Le tendí la mano y por segunda vez empezábamos de nuevo.
- ¿Sin rencores? – me dijo al ver mi mano.
- Sin rencores.
En vez de solo tomar mi mano, me abrazó. Me sumergió en sus brazos y nuevamente en su aroma que quedaba impregnado en mí.
Narra Lola Zimmerman:
- Bienvenidos a mi hogar- Les dije estirando mis brazos- Lugar de reuniones, fiestas y resacas.
- Gracias- Laura aun estaba afectada y una lagrima salía por su mejilla.
- No te preocupes hermosa, siempre estaré apoyándote – La abracé y Alex me imitó , y por ultimo Catherine.
- siempre juntas – dijo por ultimo Catherine.
- ¿Quién quiere una cerveza? – Escuché decir a Gustav entre medio del abrazo.
- ¡Quiero una! – Gritó Alex y el momento terminó.
Vi a Georg sentado en el sofá y me acerque a él. Cuando lo vi al llegar del trabajo, no fue muy cálido mi saludo, estaba impresionada de que estuviera aquí y también molesta porque Cath no había dicho ninguna palabra sobre esto.
- Hola – Me senté a su lado y quedé mirando el suelo, los dos lo hacíamos.
- Hola.
Su saludo fue seco, lo merecía. Apoyé mi cabeza en su hombro. Me sentía nerviosa a su lado, era gracioso, después de lo que tuvimos en Alemania, seguía estando nerviosa con su presencia.
- Te extrañé…. Te extrañe tanto.
Me tomó por la cintura y me acerco mucho más hacia su cuerpo, me dio un beso en la frente. Y yo acerqué mi boca a la suya, su lengua entró en mi como lo había hecho otras veces, haciéndome sentir suya con solo un beso.
- Yo también te extrañaba, Lola.
- ¡Tengo una idea! , deberías quedarte tú también.
- Tu casa es muy grande.
La verdad mi casa si era muy grande, la había heredado de mis padres. La verdad se las había comprado a ellos, siempre había amado a esta casa, alejada de la ciudad, grande, con un gran jardín y muchas habitaciones para que viniera todo el mundo si era necesario.
- Tú podrías dormir conmigo- Me quedó mirando con una sonrisa pícara- o también puedes dormir en otra habitación.
Me besó y su otra mano subió desde mi rodilla hasta la parte interna de mi muslo.
- Hoy dormiré en tu habitación.
Narra Laura Wess:
- ¡Nos vemos mañana!- Dijo Tom saliendo por la puerta.
Bill me tomó por la espalda – Vamos a dormir, ha sido un día muy duro.
Lola nos dio una habitación a mí y a Bill con solo una cama, iba a ser una noche complicada. Lola dormiría con Georg y según lo que nos había contado Lola, habría mucho ruido hoy. Alex por su parte durmió en la última habitación, paralela a la habitación de Catherine.
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Invaded By You
RandomLaura Wess tiene 22 años, una vida casi completa, está a punto de casarse, pero no por eso es más feliz, lo único que ella quiere es cambiar su vida. Bill Kaulitz, vocalista de Tokio Hotel, sueña con encontrar a su amor verdadero, y lo encuentra e...