Capítulo XXII

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Kara Danvers puede ser muchas cosas en la vida de las personas, tanto así que, al no estar cerca de ella el sol puede quedar opacado por la magia de su brillante sonrisa y toda aquella alegría que transmite a los demás puede desaparecer con solo su ausencia por más mínima que sea. Un accidente causado por la avaricia, la obsesión y la maldad en el corazón son los culpables de que esa personalidad tan dulce, energética y llena de amor por los demás en doce horas haya sido pausada de forma abrupta de sus vidas. Porque ciertamente, esas horas antes del fatal momento estuvo en su oficina con todos los deseos de ir a ver todas las personas que ella ama con el corazón.

Los últimos que la vieron salir de Danvers Magazine fueron los oficiales de seguridad privada que, con una sonrisa amplia les dio las buenas noches y les agradeció por su gran labor protegiendo la empresa de sus sueños. Se dirigió a su auto e inició su conducción cuidadosa hacia el departamento de su hermana mayor prometiéndose así misma recompensarles con algo, tal vez una salida a un restaurante o algún que ellos quisieran ir por su llegada tardía y, sin ocultar el rubor de sus mejillas por recordar que en la noche Lena Luthor sería completamente suya y viceversa. Al llegar a una intersección con amplio tráfico intentó frenar el auto, pero sus frenos no respondían cerró los ojos con alto temblor de miedo en su cuerpo y fue impactada de frente por un trailer. La bolsa de seguridad del volante se activó unos segundos retrasada no pudo impedir un fuerte golpe que recibió en su cabeza haciéndola sangrar de inmediato a la vez que perdía por completo su conciencia.

El trailero asustado se bajó para verificar el estado de la rubia. Actuando de inmediato tomó su móvil y llamó al departamento de policía para reportar la colisión, porque efectivamente, la peor parte se la llevó la CEO porque prácticamente el trailer salió ileso. No tardó mucho tiempo en llegar los respectivos cuerpos de rescate con la patrulla designada para cubrir la escena, saliendo de la misma llegó la que fue su cuñada por un tiempo, Maggie Sawyer, impactada por la imagen que tenía al frente buscó en su larga lista de contactos en su móvil y le marcó a sus ex suegros para contarles lo que lastimosamente había pasado. Ni en sus sueños más locos y extraños había soñado con algo así, Danvers, tú no puedes irte de este mundo aún, había pensado antes de que le contestara Eliza.

Transcurrido ese tiempo, el mundo de esa unida familia, el de sus mejores amigos y en especial el mundo de Lena Luthor quedaron paralizados por completo en ese pequeño pero eterno lapso de tiempo. Ese accidente tenían con certeza que cambiaría sus vidas por completo. Después de que Alex les contó lo que pasaba estaban en trance, pero poco a poco después de llorar largo rato en los brazos de los unos a los otros, Lena tomó la decisión de trasladar a Kara a su hospital para que la misma Alex fuera la que tratara a su novia, al amor de su vida. El amanecer les sentó horrible a todos, no querían ni dormir estando todos en los pasillos del hospital esperando el diagnóstico del médico temporal que estaba en turno. Ninguno habló más que preguntar si querían un café o un té.

Ahora eran las 8:00 A. M, los padres Danvers lograron llegar más rápido gracias al ofrecimiento del jet privado de los Luthor para que pudieran estar más rápido con su pequeña hija. La señorita Luthor por su parte, estaba consumida por la tristeza, sin saber por qué le pasaba todo eso a ella, primero su madre que murió ahogada, luego su hermano muerto por una sobredosis y ahora el amor de su vida sufría un accidente casi mortal. No quería nada, no tenía hambre ni sueño mucho menos ganas de irse a Luthor Corp a trabajar, solo estaba sentada a la par de su cuñada. Su suegra insistía que debían irse todos a descansar, todos se fueron a regañadientes prometiendo volver después de cuidar con mucho amor el fruto del trabajo de su mejor amiga.

— Familia Danvers — se acercó con cautela Maggie con un tono triste por la situación de la ojiazul y con respeto después de haber observado la interacción de Sam y su ex novia a la que le tenía mucho aprecio. La pelirroja alzó la mirada igual que los presentes y le sonrió de lado sin ocultar el dolor de sus ojos —Lamento muchísimo la situación que está pasando. Pero Kara es muy fuerte y saldrá de esta — les dijo tratando de inyectarles un poco de esperanza. Lena la observó neutra, pero sin preguntarse quién era la mujer porque supo al instante que era policía por la placa que adornaba su cinturón. Los mayores Danvers le sonrieron con tristeza asintiendo, esperando en Dios así sea — Acá está su bolsa. Cualquier cosa que necesiten o si tienen sospechas de algo por favor avísenme — Alex miró unos segundos a la pelinegra pidiéndole permiso mentalmente para tomarlo y así lo hizo. Eliza no contuvo las lágrimas abrazando con fuerza nueva el dorso de su esposo que trataba de estar fuerte.

Cuestión De Amor [En Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora