Memoria V:''Eres mi peor enemigo''

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Disclaimer: Miraculous no es de mi propiedad al igual que el arte aquí utilizado.
Sin embargo, lo aquí escrito sí es de mi entera autoría.
Se prohíbe cualquier tipo de copia y/o adaptación.


[Vivimos en una gran ciudad, con grandes canciones de amor]


Félix Fathom


Una típica tragedia.
Un típico discurso de un villano incomprendido.
Siempre intenté superar las expectativas, en especial las que  me imponía él.
Me esforzaba, día a día, viéndome superado por una ilusión. 
Había buscado toda mi vida la aprobación de mi padre, un ápice de su amor. En cambio, había recibido desprecios y malos tratos. Fue entonces que en una de las visitas a la casa Agreste encontré cartas y respuestas amargas a todo eso que me había acongojado desde el principio de mi existencia.
Cuando viajé a Francia aquél verano conocí a una chica gracias a un buzón en alguna actividad graciosa inventada para los turistas. Una carta, letras pulcras y perfume de fresas. ¿Puedes enamorarte de las palabras? Puedes.
Y durante casi tres años yo había caído rendido por las letras de Marinette Dupain Cheng. Una adolescente francesa, menor por menos de dos años, amante de la repostería y con el sueño de ser una diseñadora de modas. A mis  cerca de 16 años pensé, quizá podría hacer que conociera a tío Gabriel para que pudiera cumplir su sueño. Yo daría la vida por ella. Marinette era la única que me entendía, la única que me conocía realmente y que había estado para mí cuando tiempo después de conocerla, mi padre murió. 
Quizá era como un respiro, pero a su vez se sentía como estar desorientado bajo el sol del desierto. ¿Qué sigue después de perder a la persona que te inspiraba terror y respeto al mismo tiempo? Llevé el duelo como cualquier niño podía llevarlo. Eso éramos. Niños que recibieron responsabilidades que aún no les correspondían y a  las que quizá jamás terminarían de estar preparados. Sólo un año atrás, mamá había perdido a tía Emilie. Y yo había tenido que asumir el peso de mantenerla a flote luego de casi quedarse sin nada, como ella decía. Pero tenía una motivación.
Y todo fue anhelo de una verdadera familia feliz, hasta que Marinette comenzó a escribir sus cartas referidas a alguien más. Relatando una historia de amor que no conectaba conmigo en ningún punto. Donde cada descripción del enamoramiento se sentía como una puñalada en mis órganos vitales hasta dejarme desvariando de ira y desesperación. Al borde de la muerte por Adrien Agreste, el amor de su vida.

Ella nunca debía enterarse que él era mi primo, o ese era el plan.

Hasta que en el cumpleaños 17 de Adrien, cuando el invierno crudo amenazaba con asesinar a lo que se cruzara en el camino, ella terminó por asesinarme a mí. Su soltura, su sonrisa, la manera en que lo miraba a él. Yo quería que me mirara de la misma forma aunque sólo fuera por tres segundos. Pero sus ojos brillaban por Adrien Agreste.

     —Soy yo, Colt, bueno, Félix.— mencioné cuando alcancé a escabullirnos por alguno de los tantos pasillos de la mansión.  

Ella abrió de asombro esos preciosos ojos color cielo. Y quise creer por un momento que su corazón latía con la misma fuerza con que lo hacía el mío. Pero ella sólo lo veía a él. Lo veía en mí, y en todos esos sueños que había externado. No hubo ni un abrazo o un "Encantada de conocerte", mucho menos una confesión de amor. Se estampó en mi rostro un cruel "¿Eres primo de Adrien, verdad?"

Y fue ahí cuando lo entendí. Que no sólo me había quitado su amor, sino también la más mínima posibilidad. 

Sonrisas falsas fueron mi respuesta.

Descubrí la supuesta verdad. Plasmada en hojas finas con la firma de Emilie Agreste y fundida en dos anillos plateados.

¿CÓMO ERA POSIBLE?
¿Cómo es que alguien como él, algo como eso, estaba quitándome todo?
Había sido deseado, amado, cuidado y procurado. Había perdido a su madre, pero entonces mi propia madre veía por él antes que por su bienestar. Tenía un guía, amigos y al amor de mi vida.

ÉL, UN ESPEJISMO, UN ENTE FALSO.

Y había sido hecho a mi imagen y semejanza, ¿ENTONCES POR QUÉ LO TENÍA TODO?

Lo deseé. Cuando las velas iluminaron su rostro y la escritura del pastel.

Tuve un plan. Frustrar el plan. Al final el único que terminaría por sufrir pérdidas sería yo.
A toda costa tenía que evitar la resurrección de Emilie Agreste. Y lo que fuera que estuviera naciendo entre Marinette y Adrien.
No contaba con el rechazo de Marinette y que antes de siquiera tener oportunidad, ella viera entre líneas todo.
Conocí a Lila. Y ella supo guiarme y amarme. Aunque yo por ella no sentía absolutamente nada. Y el primer punto pudo lograrse entonces.
Hasta que descubrí que Marinette era Ladybug, y comprendí que sería más complicado de lo que pensé.

Paciencia, un deseo y una sola oportunidad para que todos olvidaran quién fue Adrien, el sentimonstruo Adrien Agreste.

Y se cumpliría, por mi vida que lo cumpliría. Porque lo pedí cuando sopló y luego sonrió a todos ahí, como el imbécil que era.


     —Deseo que te mueras.

Después de todo no eres más que eso, un espejismo.
Eres mi reflejo, mi peor enemigo.



[Y somos esos polos opuestos de los que se habla en el cine]


Próximo capítulo:
XV. Última línea de defensa.



N.A: Sí, Adrien es sentimonstruo. Wenas noches, nos vemos luego.



xoxo

-Cj

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⏰ Última actualización: Oct 16 ⏰

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