Capítulo 86

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Cuarto Acto || Parte Nueve

"Colección de muñecas"


Frío, era todo lo que sentía Elizabeth.

Poco a poco estaba recuperando la conciencia, sintió agua helada impactar contra su cuerpo. Aquello hizo que despertará de inmediato.

—No era mi intención despertarse de esa forma— menciona Elijah tomando su mentón con delicadeza, veía con deseo a la menor.

—¿Qué es lo que quieres de mí?

—Ya te lo había dicho con anterioridad, te quiero a ti—responde acariciando su labio inferior—. No mereces estar a lado de un vampiro cualquiera, eres la heredera al trono demoníaco. La heredera de la sangre de Lilith es la única que puede subir al trono y esa eres tú, si permaneces a mi lado obtendrás el trono que por derecho te pertenece.

—¿Qué te hace creer que me interesa?

—Lo hará, llegará un momento donde lo desearás. Yo te ayudaré a llegar a él— besa a la menor en contra de su voluntad, Elizabeth le muerde fuertemente el labio haciéndolo sangrar—. Maldita— masculla enojado abofeteándola, la jala del pelo acercándola más a su rostro—. Ahora no me amas, con el tiempo aprenderás a hacerlo, nos casaremos y formaremos nuestra propia familia. Una nueva especie nacerá de nosotros—comienza a reírse como loco—. Serás completamente mía y en cuanto tengamos a nuestros hijos te convertiré en mi muñeca, de ese modo siempre estaremos juntos.

—Jamás me quedaría a tu lado—dice con dificultad la menor.

—Ya me canse de escuchar tu voz, debería convertirte en este momento en una muñeca. De ese modo estarías callada todo el tiempo, completamente a mi merced— la menor lo vio aterrada—. La idea te causa miedo ¿no?— suelta un jadeo extasiado—. Me fascina tu cara de terror, no deberías provocarme de ese modo, si continuas así adelantaremos la luna de miel— la vuelve a besar en contra de su voluntad, al separarse le pone un pañuelo en la boca—. Te enseñaré mi colección.

Carga a la menor hasta la parte trasera de la casa donde estaban, abre una enorme puerta blanca dando paso a una oscura y fría habitación.

Enciende las luces dejando ver muchas muñecas con apariencia humana. Sienta a la menor en una silla con ruedas.

—¿A qué son hermosas, no crees?—le pregunta extasiado por su enorme colección—. Yo mismo las cuido y aseo, mis hermosas muñecas— comienza a mover la silla de la menor—. Te presentaré a las menos tímidas.

Él hombre la colocó enfrente de una muñeca de tez morena, de ojos azules.

—Ella es Dalila, la hereje original. Tuve una pequeña aventura con ella antes de matarla—besa en la mejilla a la pelirroja—. No debes ponerte celosa de ella, solo fue una aventura— la colocó frente a otra—. Ella es la bruja original, Agata Ross, fue asesinada por mi bisabuelo. La siguiente te encantará conocerla— la coloca enfrente de una pelinegra con tez blanca como la nieve, tenia unos hermosos ojos negros—. Ella es tu abuela, Lilith—la pelirroja la vio aterrada, ella era la siguiente.

Él cazador comenzó a tararear una canción escalofriante para la menor mientras dejaba su silla delante de un maniquí con un hermoso vestido negro de bodas.

—Cuando pases a ser mi muñeca usarás ese hermoso vestido, serás la más hermosa de todas. Mira he preparado una placa especialmente para ti— le enseño una placa dorada.

Elizabeth Hoechlin. Hibrida, vampiro- lobo. Heredera de la sangre de Lilith y Eva. Reina del mundo demoníaco.

Era lo que tenía grabado la placa. Elizabeth se removió en su lugar, le era imposible utilizar sus dones o tan siquiera algún lado sobrenatural.

Elijah Connor la tenía sedada en verbena y wolfsbane para que no escapará.

Le presento una a una cada muñeca de aquella enorme sala.

—¿Sabías que el primer original de cada raza es una mujer? Es por eso que mi familia las ha coleccionado por siglos. Aquí están todas las primeras mujeres de cada especie, tú formaras parte de ellas— besa a la menor—. Amo el dulce sabor de tus labios— vuelve a juntar sus labios, una explosión se escuchó a lo lejos sobresaltando al cazador.

Los gemelos entraron por dicha abertura que crearon.

—Nunca debes subestimarnos, olvidaste que somos mitad humanos. Tu estúpido dardo no nos hizo tanto efecto, basto solo unos segundos para recuperarnos.

—¿Cómo lograron encontrarme?—pregunta él cazador apuntándolos con una pistola de estacas de madera.

—Somos Caleb y Colins Hoechlin—responden arrogantes.

—El peor error de tu vida fue subestimarnos—le dice Caleb.

Los gemelos pelean contra el cazador hasta lograr someterlo, Caleb corta su cabeza con un hacha logrando que la sangre del cazador salpique su cuerpo y cara.

Los gemelos pelean contra el cazador hasta lograr someterlo, Caleb corta su cabeza con un hacha logrando que la sangre del cazador salpique su cuerpo y cara

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—Fin del juego— menciona Colins.

—Fin del juego— menciona Colins

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Mi motivo de ser || Jasper HaleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora