Después de diez horas y media sentada en los asientos de ese avión. Con el trasero adolorido y ojeras por no haber dormido en una posición cómoda.
Aterrizamos en nuestro destino.
Por la ventanilla del avión se podía observar el mar azul y cristalino que jamás había visto en toda mi vida.
No sabía en qué lugar nos encontrábamos, pero la vista desde el cielo era fantástica.
Nunca había viajado en avión. Mis padres no tenían un empleo que los hiciera salir fuera del país, siempre viajábamos a otro estado en auto.
Cuando el avión despegó, realmente estaba asustada. Nerviosa por las turbulencias.
Jessie no se despertó hasta que estuvimos nuevamente en movimiento dentro del auto.
- ¿Aquí es donde viviremos? - Jessie pregunta mirando por la ventanilla. Sentada sobre mis piernas.
- Solo estaremos aquí por unos días – Le recuerda Valentino.
- Es muy hermoso. ¿Por qué no podemos vivir aquí para siempre? – Gira su cabeza para mirarme.
- No podemos quedarnos a vivir aquí para siempre porque tienes que volver a la escuela. –
- ¿Acaso no hay escuelas en Italia? – Pegunta, mirando de Valentino a mi rostro, sucesivamente.
Jessie parece más despierta ahora que hace unos instantes.
Es una niña bastante inteligente.
- Por supuesto que también hay escuelas en Italia. Solo que no demoraremos mucho tiempo. Nuestra visita es por negocios. Tienes que volver a tu escuela en Nueva York. Ciara no perdonaría detener tu educacion. –
- Puedo convencerla. ¿Cierto, Ciara? –
- He dicho que no. No son vacaciones, Jessie – Trato de que mi tono de voz suene como regaño. Ocultando una pequeña sonrisa y mantener mi seriedad en el rostro.
- Cuando sea veterinaria, comprare una casa justo aquí – Vuelve a girarse para enfocar toda su atención fuera del auto.
- ¿Este es el lugar donde creciste? – Pregunto, mirando a Valentino.
- No precisamente. La residencia de mi padre está en Palermo. Es mucho más grande que la mansión en Nueva Jersey. –
- Algún día quisiera conocer esa casa. –
- Frecuento muy poco la casa en donde crecí. Catania está alejada del peligro. La casa a la cual nos dirigimos es mía desde hace más de diez años. Estaremos seguros. –
- ¿Por qué no vives en la casa que compartiste con tus padres? –
- ¿No es obvio? Odio a mi padre. Vivir en esa casa es un horrible recordatoria de lo infeliz y miserable que fui en esa casa que debí considerar un hogar. Su presencia nunca desaparecerá. Es como un fantasma – Aparta el rostro, rompiendo nuestro contacto visual.
- ¿Puedo preguntar qué fue lo que le sucedió a tu padre? –
- Acabas de preguntarme – Sonríe, a pesar de que la conversación no es de su agrado – No creo que quieras que Jessie escuche – Miro la pequeña cabeza de Jessie.
Sus cabellos castaños vuelan por todas partes, por el viento que entra por la ventana.
Parece no prestar atención a nuestra conversación.
- Ella parece no importarle nuestra conversación. No tienes por qué mentirle, ella de todas maneras lo sabrá. –
- En eso tienes razón. Ella no me teme – Mira su espalda.
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Peligroso Deseo
RomanceCiara Dagger, una camarera. Lleva una vida complicada. Desde muy joven tuvo que trabajar para salir adelante. Lo poco que tiene, lo ha conseguido con mucho esfuerzo y dedicación. Tiene que ver por su única familia, la pequeña Jessie. Poniendo toda...