Entre tacones y motocicletas [EN PAUSA]

Capítulo 20: propuesta

Ethan "Ignis" Holt:

Voy a la joyería Saphire ,que se encuentra en la ciudad, en busca del mejor anillo de diamantes que tengan. Pertenecer al club me dió algunas ventajas económicas, sin embargo, cada uno de nosotros se partió el culo tratando de salir adelante con nuestras empresas propias. Entro al local y miro en las estanterías hasta que encuentro uno hecho perfectamente para mi dulzura, camino hasta el mostrador y saludo a Britt, una amiga de la preparatoria que vino de Texas a Nueva York.

—Vaya, vaya. Mire lo que trajo el viento.–dice sonriente y con su característico acento texano.

—Britt, ¿Cómo estás? Hace mucho no te veía.–respondí amablemente.

—Y cómo me ibas a ver si casi ni apareces por aquí.–reprocha.—En fin, ¿que viernes buscando?

—Verás... Me quiero casar. Encontré a la mujer de mi vida y pienso estar unido con ella en cuerpo y alma.–veo cómo ensancha los ojos y empieza a sonreír alegremente.

—Espérame un segundo.–sale de la caja y camina a pasos cortos, debido a su altura, para luego abrazarme fuertemente y gritar de alegría.—¡Por fin el pequeño Ethan se casará! Dios, ¡Me alegro muchísimo!–yo solo me río a carcajadas y correspondo su abrazo.

—Gracias, Britt. Esto es muy especial de tu parte.–la abrazo por los hombros.

—De nada, para eso están los amigos. Ahora dime,–mueve las cejas,—¿La niña es tan hermosa como se rumorea? Y, sobre todo, ¿Cuándo la conoceré?

—Si quieres, vamos hoy a la casa club y te la presento.–propongo.

—Okey, hoy salgo a las 18:30, así que supongo que puedo ir tranquilamente.–luego se percata de algo.—Wolf no estará ahí, ¿O sí?–pregunta con cautela.

—Casi no pasa tiempo en la casa-club, así que no te preocupes.–la miro.—Por cierto, ¿Cuándo será el día que me cuentes qué sucedió con Wolf?

—No puedo Ethan. Algún día si es que mi mente y, sobre todo mi corazón, lo decide, te lo contaré, ¿si?

—Está bien, Britt. No te presiones. Ahora, vamos a elegir un anillo de compromiso.

—¿Cuál te gusta más?

—Ví uno que le quedaría precioso a mi dulzura.–sonreí embobado.

—Va, iremos por ese primero, luego veremos las demás opciones ¿te parece?.

—Bien.

Tomo el pequeño anillo con la medida de Alex, viendo el color de la piedra encajada en el medio, le va a encantar.

—Me llevo este, Britt.–sonreí ante la vista de alex usando el anillo.

—Era obvio que elegirías ese, grandulón. Ven, vamos a la caja y lo empaqueto. ¿Prefieres una caja en terciopelo rojo, negro o azul marino?–pregunta.

—Negro. Gracias Britt.

—No pasa nada, para esto estamos los amigos. Que sean inmensamente felices. ¡Ah! Y espero la invitación con ansias.–sonríe dulcemente mientras me deja de abrazar y saluda con la mano.

—Hasta pronto, Britt.–le regalo una sonrisa y voy a mi motocicleta, llevando el futuro en mis manos.

***

Estaciono en la casa-club y entro al comedor, tomando una fruta y dándole un beso en la mejilla a Mary, quién está horneando unos ricos pasteles de frutos rojos.

—Alex está en la habitación.–le sonrío y ella me guiña.—Anda, anda, ya todos sabemos que nos vas a dar una buena noticia, ¿Verdad?–me apuntó con la espátula de cocina.