Peligroso Deseo

Capítulo 6

- No - Aparto el plato con los fideos casi intactos.

Sus ojos azules me miran incrédulos, mi respuesta lo ha dejado de piedra sobre la diminuta silla de mi comedor. Lo miro desafiante.

Parece que no le gusta ser rechazado por las mujeres.

Bienvenido a la lista de rechazados, Valentino.

No voy a ceder.

- Ciara - Gruñe, levantándose de la silla, su rostro fruncido me indica que está enfadado. Sostiene la silla en acto reflejo, evitando su estruendoso golpe contra el suelo.

- No - Lo corto - Este es mi hogar, nuestro hogar. No puedes obligarme a vivir contigo. Ni mucho menos, decides por nosotras - Lo imito y me planto frente a él.

- Jessie, a tu habitación, cariño - No aparto la mirada desafiante que le arrojo a Valentino.

- Pero aun no termino de cenar - La escucho, a mi espalda. El tono de total desilusión.

- A la habitación, Jessie. Son problemas de adultos - La regaño, mirándola por encima del hombro. Su rostro ahora no brilla de emoción.

Mierda. No quiero entristecer a Jessie, pero Valentino me saca de quicio.

Jessie está apunto de levantarse d la silla, con la cabeza baja, mirándose los pies. Cuando Valentino se abalanza sobre mí y asalta mis labios.

Mueve sus deliciosos labios con ferocidad, como si el beso fuese hacerme cambiar de opinión.

Un chillido por parte de nuestra única espectadora sentada frente a la mesa. Llega hasta mis oídos.

- No le arruinemos la cena a la pequeña Jessie - Dice sobre mis labios.

- Pues tu no seas imposible. ¿No querías ir lento? Tu propuesta es demasiado ... precipitada - Mis manos aterrizan en sus mejillas.

- Solo piénsalo - Guiña un ojo. Acariciando mi barbilla.

- ¿Cómo es tu casa, Valentino? - Pregunta Jessie, con interés. Cocola los codos sobre la mesa y las mejillas en las palmas de sus manos.

- Parece un castillo. Rodeado de árboles altos y verdes - Me mira, para ver cuál es mi reacción al mencionar que su casa es como un castillo.

Lo miro, con una ceja levantada, diciéndole: ¿En serio? Buen intento.

- ¿Cómo los castillos de las princesas de Disney? - Los ojos azules le vuelven a brillar, por la emoción y la intriga por saber más sobre la casa de Valentino.

- Es mucho más grande que los de todas esas peliculas juntas - Valentino le sonríe ampliamente.

- Para, por favor. No hagas que su imaginación empiece a volar. Y si estas tratando de convencerme a través de Jessie. Pierdes tu tiempo, De Luca - Golpeo juguetonamente su pecho. Sonriendo descaradamente.

- ¿Quién dice que la estoy convenciendo para que después te convenza a ti? - Sus gruesas y negras se alzan, fingiendo indignación.

En su frente bronceada se marcan tres leves arrugas. Aun así, es tremendamente guapo.

¿Cómo es posible que sus ojos se fijaran en mí?

- Como sea. Pensé que te hospedabas en aquel hotel. -

- Hasta hoy. Es mi última noche en el hotel. Mi casa está lista para ser habitada - La comisura de su labio se levanta, dejando entre ver sus dientes blancos.

- ¿Y en donde está tu casa? -

- Si te digo, ¿vendrán a vivir conmigo? - Vuelve a sonreír de lado.