Los cristales de los grandes ventanales estallan en mil pedazos. Veo a Jessie encogerse en su silla. Protegiéndose que los pequeños fragmentos de vidrio.
Alcanzo su brazo y tiro de él. Acercando su pequeño cuerpo al mío para protegerla del peligro.
Se escuchan disparos afuera de la mansión.
¿Qué carajos está sucediendo?
- ¡Llévatelas de aquí! – Ordena Valentino por encima de las detonaciones.
Adriano agarra mi codo y me ayuda a levantarme del suelo. Para alejarnos de las balas.
¿Por qué Adriano no va tras Valentino?
Todo a mi alrededor sucede en cámara lenta. Escucho todo y nada a la vez.
Aturdida, sostengo a Jessie en brazos. Esconde su rostro en el hueco de mi cuello aferrándose a mi cuerpo. La escucho sollozar.
No puedo moverme.
Jessie esta tan asustada.
- Señorita Dagger. Debemos irnos – Adriano tira de mi brazo.
- Valentino. Ten cuidado – Valentino se gira para mirarme. Deteniendo sus pasos antes de salir del comedor.
- Lo tendré. Mi deber es protegerlas – Hace un asentimiento en dirección de Adriano.
Se lleva la mano a la parte trasera de su pantalón. Y sale del comedor para enfrentarse a ese hombre.
Adriano nos conduce por un pasillo lejos del fuego cruzado.
La pierna comienza a dolerme y se me dificulta seguir caminando. Me detengo un segundo antes de seguir a Adriano.
Alzo la mirada para mirar a Adriano. A mi espera.
Cuando veo por encima de su hombro a un hombre vestido totalmente de negro, nos impide el paso.
Es Leandro.
Adriano ve por encima de su hombro, se gira para enfrentar a Leandro. Se coloca delante de él. Evitando que nos haga daño.
- Ciara – Aunque Jessie no puede ver lo que realmente está sucediendo. Sospecha que algo no anda bien.
- Tranquila, cariño. Todo estará bien. Solo son personas malas que quieren herir a otros seres inocentes – Hablo contra su oído, sin apartar la mirada del aquel hombre.
Leandro nos mira fijamente. Sin perderse un detalle de nuestra conversación.
- ¿Valentino es un hombre malo, Ciara? – Es una niña pequeña, pero no es tonta. Se ha dado cuenta por si sola.
- Si, cariño – Ya no puedo mentirle.
- Pero él nos ha sido bueno con nosotras. Entonces no puede ser un hombre malo – Sus palabras hacen que mi rostro se vuelva para mirar al suyo.
- Lo sé, cariño. Pero su trabajo es malo – Hago una mueca al ver su cara de decepción.
Leandro rompe nuestra conversación.
- Qué imagen tan conmovedora. Una charla entre madre e hija. –
- ¿Cómo entraste, Fontana? – Adriano no permite que le responda a Leandro.
- Siempre a la defensiva, Adriano. No es de buena educación recibir a los invitados de tu jefe de esa manera, Adriano – Una sonrisa arrogante se forma en sus labios.
- Tú no eres bienvenido en esta casa, Fontana. No sé porque tengo que ser cortes contigo. –
- Tu jefe es un imbécil. Igual que su padre – Ríe como si la situación en la que este hombre nos ha involucrado, fuese la más normal y civilizada del mundo.
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Peligroso Deseo
RomanceCiara Dagger, una camarera. Lleva una vida complicada. Desde muy joven tuvo que trabajar para salir adelante. Lo poco que tiene, lo ha conseguido con mucho esfuerzo y dedicación. Tiene que ver por su única familia, la pequeña Jessie. Poniendo toda...