Mi motivo de ser || Jasper Hale

Capítulo 78

Cuarto Acto || Parte Seis

"Nuevo orden"

Cuando las 3 familias se separaron los Hoechlin fueron a restaurar el poder sobre los Vulturi. Invadieron el castillo, sometieron a la guardia completa junto a sus líderes y esposas.

Aro, Caius y Marcus se encontraban sobre sus rodillas delante del mayor de los sangre pura.

—¿Qué es lo que buscas llegando de ese modo a mi castillo?—espeta Aro molesto.

—Vengo a cambiar las cosas en nuestro mundo—responde con simpleza jugando con un bat de metal, levanta la cabeza del vampiro con la parte inferior del bat—. Ahora deberán jurarme lealtad y obedecerme en todo, seré su nuevo rey supremo.

—¿Qué te hace creer que lo haremos?—sisea Aro.

—Simple, aceptan o mueren—lo mira maliciosamente—. ¿Qué dices Aro?

—Prefiero morir a servirle a un ser despreciable como tú—escupe con odio.

—Si así lo prefieres— se encoge de hombros desinteresado—. Amo jugar béisbol— le hace saber antes de golpear su cabeza con el bat haciéndola explotar en mil pesados, se escuchó el grito desgarrador de su esposa—. Oh, Oh. Me equivoque, tu cabeza no era una pelota—comenta con una falsa sonrisa—. ¿Quién quiere ser el siguiente?— pregunta con una aterradora sonrisa inocente en su rostro.

—Eres un monstruo— escupe con odio Sulpicia.

—¿Eso debería dolerme?—se agacha a su altura con un puchero—. Querida, no soy un monstruo, soy más que eso—la toma del cuello—. Soy el diablo en persona—sonríe de lado antes de arrancar su cabeza. Observa unos segundos la cabeza de la mujer antes de arrojarla cerca del cuerpo de su esposo—. Al menos estarán juntos en el infierno— sacude sus manos entre sí, voltea a ver a toda la guardia sonriendo ampliamente mientras extiende ambos brazos a sus lados—. Bien, ¿Quién es el siguiente?

—Tendrás que matarnos a todos, nadie le juraría lealtad a unos experimentos como ustedes. Solo son una raza inferior a la nuestra—dice Caius seguro de sus palabras.

Dylan se acerca a él sosteniéndolo en el aire por el cuello.

—¿Acaso no te gustaría ser mi mascota? Mira que me vendría bien una—comenta con una sonrisa de lado, disfrutaba el miedo que provoca en el rubio—. ¿Qué me dices tío Caius? ¿Te unes a mí?— lo dice con un tono aniñado, diciéndole como lo hacía de niño. Él rubio solo le escupe en la cara—. Tu te lo buscaste—volteo a ver a sus hermanos menores—. Colins, Caleb pueden jugar con él, sé que querían un nuevo sujeto de pruebas y al parecer el tío Caius está dispuesto a ayudarlos con ello.

—Nos divertiremos hermano, gracias por el nuevo juguete— los gemelos se llevan al rubio de la sala de tronos, una sonrisa tétrica adornaba sus rostros.

—Es muy aburrido preguntarles uno por uno— tomó nuevamente su bat jugando con él—. Escuchen todos, mi hermano los dejará libres 30 segundos. Todos aquellos interesados en unirse a nosotros se colocaran a mi lado izquierdo. Los que no acepten unírsenos tendrán el mismo destino que Aro o Caius, ustedes deciden.

—Aquellos que intenten atacarnos serán torturados el resto de su eternidad—los amenaza Alexander antes de soltarlos.

Los primeros en pasarse a su lado fueron los cuatro mejores de la guardia. Para sorpresa de todos Marcus imitó su acción, unos que otros de igual modo los siguieron mientras el resto no se movió de su lugar.

—Alexander—le pide Dylan a su hermano—. Muy bien, todos tomaron su decisión. Es hora de divertirnos—volteo a ver a sus hermanos—. Todos suyos—hace una seña con sus manos para incitarlos a encargarse de ellos.

Fueron matando uno a uno, hasta acabar con todos. Dylan contemplaba el espectáculo sentado en el antiguo trono de Aro con una corona en su cabeza, se había proclamado el nuevo rey del mundo vampírico.

—Haz demostrado sernos fiel Marcus, por ello continuarás con tu cargo—le dice Dylan

—Desearía abandonarlo, lo único que deseo es descansar en paz.

Dylan piensa unos segundos su petición.

—Quédate como nuestro consejero, a cambio traeremos de regreso a Didyme.

Marcus lo mira asombrado, niega con la cabeza no creyendo que aquello era imposible.

—Es imposible, ella murió hace mucho tiempo.

—Elizabeth puede lograrlo, si ella lo logra ¿aceptas nuestra propuesta?

—Acepto.

—¿El quedarte de nuestro lado significa que le darás una oportunidad a lo nuestro?— le pregunta Dylan a Jane cuando esta se encontraba sola en los jardines del castillo.

—Nunca he experimentado nada parecido al amor u otros sentimientos. Solo siento cariño al estar con Alec y Elizabeth, fuera de eso solo siento odio. Disfruto torturando a las personas, eso me hace feliz.

—¿Y si hago cambiar todo eso? ¿Si logro enseñarte? ¿Aceptarías?— toma la mano de la rubia—. Dame una oportunidad por favor Jane, no te arrepentirás.

La rubia piensa unos momentos que decirle.

—Lo haré.

Dylan sonríe complacido con su respuesta.