Capítulo 8

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Un sollozo sale de lo más profundo de mi garganta. Provocando que ambos me miren interrogantes.

La mujer no se separa del todo de Valentino, pero sus ojos marrones no pierden de vista los míos. El cuerpo de Valentino se ha tensado ante el contacto de los labios de aquella mujer contra los suyos.

Sus hombros se ven más anchos y poderosos. Dándole un aspecto aterrador.

- Rebecca, no vuelvas a ponerme alguna parte de tu cuerpo encima de mí, ¿entendiste? - Aparta a la mujer de nombre Rebecca, de un tirón. Haciendo que esta, se caiga por la altura de sus tacones.

Valentino se acomoda el traje y se deshace las arrugas que le han dejado las manos morenas de Rebecca.

Ella mira desconcertada a Valentino por la forma tan violenta en que ha reaccionado ante su beso.

- Valentino ... Pensé que nuestra conversación de hace un momento cambiaría algo entre nosotros - Intenta tomarlo del brazo. Él se alisa el traje con indiferencia.

- Lo nuestro terminó en cuanto saliste por la puerta de mi mansión en Italia. Tú solo trabajas para mí - Sus palabras le han dolido porque ella me lanza dagas con sus ojos marrones.

Quiero irme de ahí, ellos saben que estoy escuchando su conversación, pero la curiosidad se apodera de mi cuerpo y me obliga a seguir escuchándolos.

- ¿Quién es esa mujer? - Vuelve a mirarlo, advirtiéndole sobre mi presencia en su mansión.

- No es de tu maldita incumbencia, Rebecca. Lárgate de una buena vez. Solo has venido has perturbar la paz que necesitaba cuando estaba contigo - Le gruñe, irritado.

- ¿Es la puta camarera de la cual me hablaste hace un par de semanas? ¿Por qué la trajiste contigo? - No me hace ninguna gracia que ella se exprese de esa manera sobre mí, ni siquiera me conoce.

- Cierra.la.puta.boca. Lo que haga con mi vida no es tu problema. No vuelvas a expresarte así de ella, ¿me escuchaste? - Estruja sus mejillas con su poderosa y fuerte mano.

- Te he escuchado Valentino - A penas y se le entiende lo que ha pronunciado. La fuerza de su agarre le impide hablar.

- Entonces, ¿Por qué me haces repetirme? - Acerca su rostro peligrosamente al de Rebecca.

Suelta su rostro y ella se sujeta el rostro con ambas manos, tomando aire para continuar hablando.

- Porque me importas, Valentino. Tenías que saber que Fontana te está buscando. Quiere vengar la muerte de su hermana. ¿Por qué crees que vine hasta aquí? Vine a advertirte - Dice con dificultad.

- No tienes que advertirme nada. Se lo que hice con Bianca - ¿Valentino asesino a la hermana de alguien?

No debo sorprenderme, él es un mafioso, al parecer uno bastante peligroso. Pero me descoloca saber que es tan sangre fría por terminar con la vida de una mujer.

¿Qué puedo esperarme yo?

Salgo de mi trance al darme cuenta de quien es este hombre realmente. Doy un paso hacia atrás alejándome del barandal. Me echo a correr rumbo a la habitación, la vista se me vuelve borrosa, el piso esta tan bien pulido y últimamente todo me sale mal.

En mi intento por huir de aquel hombre, me tropiezo con mis propios pies. Maldigo entre dientes cuando la rodilla hace contacto con la baldosa brillante y blanca golpeando fuertemente, haciendo vibrar cada uno de mis huesos Coloco ambas manos para evitar también golpearme la cara con el duro suelo.

Gimoteo por el dolor que ha provocado mi torpeza. Respirando con dificultad.

- ¡Ciara! - Su grito cargado de preocupación, incluso se le escucha alarmado, me pone en alerta.

Peligroso DeseoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora