V Intento fallido.

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Disclaimer: Miraculous no es de mi propiedad al igual que el arte aquí utilizado.
Sin embargo, lo aquí escrito sí es de mi entera autoría.
Se prohíbe cualquier tipo de copia y/o adaptación.

[Y otros no tienen nada que perder]

No estaba segura si esa era su afición antes de todo lo que había pasado, pero sabía que le traía paz últimamente. Dibujar, escribir, pintar sobre lienzos que su madre le traía a veces para animarla.
El cielo se veía brillante, de un azul impresionante que no era capaz de replicar en su godete.
Tomó el trozo de tela que tenía cerca para limpiar sus dedos, se dejó sentar sobre la silla de jardín que tenía en su balcón. Suspiró, cada día se sentía más agotada e incluso algo hastiada ya. ¿Por qué no podía recordar? ¿Por qué no podía simplemente volver a la escuela y comenzar a tener eso retrocesos y saltos de los que el médico hablaba? ¿Por qué no podía dejar de sentirse tan mal cada vez que miraba por la ventana?
Se puso de pie nuevamente revolviendo entre los tubos de pintura buscando algún color que pudiera agregar a su mezcla.

─Quizá un verde...─ murmuró más para ella rebuscando, y encontró uno realmente vibrante, miró la etiqueta con detenimiento─ "ojitos de gatito"─ leyó y soltó una risilla.

─Es la primera vez que te veo sonreír─ escuchó a sus espaldas, encontrándose con Alya que llevaba en brazos una pila de libros.─Te traigo la tarea de ésta semana.

─Gracias─ respondió tomando los libros y dejándolos en la mesa para ambas encaminarse adentro.

─¿Te has sentido mejor, Mari?─ cuestionó la morena a su amiga.

─Sí, me he sentido bien─ murmuró la muchacha sin atreverse a mirarla─Gracias.

─Ay, pues yo también he estado bien─ dijo la chica sentándose en una de las sillas de su escritorio, Marinette lo hizo en el diván.

─Lo siento, Alya, aún me siento extraña, la verdad─ se sinceró─ No logro recordar nada, y siento que algo muy importante me falta.

─¿No tienes una mínima idea de lo que pueda ser?, ¿Hay algo en específico que te atormente? Sobre algo o alguien a quien hayas visto─ se inmiscuyó la de lentes.

─No lo sé─ susurró.

─Mira...─ se acercó a ella sentándose a su lado en el diván. Rebuscó en su teléfono hasta hallar lo que quería─ Éstos somos nosotros─ informó dándole el celular y haciendo zoom en una foto de grupo─Él es Nino, el de la gorra. Ella es Chloé, la rubia de coleta─dijo mirándole para contemplar su reacción, no hubo nada─ A su lado está Sabrina. Esos de ahí son Iván, su novia Mylène, Juleka y Rose, ellos tienen una banda─ musitó con una sonrisa─ Ese es Max, él tiene robots y cosas raras. Nathaniel, él pinta cosas. Kim y Alix, ellos son los deportistas─ Volvió a mirarla─ Y ese de ahí es...

─Adrien Agreste─ terminó Marinette, luego miró a Alya con vergüenza─ es que encontré en mis cajones fotos y recortes suyos.

─Sí, él es muy famoso─ respondió menos animada que antes.

─Sabes si él y yo...

─Bueno, eran buenos amigos, estaban mucho tiempo juntos y compartían muchas cosas─ aclaró─ ¿Acaso lo recuerdas?─ preguntó pronto. Marinette negó.

─Es que he tenido sueños raros, donde alguien intenta matarme y bueno, a veces sueño con él, pensé que estaría relacionado.─ Inició virando a su amiga cada vez con más seriedad─ Además he visto en la T.V. lo que su padre hacía.

─Lo de su padre ha sido horrible, sí, pero créeme que Adrien no es lo que piensas, mucho menos lo que los medios digan de él.

─Hasta hace unos días me llamaba cada noche, y ahora...

─Está pasando por cosas muy complicadas, seguro es eso─ se acomodó las gafas─no te mortifiques, puede hacerte daño.

Marinette sonrió a su amiga asintiendo afirmativamente a su recomendación.

Una alarma comenzó a sonar, el tránsito se escuchó presente en las calles y el bullicio inundó la ciudad, la azabache le miró contrariada. Alya se levantó de su sitio tomando sus cosas y guardando su celular en su bolso.

─Me tengo que ir, Marinette, quizá marquen toque de queda y tengo que volver a casa o mamá se asustará─ mencionó la de mechas rojas abrazando a su amiga. No se apartó por unos segundos.

─¿Toque de queda? ¿A qué te refieres?

─Es alarma de akuma, o sea que la ciudad está siendo atacada, y a como están las cosas y con la desaparición de los héroes, es mejor estar prevenidos.

─Ya veo─ reaccionó la de ojos mar acompañando a su amiga a la salida─ Prométeme que me llamarás en cuanto llegues.

─Te lo prometo, Mari─ mencionó la morena despidiéndose finalmente para caminar en dirección a su casa.

Marinette se quedó a la puerta un rato, miró a sus padres terminar de servir a los últimos clientes, y posteriormente cerrar la tienda. Les ayudó y después los tres subieron al apartamento para pasar la noche quizá viendo una película o los noticieros para estar pendientes de la situación en la ciudad.

─Me alegra que hayas llegado bien─Dijo Marinette bajo después de contestar la llamada de su amiga.

─Sí, iré a cenar así que, te llamo después, ¿Vale? ─musitó la morena dejando sus cosas en el escritorio de su habitación. Guardó lo que llevaba en el bolso y acto seguido comenzó a buscar algo en su celular. Lo llevó a su oreja oyendo el pitido de espera.

─Diga...

─Nos vemos en la torre Eiffel─ mencionó en cuanto le contestó.

─Alya, yo no...

─¡AHORA!─ Sentenció colgando la llamada.

─¿Alya, pasa algo?─ cuestionó una pequeña criatura que parecía haber estado oculta dentro de un cajón.

─Tal vez─ mencionó suspirando con fastidio─ ¡Trixx, transforme-moi!

[La pérdida es parte de la vida, pero también mil cosas más]

Memorias de un guardián || MLB|| Adrinette / MarichatDonde viven las historias. Descúbrelo ahora