Cuestión De Amor [En Edición]

Capítulo XXV

Los días comenzaron a transcurrir con la normalidad con la que lo hacían antes. Desde aquella pequeña fiesta sorpresa en combo para ambas CEO no se despegaban la una con la otra. Más que todo la señorita Danvers, no hay día en que no visitara Luthor Corp para compartir un pequeño almuerzo, claro, los detalles no pasaban por alto, llevaba siempre consigo un ramo de flores, chocolates, hasta si podía pequeños osos de peluches. En su mente pensaba que podía conquistarla tal como a ella le gusta hacerlo, con detalles románticos, sin darse cuenta por culpa de su amnesia que estaba enamorando cada vez más a su novia. Lena se siente derretida de estar conociendo a la Kara que una vez Lucy conoció a la perfección, una rubia ya no se sentía culpable por su pasado que, más bien se sentía con libertad de iniciar de nuevo, era como una segunda oportunidad tal como sus amigos le decían.

Pero, siempre hay un pero, tenía un poco de miedo sobre la reacción que podía tener la CEO Danvers si se enteraba que la culpable de ese accidente,  era nada más y nada menos que su madre adoptiva, Lillian Luthor. Que por cierto, desde que llegó a prisión preventiva la ha estado buscando por medio de sus abogados, por supuesto, ella nunca aceptaba visitarla, ya tenía más o menos en mente las posibles ofensas que saldrían de su boca contra. Así que, ignoraba todos esos pedidos para centrarse única y exclusivamente en su novia, trabajo, sus amigos y padre. El juicio está a la vuelta de la esquina, este daría inicio el viernes de esta semana y no sabría más o menos cuanto duraría entre sesión y sesión.

Esta semana también será la cita con su rubia favorita, no sabía exactamente qué día, porque la misma dijo que la sorprendería en su totalidad. Sin fechas, ni horas, todo sería una completa sorpresa y eso, eso la llenaba de más deseos por hacerle el amor. Por otra parte, su cuñada le dio permiso en decirle la verdad a la ojiazul si ella le preguntaba de nuevo sobre su relación antes de la colisión. Ese día abrazó tan fuerte a Alex que casi se caen al suelo, quedaron en una posición un poco comprometidora.

Recuerdo

Estaban las señoritas CEO en la casa de la familia Danvers - Arias. Kara necesitaba buscar una carpeta que su hermana mayor confundió como suya. Lena se ofreció en ayudarla, pero esta negó argumentando que ella la encontraría en cuestión de segundos y que aprovechara para tomar un poco de descanso hasta que volviera. La pelirroja entraba de noche al hospital, su hija estaba en la secundaria y Sam en Luthor Corp en una reunión que solo le correspondía a la CFO.

— Entonces, ¿cómo han ido las cosas con Kara? — le preguntó de manera cálida dándole la taza de café para sentarse en el sofá a la par suya. La señorita Luthor primero le dio un sorbo al líquido caliente y se encogió de hombros con una sonrisa.

— Alex, tú hermana me tiene cada día más enamorada. No sabes la lucha interna que me manejo para no besarla — susurró girando un poco su cuello verificando que no estuviera pronta a regresar. Alex soltó una pequeña risa apoyando su cabeza en su puño en el respaldo del sofá.

— Kara es simplemente ella misma contigo. Nuestros padres están emocionados de que para ella no haya nadie más que tu en su corazón — tomó la taza con cuidado y le dio un sorbo largo a su café para volver a la posición en la que estaba. La pelinegra suspiró con un brillo especial en sus ojos sin poder borrar su sonrisa bajó la mirada hacia sus manos — Se acercan muchos eventos importantes, su cita, el juicio y en especial la Navidad. Te diré algo, ya a pasado varios días de que despertó, a lo que me refiero es que, si mi hermana llega a preguntarte de nuevo quién eres en su vida, no dudes en decirle la verdad — se levantó del sofá con una pequeña sonrisa. Lena asintió con una sensación de alivio incrustada en su pecho. También se levantó abriendo sus brazos para abrazarla fuertemente como agradecimiento. La doctora Danvers comenzó a reírse aceptando el abrazo, pero al sentir la fuerza y el desequilibrio quedaron muy cerca de sus rostros. Preciso instante iba llegando Kara con una sonrisa triunfante revisando los documentos que contenía.