Capítulo V

9K 769 123
                                    

Quince días exactos han transcurrido desde la última vez que se vieron las jóvenes CEO. A pesar de que Lena le dijo que pronto se volverían a ver, no habían hecho, ni siquiera tenía alguna noticia sobre ella en Danvers Magazine (tampoco era como que la extrañara).

La Navidad estaba a la vuelta de la esquina, eso significa su inevitable reencuentro. Aunque no lo quisiera así iba a suceder, porque como era tradición en la empresa, se organizaba una cena antes de Noche Buena, donde se incluía a todos los colaboradores, inversionistas y colegas. Por eso sabía que ella iba a estar presente (a menos que no asistiera). Pensó varias veces en ser mal educada (por primera vez en su vida), para omitirla de la lista, pero no fue así, ella nunca sería capaz. Más bien, las invitaciones ya estaban hechas, solo faltaba repartirlas, al igual que la canasta navideña que les regala a cada uno ese día.

No podía evitar recordar su último encuentro. Le pareció extraña la actitud de Lena, como si esta hubiera cambiado, sus ojos no la miraron sin clemencia como ocurrió las dos primeras veces, tampoco ese pequeño brillo que le destacó. Seguía sorprendida por la manera en que se dirigió a ella, neutra, casi fría. Es ridículo que me esté preguntando eso, si yo la traté peor, pensó, sin saber que en realidad Lena se había enterado de una situación delicada de su hermano mayor.

En esos quince días atrás, pudo arreglar el mal entendido con Alex. Ya que ese almuerzo le resultó bastante esclarecedor. Se le había ocurrido una bonita idea, se fue temprano de la oficina, para hacerle una gran cena con su comida favorita, agregó algunos globos de helio que decían perdóname, eres mi héroe (porque para Kara ella lo era). Esa noche ambas lloraron entre un fuerte abrazo, reconociendo que no podían estar enojadas por mucho tiempo, aparte de eso, consiguió un golpe como advertencia por si se le ocurría hacerle algo así de nuevo.

Sonrió un poco triste porque había vuelto su horario diurno, tenía que esperar al horario nocturno para tenerla en su departamento. Pero tuvo la gran idea de corregir eso, tomó la iniciativa de comprarle un almuerzo. Conociéndola bien, estaba completamente segura de que no llevó. Miró la hora en su portátil, dándose cuenta que se acercaba el mismo. Pausó el informe financiero final de Danvers Magazine, que llevaba muy avanzado, este recapitulaba todas las actividades financieras de todo el año (tanto como pérdidas como ganancias).

Se levantó tomando su bolso para comprarlo y llevárselo al hospital de una vez, eran las 11:30 A. M. Se sentía bastante tranquila, no había vuelto a tener pensamientos recurrentes sobre Lucy. Por lo que había amanecido con un buen humor, sin importarle el clima que estaba haciendo en National City (un frío increíble), no la limitó a salir a hacer ejercicio. Se había vestido con forme a él, una blusa manga larga cuello de tortuga (color azul cielo), optó por unos jeans negros ajustados, unos botines del mismo color, una gabardina color gris y su cabello estaba atado. 

— Eve, ya casi regreso para que salgamos a almorzar los cinco —  Eve asintió con una gran sonrisa.

En Luthor Corp Lena estaba ideando con una pila de trabajo acomulado por culpa de su hermano. Pasó más tiempo alimentando sus adicciones que como CEO, creando un desorden en la sede Metrópolis. Le dolía su cabeza de tanto trabajar, pero optó por un trago de whisky en lugar de una aspirina..

Debido a ello no había tenido tiempo de ir a darle una pequeña visita a Danvers Magazine (excusa para ver a Kara), en esas dos semanas estuvo siempre presente aunque fuera unos segundos. Gracias Lex, por atrasar mis visitas, pensó rodando los ojos.

La última vez que la vio, había almorzado por insistencia de Sam, porque ella no quería hacerlo. Luego sucedió su curioso encuentro con Kara, pero estaba tan agobiada por sus emociones que casi le dio igual ser ignorada por la misma. Por poco ella no le dirigía alguna palabra (aparte de que olvidaba el desplante). Sin embargo, no pasó por alto que Kara había bajado el enojo para saludarla y la mano que le ofreció. Lena por cortesía lo correspondió, con evidente tono neutral lo hizo, causando una reacción de sorpresa en su rostro. Fue su turno de experimentar lo que sentí, pensó con un poco de orgullo terminando de una sentada su trago.

Cuestión De Amor [En Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora