- ¿Qué haces aquí?
- No respondes a mis llamados, no quieres verme y aun así me preguntas eso.
- Hey, tranquilo… Nunca dijimos tener nada.
- Sí, pero de igual manera me preocupo por ti.
- Estoy bien, solo… - frunció el ceño.
- ¿Lola?
Me di la vuelta y estaba Georg, ahora con camisa, apoyado en la pared. Ahora si estaba en aprietos. Hice pasar a Roger y los presenté.
- Georg, el es Roger… un gran amigo - Le pasó su mano a Georg para estrecharla - y el es Georg y estamos saliendo.
Roger levantó la vista - ¿Están saliendo?
- desde hoy – dijo Georg tomándome por la cintura con una cara de felicidad que se veía hasta la China.
- ¡Guau! – Tomó la mano nuevamente de Georg – Felicitaciones
Me dio un abrazo y me dijo al oído- hablemos luego.
- Me tengo que ir… tengo una cita ¡ Nos vemos pronto!
Se despidió muy gentilmente de nosotros, yo sabía que estaba dolido, cualquiera lo estaría en su lugar.
Narra Alex Bennett:
Caminábamos en el estacionamiento con destino a la camioneta que habían rentado los chicos, Tom y yo estábamos hablando y lanzándonos las ultimas palomitas que quedaban, hasta que recibí una llamada.
- ¿Alex? Soy Roger- Su voz sonaba como si hubiera estado llorando.
- ¿Le pasa algo a Lola?
- ¿Podemos vernos en el bar? Invitaré a Nick también.
- Sí, claro, nos vemos.
Corté la llamada y guardé el teléfono en el bolso, los otros ya estaban en la camioneta y me habían guardado un puesto como copiloto de Tom.
- ¿Harías el favor de irme a dejar a un local? Me encontraré con un amigo.
- ¿Un amigo? ¿Ahora?
- Si ¿Algún problema?
Todos en la camioneta estaban callados, parecía una discusión matrimonial.
- No ninguno.
Subió el volumen a la radio y no desvió su seria mirada del volante. No lanzó broma alguna y no entró en la conversación que se hacía entre los demás.
- Tom, es por aquí.
Paró la camioneta de forma brusca, Bill y Catherine se quejaron. Abrí la puerta del auto y me despedí de todos, Tom no sacaba su vista del frente. Baje del auto y entré al bar.
Detrás de la barra estaba Roger con una copa, al verme la alzó. Nick todavía no llegaba. Se le veía melancólico, triste y luego de servirme un trago, me explicó el por qué.
Lola estaba muy feliz con Georg, y eso también me hacia feliz, el problema era el decirle de esa forma a Roger que ya no quería estar con él, pero mas allá de escuchar a Roger, no podía meterme en los problemas que tuviera Lola.
- Lo peor es que estaba empezando a sentir cosas por ella.
- Podría habértelo dicho de otra manera.
- No, está bien – dijo sirviéndose la segunda copa- estaba entre la espada y la pared.
- O quizás entre dos espadas – el mostró una leve risa.
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Invaded By You
RandomLaura Wess tiene 22 años, una vida casi completa, está a punto de casarse, pero no por eso es más feliz, lo único que ella quiere es cambiar su vida. Bill Kaulitz, vocalista de Tokio Hotel, sueña con encontrar a su amor verdadero, y lo encuentra e...