Tu eres mi ángel y yo tu demonio.
Solamente quiero que seas tu la persona que le de un significado a la palabra amor.
Toma mi mano y no me sueltes, sálvame de la oscuridad que me hunde.
Se mi motivo de ser.
Inicio: 19 de septiembre de 2020.
Finaliza...
—Gracias por venir— menciona Dereck en dirección de los patriarcas Cullen.
—¿Por qué nos citaron?— pregunta Carlisle.
Él doctor Cullen tenía un mal presentimiento.
—Queremos dejar en claro que no pelearemos con ustedes por Renesmee, pelearemos por Elizabeth—la frialdad en las palabras de Dylan alarman a la pareja.
—Lo que pasó no olvidaremos tan fácil, Edward tendrá que pagar por sus pecados—comenta Jeremy con seriedad.
—Cuando todo acabe nos iremos—les hace saber Dylan.
—Siento lo que pasó, por favor no se vayan—pide Carlisle.
—No debes pedir disculpas por los errores de Edward, Esme y tú no tienen la culpa.
—Es mi hijo, debo pedir disculpas por lo que hizo.
—Está bien Carlisle—Dereck palmeó su hombro sabiendo que insistiría en disculparse—. Necesitamos tiempo para nosotros, esperamos que entiendan nuestra decisión.
—Sabemos perdonar, pero no olvidar—Jeremy toma la palabra.
—No se preocupen, nos volveremos a ver— Dylan pone una mano sobre el hombro del doctor Cullen—. Lo prometemos.
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Jacob se acerca con madera para hacer una fogata, Benjamin hace uso de su don para encender el fuego.
—Esto si me gusta, una hoguera antes de la batalla contando historias de la guerra o simplemente parados como estatuas— comenta divertido el Black observando a todos los vampiros a su alrededor.
Garret ocupa un lugar junto a él sentándose cerca de la fogata.
—Nombren cualquier batalla, yo estuve ahí— comenta Garret.
Aidan con curiosidad por saber si dice la verdad toma discretamente su hombro entrando en trance al ver toda la vida del vampiro pasar por sus ojos.
—Wow—expresa asombrado al terminar de ver su historia—. Tienes un pasado interesante—todas las miradas se dirigen a su persona—. No me miren así, no siempre conoces a alguien que estuvo presente en tantas guerras.
—Bueno niño, hoy es tu día de suerte— sonríe con arrogancia el vampiro—. Tengo muchas historias que contar—palmea el tronco invitándolo a sentarse para que esté cómodo.
Aidan escucha fascinado cada historia que narra el vampiro.
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