Capítulo XXI

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El reloj caminó un poco rápido llenando de felicidad en medio de su andar a las dos señoritas emprendedoras que, dichosamente llegan a su primer mes de relación. Lena no quiso quedarse atrás en los detalles románticos, porque Kara siempre la mal acostumbraba dándole  pequeños detalles bellos que le cautivan su alma por completo. Sin pensarlo mucho tomó la decisión de que en toda la semana pasaría enviando a Danvers Magazine todo tipo de flores para que acompañara cada día su belleza y a la vez la recordara, ya que el único detalle que tenía suyo era aquel oso de peluche que ganó exclusivamente para su amada novia. Por supuesto, ese no era su objetivo principal, sino la cena muy especial que planeó para celebrar su "mesario", sacando ventaja de tener contactos para hacerla inolvidable. Algunas veces al abrir sus ojos sonreía sin poder creer que nada era un sueño, realmente vivía un romance bello, el mejor que jamás conoció en su dura adolescencia y sin dudarlo en su adultez también.

Habían días donde caminaban tranquilas de mano en el parque compartiendo comentarios de alguna lectura que tuvieron o en ese silencio que tan representativo es en ellas, a la vez que comían los deliciosos helados que el señor Dox les regaló en la pasada inauguración de la sucursal Danvers Magazine en Metrópolis, que por cierto, estaba muy orgullosa de su novia, la sorprendió tomando el puesto del alcalde para dar un bello discurso de emprendimiento y de apoyo como pareja. Por supuesto, Kara ese día se derritió de amor absoluto, sintiendo la mujer más afortunada de tenerla a su lado. Muchas de esas caminatas en el parque de National City fueron sorprendidas por unos cuántos sonidos de cámaras captados fotografías de ellas dándose un beso y la mano. Realmente nada de eso las indisponia, al contrario, se sentían orgullosas de demostrar que el amor existe de diversas maneras. Y, una indiscutiblemente fue ayudar ese joven que trataba de ayudar a su hermano menor con cáncer, ya no era necesario que cantara en ese parque, la señorita Luthor le cubrió todos los gastos, eso también es amor.

No obstante, para su desfortunio seguía recibiendo cada día un mensaje de esa persona que quería persuadirla y confundirla con falacias sobre la señorita Danvers. Lena no se mentía así misma, sabía que algunos de ellos parecían concordar con actividades o salidas de la ojiazul. Sin embargo, todo aquello comenzó a ser ignorado y alejado por las visitas sorpresa o las cenas improvisadas llenas de esmero que le hacía su novia. Porque sí, Kara es una mujer fiel al romanticismo, aún recuerda cuando la recogió en el aeropuerto iba refunfuñendo porque la pelirroja doctora y hermana la había delatado con respecto a su gusto por el  romanticismo vampírico que hay en Crepúsculo, aunque admitía disfrutar mucho de él viniendo de ella.

Por otra parte, la CEO Danvers se sentía tan feliz de poder compartir sus logros, emociones, tristezas y miedos con la pelinegra. Ni qué decir lo bien que se llevó con sus mejores amigos el primer día que la llevó a su noche de películas. Sorprendió a más de uno con sus conocimientos sobre ese tipo de arte. Sin olvidar el gran, gran detalle que se había robado el corazón de sus padres la vez que pasaron sus vacaciones en Midvale, le daba gracias a Dios que a su amada madre se le metió en la mente invitarlas. Sin duda, no dejaría pasar mucho tiempo para pedirle matrimonio, porque sí, su experiencia pasada la hizo entender muchas cosas, entre ellas, no esperar mucho tiempo para hacer algo y más si se trata de algo muy importante como dar un paso hacia al altar. Ahora se encontraba entrando en el Hospital Luthor, quería entregarlo el almuerzo a su pelirroja hermana, aprovechando que pasaba por ahí.

— ¡Hola hermanita! — le dijo su hermana mayor acercándose con una amplia sonrisa. De hacía un poco de tiempo que no la veía pasar por el hospital, precisamente desde que conoció a su cuñada y pequeña familia. Kara ahuyentó sus pensamientos al escuchar la voz de la pelirroja, dándole una pequeña sonrisa abriendo sus brazos para abrazarla — ¿Qué haces aquí? Digo, no es que me moleste que lo estés. Solo que hace mucho no vienes por acá — la miró con cautela tratando de adivinar la verdad. Kara le dio un breve empujón con una pequeña risa.

Cuestión De Amor [En Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora