Memorias de un guardián || MLB|| Adrinette / Marichat

Diario 3: Miedos

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Sin embargo, lo aquí escrito sí es de mi entera autoría.
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[Me hubiera encantado decírtelo en persona, Marinette, pero si estas leyendo esto significa que ya perdí mis recuerdos]

Querido diario:

Hace tanto no escribo por aquí. Conocí a un chico llamado Luka, es el hermano de Juleka, la chica que va en mi clase.
Luka es músico, toca la guitarra y tiene una voz singular. Es tan tranquilo como una canción de cuna. Es el arrullo perfecto de mis emociones, lo único que me sosiega en la vida. Luka siempre me dice que me cree muy capaz de llegar lejos. Él cree que los artistas merecemos pago justo por nuestro trabajo y los créditos del mismo. Es un justiciero, me recuerda a Chat Noir.
Aún con eso, dudo que sean la misma persona. Chat Noir es un coqueto con todas las chicas. Estoy casi segura que le vi besar la mano de Rena la otra noche, y ni se diga de sus acercamientos con Chloé. ¡Es un don Juan!
Volviendo a Luka.
El otro día fue akumatizado, me confesó sus sentimientos y recuerdo a Tikki decirme que quizá Luka podría ayudarme a olvidar a Adrien.
¿No sería eso injusto? ¿Utilizar a alguien para olvidar a otra persona? Jugar con los sentimientos de alguien que te tiene aprecio por mero egoísmo.  Pero es que ciertamente creo que él es el único a quien podría amar con tanta intensidad como lo hago  con Adrien. Es atento, me escucha, siempre tiene las palabras adecuadas para hacerme bien.
Ese sitio alguna vez lo tuvo Chat Noir.
Ahora Chat Noir es como mi mejor amigo, alguien a quien le confiaría mi vida y cada uno de mis más grandes secretos. Sin embargo, no creo sentirme atraída por él más allá de lo laboral.
Porque somos como el agua y el aceite, porque enamorarme de él significaría que estoy aceptando dócil mi destino, que me resigno sin luchar por lo que mi corazón me dice.
Que estoy destinada a él, lo sé. Pero si a alguien más le pertenece mi cariño, ¿No es justo pelear?
Me siento sin rumbo correcto, por una parte está quién parece ser mi destino, luego a quien le pertenece todo lo que soy, y finalmente el que espero me salve de este calvario.
Querido diario, guarda mis secretos, y ayúdame a resolver estos embrollos. Las cosas se complican y esto apenas es el comienzo.

—Marinette.

Adrien leyó unas tres veces la carta.
Eran pasadas las 3 am y no podía dejar de pensar en las palabras de Marinette. Había oído de la relación de Luka y Marinette, pero pronto todo se había vuelto confuso. En tanto él había tenido que librar sus propios conflictos. Se llevó el extremo del bolígrafo a la boca, intentando calmar su ansiedad con ello.
Llevaba semanas de mal sueño, encapsulado en un círculo vicioso. Despertaba tarde, se atrasaba con todo y no podía dormir en las noches por el estrés y los cientos de asuntos que libraba en su cabeza.  Dormía tarde, despertaba  aún más tarde. En bucle. Y así, una y otra vez, hasta hastiarse.
Le pesaban los hombros y no podía concentrarse. Las palabras de Marinette lo envolvían en un viaje peor, andando de un lado al otro. Del pasado al presente.

Marinette:

Es la primera vez que te escribo a ti y no a tu diario. Sabes, me sentía un poco loco hablando con una libreta, pero con el paso de estas semanas he descubierto que en realidad es bastante terapéutico.
Sabes, he intentado también encontrar una pista de dónde puedas estar. Tus recuerdos, tu espíritu que nos alienta día a día. La pregunta que me atormenta todo el tiempo es ¿Dónde estás, Marinette? ¿Dónde estás, my Lady?
Llevo un par de líneas y siento que se me han terminado las palabras.
Somos como el agua y el aceite. Perdí contra el destino y contra mi corazón.
He descubierto más cosas, como que tu color favorito es el rosa pastel, y que eres muy observadora. Tienes una letra muy bonita, a diferencia de los trazos que yo doy a la hoja como apuñalándole.
También sé que piensas en todos todo el tiempo, eres una gran amiga.
Aquello también lo confirmé, eres la amiga más fiel que tengo, y eso no significa que no pueda tener sentimientos por ti.
Te quiero,  más de lo que pensé que lo hacía.
Me muero de rabia cuando Luka te visita, detesto cuando en tu diario nombras a alguien más que no soy yo.
Y suena enfermizo, pero no lo puedo evitar.
Son casi las 4 am y sigo pensando en por qué hay una hoja especial de por qué Luka puede estar contigo y yo no. ¿Por qué podías verlo como tu igual? ¿Por qué nunca me dijiste tus sentimientos? Las cosas pudieron ser diferentes...

Marinette: Quisiera decirte esto de frente, sin embargo hay dos grandes inconvenientes:

Número uno y el más doloroso. No me recuerdas, e insistirte seria igual de insensible que seguir leyendo este diario.
Número dos. ¿Con qué cara podría hacerlo después de tanto dolor que te he hecho padecer. Soy un cobarde, lo admito.

Quizá es que tengo miedo, mucho miedo de perderte.
Todas las personas a las que he amado resultan lastimadas, o se van de mi lado para siempre.

No quisiera que eso pasara contigo.
No lo soportaría.

—Adrien.

[Pero no tengas miedo, y no estés triste]

Parte de hoy, domingo.

Oh, ya es Lunes :0
Lamento la tardanza, en fin  faltan 4 capítulos para acabar esta parte de la historia. ¿No estan emocionades? Yo sí.
Wuuuu cuéntenme sus teorías, las leo.