Entre tacones y motocicletas [EN PAUSA]

Capítulo 14: Una gran familia

Alexia Louvier:

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Este capítulo es +18, ya están avisados. Lean bajo su propio riesgo.😋

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Salí del baño luego de tomar una ducha refrescante. Pensé en cuánto extrañé a Ethan durante el tiempo que no pude comunicarme con él, hoy quiero ser completamente suya.

Salgo vestida con una playera suya y unos shorts, dejé mi cabello húmedo suelto para que se secara de a poco. Veo que Ethan me está mirando desde que salí del baño, en sus ojos tiene un destello de admiración y deseo. Me acerco poco a poco hasta la cama, subo lentamente y de repente me subo a horcajadas en sus muslos. Comienzo a besarlo lentamente, poco a poco el beso va subiendo de tono hasta consumirnos en un deseo avasallador. Ethan toma mi cintura en sus brazos y me pega a él, nuestros centros rozan y gemimos al unísono, poco a poco va bajando sus manos hasta el dobladillo de la playera que tengo puesta y la sube hasta quitarmela por completo. No llevo sostén, lo que deja a su alcance mis pechos, lleva sus manos a estos y pellizca el pezón, gimo sonoramente y balanceo mis caderas al son para rozarnos aún más. Mete el pezón en su boca y chupa con ánimo mientras masajea el otro seno, se da vuelta quedando encima de mí sin aplastarme, va dejando besos a medida que baja hasta llegar a los shorts, me mira pidiendo permiso a lo que asiento. Baja los shorts junto con las bragas de un tirón, veo como deja de respirar mirando mi la humedad en mi centro.

—Si muero ahora sería un hombre malditamente feliz.–lo escucho murmurar, a lo que sonrío.

Baja su boca hasta mi vagina y contengo la respiración, pasa su lengua arriba y abajo de mi intimidad cada vez más profundo, mete su luengua en mi cavidad y toca mi punto G, agarro su pelo y tiro hacia adelante tratando de que llegue aún mas profundo mientras jadeo desesperadamente, cuando se encamina hacia mi clítoris y succiona, gimo salvagemente con todas mis fuerzas, me vengo con ola tras ola de puro placer. Ethan sigue lamiendo, tomando todo lo que sale de mí. Cuando vuelvo a recomponerme lo doy vuelta en la cama y saco sus pantalones, dejando su miembro libre. Jadeo ante el tamaño que veo frente a mí, llega a tener unos 25 centímetros, eso no encajará en mí.

—Sí encajará, tú tranquila.–habla Ethan con voz ronca.

—Eso espero.–susurro.

Meto la cabeza hinchada de su miembro en mi boca y paso la lengua sobre la endidura cubierta de pre-semen, Ethan gruñe de aprobación y toma mi cabello, jalándolo y causando un terrible placer en mí. Con mi mano froto hacia arriba y abajo el tronco de su polla, bajo y subo mi cabeza acariciando con mi boca y lengua todo lo que puedo. Siento latir su pene en mi boca y sé automáticamente que está cerca de venirse.

—Dulzura... Si sigues así me vendré en tu jodida garganta.–dice con voz ronca, animal.

Succiono aún más fuerte y siento el semen de Ethan en mi garganta mientras el ruge salvagemente, su miembro palpita largando chorros de semen, sigo succionando hasta tragar todo. Ethan me levanta y me pone sobre su entrepierna, rozando mis labios con su miembro.

—Esto puede doler, dulzura. Trataré de ir lento. Trataré.–me baja poco a poco entrando pulgada por pulgada dentro de mí.

Jadeo cada vez que sigue entrando en mí, cuando va por la mitad me impaciento y bajo directamente. Gimo ante el placer que me da su polla al estirarme, me quedo quieta, solo disfrutando de la repentina invasión, noto que los músculos de Ethan están tensos y bajo para besar sus labios. Mueve sus caderas suavemente causándome el placer mas bueno en mi vida. Toma mis caderas en sus manos y ambos nos movemos en vaivén , cada vez llegando mas profundo. La habitación se llena de mis gemidos y gruñidos de Ethan, aumenta el ritmo hasta que nuestros centros uniéndose son un movimiento borroso. Llego al éxtasis puro con un gemido gutural, clavo mis uñas por su espalda, arañando en el proceso. Ethan embiste otra vez  y me sigue con un rugido animal. Nos quedamos abrazados hasta que me pone encima suyo y apaga la luz, ambos nos quedamos acostados tratando de acompasar nuestra respiración.