Mi motivo de ser || Jasper Hale

Capítulo 37

Segundo Acto || Parte cuatro

"Despedida"

Matthew se encontraba recostado sobre el regazo de su hermana menor, solo con ella podía hablar acerca de sus problemas amorosos sin recibir burlas de por medio.

—¿Entonces te vas a quedar?—pregunta la menor acariciando el cabello de su hermano.

—Planea acercarme a ella, tratare de hacerlo a escondidas para que Bella no se percate de mi presencia—juega distraídamente con una de las manos de la menor—. Necesito protegerla, Aidan me dijo que una de sus descendientes será mi compañera.

—¿Quieres que hable con Angela?

—No—niega rápidamente—. Solo quiero saber un poco más de ella, pero será en otra ocasión—se coloca de pie—. Es hora de dormir—destiende la cama para que la menor se recueste.

—No, aun es temprano—reniega la menor.

—Si no duermes ahora, no podrás viajar con Jasper—sonríe divertido.

—Eres malo—de mala gana se acuesta en la cama.

—Así me quieres, por ello soy tu favorito—besa su frente mientras la arropa.

—¡En tus sueños!—grita Peter desde la planta baja—. ¡Lizzy ya duérmete, nos tenemos que ir para hablar con el resto sobre tu viaje!

—Ya escuchaste a la vieja chismosa—comenta divertido.

—¡Te escuche! —ambos ríen al escuchar la réplica de su hermano.

—Buenas noches princesa.

A primera hora todos se encontraban cargando los carros, Edward miraba en dirección del bosque completamente ido.

—Deberías ir con Bella para explicarle las cosas—menciona la pelirroja acercándose al cobrizo.

—Lo haré—asegura el mayor.

—¿Estas seguro de esto? Aun podemos quedarnos—trata de convencerlo la menor.

—Solo así podrá estar segura—menciona tratando de convencerse así mismo.

—Piensa bien las cosas Edward, has enfrentado muchas cosas como para alejarte de ella. Sea cual sea tu decisión la aceptaremos y te apoyaremos—se pone de puntillas tratando de alcanzar su mejilla, depositando un pequeño beso—. Te quiero tonto, no dudes en marcarme—lo abraza por la cintura—. Adiós—se aleja del cobrizo.

—Cuídate, yo igual te quiero—besa su frente dulcemente.

—Los voy a extrañar—la pelirroja se acerca a despedirse de sus padres.

—Te amo mi niña, cuídate mucho—Rosalie besa su frente cariñosamente.

—Mi niña, no te vayas—Emmett la envuelve entre sus brazos—. Quédate con nosotros, no lo necesitas a él. Te contare una historia todas las noches, organizaremos pijamadas, dormiremos los tres juntos, incluso el horrible oso enorme puede dormir con nosotros. No me abandones—lloriquea aferrándose al cuerpo de su hija.

—Emmett, la asfixias—Rosalie trata de separar a su esposo de su hija—. Ella estará bien, Jasper la cuidará.

—Ella sigue siendo mi dulce bebita—mira a la pelirroja con un puchero.

—Los quiero, los llamara todos los días—les manda un beso volador acercándose a Jasper.

—Vayan con cuidado—Carlisle les desea despidiéndolos.

—No olvides lo que dijimos Gasparin—Klaus lo abraza por los hombros mientras se ríe como loco—. No querrás que nuestra hermanita quede viuda antes de matrimonio—le guiña un ojo divertido—. Nos vemos princesa, te amamos—besa sonoramente la mejilla de la pelirroja—. Nada de sobrinos hasta los 300 años.

—¡Cállate Klaus!—gritan enojados Dylan, Matthew y Alexander.

—¡Oh vamos! Nadie quiere eso—trata de defenderse.

—Sera mejor que se vayan, no querrán perder el vuelo. Cuídense mucho—Dereck los despide.

La pareja subió al Jeep conduciendo directamente al aeropuerto.