Tu eres mi ángel y yo tu demonio.
Solamente quiero que seas tu la persona que le de un significado a la palabra amor.
Toma mi mano y no me sueltes, sálvame de la oscuridad que me hunde.
Se mi motivo de ser.
Inicio: 19 de septiembre de 2020.
Finaliza...
Rosalie rodeo a Elizabeth entre sus brazos, la pelirroja se había levantado gritando con miedo por la visión que tuvo.
—Todo está bien— susurró Rosalie en su odio mientras acariciaba su cabello tratando de calmarla—. ¿Quieres contarme?
Niega con la cabeza aferrándose a sus ropas.
—¿Dónde está Edward?
—Sigue en su despedida de soltero—responde Bree sujetando su mano mirándola preocupada.
Carlisle junto a Esme ingresan a la habitación.
—¿Qué es lo que ocurre?—pregunta Carlisle.
—Necesito ver a Edward.
—No tardan en llegar, tranquila cariño— menciona Esme con su habitual tono dulce y maternal.
Las risas y voces de los chicos llaman su atención de inmediato, sin importarle andar por la casa descalzo corre en busca del cobrizo.
—¿Lizzy?—Jasper observa curioso a la pelirroja cuando esta pasa a su lado.
Edward abraza a la menor un tanto extrañado por su comportamiento, acaricia su cabello cuando siente su pequeño cuerpo temblar. La preocupación y el miedo que proyectaba su ser alertaron al empático.
—¿Qué ocurre Ari?—susurra el cobrizo separándola un poco para verle el rostro.
—Tenemos que hablar.
—Los acompañaremos—menciona Aidan mirando significativamente a los gemelos.
Los cinco caminan al interior del bosque bajo las miradas confusas del resto.
—¿Van a decirme qué ocurre?
Elizabeth toma sus manos entre las suyas para transmitirle la visión que la puso en ese estado.
Al dar paso a la premonición se adentro en la oscuridad, sus instintos lo obligan a estar en alerta al sentir peligro, de repente es rodeado por un fuego abrasador. A lo lejos de él se distingue la silueta de una mujer, trata de ver más de cerca de quien se trata, pero las llamas se lo impiden así que decide saltarlas.
Siente como su mundo se detiene cuando distingue quién es la persona que se encontraba en el suelo, era Elizabeth. Trata de socorrerla cuando se ve envuelto por la oscuridad nuevamente antes de aparecer frente al prominente castillo donde los Vulturi habitaban.
Ingresa al lugar hasta llegar al salón de los tronos donde encuentra a Aro arrodillado frente a un hombre que no logra ver ya que le daba la espalda, pero su aura gritaba peligro.
El hombre parece percatarse de su presencia, cuando su cuerpo empieza a girar en su dirección su apariencia cambia a ser la de Bella portando un vestido de novia, mira a su alrededor percatándose de toda la sangre que rodeaba una montaña de cuerpos.
La familia Hoechlin lo observan a los lejos pronunciando algo inaudible, se concentra en leer sus labios o hacer uso de su audición mejorada para entenderlos.
Su vista regresó a ver a Bella cuando siente que le tocan el hombro, pero en su lugar se encuentra con la representación de la muerte la cual señala algo a sus espaldas.
Acostada sobre una mesa metálica se encontraba Bella con un aspecto demacrado, sobre su pecho se encontraba acostado un bebé. Trata de acercarse a ella sin poder moverse cuando su cuerpo parece no reaccionar a sus deseos, solo es capaz de hacerlo cuando escucha un grito desgarrador en la planta baja de la casa.
Su cuerpo se congela en la entrada principal al ver como un enorme lobo negro tiene entre sus afilados dientes el cuerpo inerte de Elizabeth. Todo a su alrededor se mueve tan rápido que apenas es capaz de percatarse que ahora se encontraba en el pequeño consultorio de Carlisle, todos se encontraban ahí lamentando la muerte de la pelirroja.
La presencia de alguien colocándose a su lado mientras toma su mano llama su atención, la Bella frente a él era completamente diferente a la chica que él conocía. Aquellos ojos tan rojos como la sangre brillaban con malicia, la muerte reflejada en ellos.
La figura de un hombre aparece detrás de ella, su rostro irreconocible. Observa como baila con la reciente neófita moviéndola con unos cuantos hilos sujetando sus cuatro extremidades como si fuera una marioneta.
La oscuridad lo envuelve una última vez antes de regresar a la realidad.
—Te lo advertimos hace tiempo Edward, Isabella representa al peligro mismo—comenta Aidan con frialdad.
—Si continuas con la boda todo lo que acabas de ver ocurrirá—menciona Elizabeth viéndolo con miedo.
—La vida de tú familia peligra, incluso la vida de personas inocentes como la manada de Sam podrían perderse si esto continúa—observa a su hermana preocupado—. Si ellos no te importan al menos piensa en Elizabeth, si continuas con esto ella...
Morirá.
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